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viernes, 15 de agosto de 2014

Médula Un avestruz con garras Por Jesús Lépez Ochoa

Luego de la balconeada que el presidente de la bancada de Movimiento Ciudadano Ricardo Monreal Ávila les dio a quienes mediante el clásico “maicito” aprobaron las reformas al presidente Enrique Peña Nieto, hay personajes que deben muchas explicaciones a los guerrerenses, sobre todo el senador Armando Ríos Piter cuyo voto a favor de la reforma fiscal fue decisivo para que más impuestos ahorcaran a los contribuyentes, ya que se evidenció que dichos votos costaron varios millones de pesos del erario público.
El hecho de que justo después de consumar la felonía de obligar hasta las capillitas de los pueblitos serranos a adquirir computadora y servicio de Internet para emitir facturas electrónicas, obviamente a cargo de los fieles, el consumador de la reforma fiscal de Peña Nieto, léase Armando Ríos Piter, hiciera un público y millonario derroche de recursos financieros para su desangelado informe de labores legislativas que en verdad fue un frustrado destape por la candidatura a gobernador. Derroche por el que fue incluso demandado ante las instancias electorales por el Partido Revolucionario Institucional.
Esta incógnita es la que está obligado a despejar, si en realidad tiene una propuesta honesta para Guerrero. Aunque ha preferido mantenerse en silencio como en muchos otros temas que le son incómodos, ya sea porque comprometen sus relaciones extrapartidarias con el ala más neoliberal del PRI y la más ultraderechista del PAN; o porque evidenciaría el vacío ideológico que lo separa de la izquierda.
Un tema de éstos es la interrupción legal del embarazo, sobre la cual fue emplazado por las organizaciones feministas a fijar postura y hasta el momento no ha ocurrido pronunciamiento alguno de su parte.
Se dice jaguar y actúa como avestruz escondiendo la cabeza, lo cual no se le debe permitir ahora que está evidenciado que la traición a los mexicanos de los legisladores que aprobaron reformas lesivas para la economía de los que menos tienen, tuvo un precio económico que fue pagado con dinero público, mediante las llamadas subvenciones extraordinarias que balconeó la bancada de Movimiento Ciudadano, la única que tuvo el valor y la honestidad de devolver ese dinero mal habido, como antes lo hizo con las Ipads y los coches con que se compra a los legisladores en este país.
Los guerrerenses esperaríamos que quien se hace llamar por sus publicistas “el jaguar de Guerrero” sacara las garras para defendernos de esas artimañas para echarnos a cuestas por anticipado el costo fiscal de la reforma energética de unos 90 mil millones de pesos, no que las afilara para votar a favor del aumento de impuestos y arañar de paso las subvenciones legislativas para realizar un costoso informe-arranque de campaña.
Armando Ríos Piter está en medio de la sospecha al haber emitido un voto decisivo para que se aprobara la reforma hacendaria que según encuesta de Parametría, es la que los mexicanos consideran la más perjudicial de las seis que presentó el Ejecutivo. ¿Qué dirá? ¿Dará la cara o seguirá como una avestruz con garras?