El respeto a la aspiración ajena es la paz.
Así puede explicarse la
referencia de Ricardo Monreal en torno de la reunión que sostuvo, en la oficina
del secretario de Gobernación, el gobernador de Tabasco con licencia, Adán
Augusto López Hernández, con la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
¿Bajo qué parámetros, te
pudiera decir?, peguntó Monreal a Joaquín López-Dóriga y se respondió: “uno, un
respeto, refrendar la actitud de respeto recíproco”.
Pero, bueno, ese es uno de
los tantos mensajes que Monreal envió en el penúltimo día del mes patrio, rumbo a la contienda de 2024 por la
Presidencia de la República, la sucesión de Su Alteza Serenísima a quien le
gusta jugar al Maquiavelo de la 4T con esa presentación en sociedad de la
consentida del profesor, la doctora Sheinbaum Pardo cuya supuesta ausencia de
experiencia en las grandes ligas le lleva al mimetismo, o lo que es lo mismo:
comodiceelseñorpresidente.
Y es que, por si usted no se
enteró, el Duce Andrés Manuel acompañó, en el último miércoles de septiembre,
realizó gira por las alcaldías de Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tláhuac de la
capital del país, para placear y presentar en sociedad como la más chingona de
la pradera, a la colegiala Sheinbaum porque, pese a que ganó la elección, en
2018, a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, en la elección
intermedia del pasado mes de junio demostró que, al parecer, por sí sola no
saca a un perro de la milpa.
Con un bloque opositor de
nueve alcaldes de 16 que hay en la capital mexicana, Sheinbaum había desplegado
una estrategia para ubicarse como la presidenciable más firme de entre las
corcholatas a las que aludió el licenciado presidente como los mejores
prospectos de Morena para sucederle.
Pero no, fue pueril aquella
estridencia del ¡Presidenta!, ¡Presidenta!, que dizque espontáneamente gritaban
fanáticos y simpatizantes de la doctor Sheinbaum en actos inaugurales del
cablebús que ya demostró serias fallas técnicas.
Por eso, Su Alteza
Serenísima entró como bateador emergente y le echó una mano a su candidata y,
en este periplo en el que inauguró sucursales del Banco Bienestar, la presumió
como buena gobernante. ¡Claro!, ella respondió en similar tesitura y lo elogió.
No se ría, por favor, esto es serio.
Y mire usted cómo es esto de
la política en las ligas mayores. En tanto el Duce placeaba a la consentida del
profesor por aquellos caminos de la capital, de norte a oriente, el senador
Ricardo Monreal Ávila daba la enésima lección de disciplina institucional.
¿Recuerda usted que el
licenciado presidente lo excluyó de esa pléyade de presidenciables, en la que
mencionó hasta a la tía Tatis? Bueno, pues Ricardo no se sintió aludido; y más
porque no pertenece al gabinete. El caso es que los malquerientes y oficiosos
críticos del coordinador de los senadores de Morena y presidente de la Junta de
Coordinación Política lo excluyeron de la carrera por la Presidencia de la
República. Él, por supuesto, rechazó escenarios de exclusión y sostuvo que
estará en la boleta electoral de 2024 como candidato a la Presidencia.
Bien. Han sido, las
recientes, semanas aciagas y de reacomodos y señales de alto nivel político
–Solo para Iniciados, Juan Bustillos dixit--. El principal cambio en el
gabinete, incluso por encima del ocurrido en la Secretaría de Hacienda, fue el
de la Secretaría de Gobernación con el relevo de doña Olga Sánchez Cordero por
el gobernador de Tabasco, con licencia, Adán Augusto López Hernández.
El cambio, dicho por el Duce
Andrés Manuel, incluyó la devolución del control político nacional y, por ende,
poner orden en el cuadrilátero donde la doctora Sheinbaum estaba convencidísima
de que era la favorita del profesor y hasta Marcelo Ebrard daba tumbos en la
carrera presidencial como mil usos del gabinete.
Por eso, por eso, si usted
tiene oportunidad revise en el archivo fotográfico de esta semana las imágenes
en las que aparece Ricardo Monreal, sentado con desparpajo a la izquierda de
Adán Augusto López Hernández, en la oficina de éste en la Segob, mientras
Claudia Sheinbaum parece colegiala en la oficina del director. Revísela y no
encontrará esa actitud de soberbia que hasta hace unos días exhibía la jefa.
Y luego la otra, en la que
Marcelo Ebrard muestra una discreta sonrisa mientras doña Olga Sánchez Cordero,
presidente de la Mesa Directiva del Senado, lo observa con ternura en tanto
Ricardo Monreal sonríe abiertamente.
Es el mensaje, es la
contienda. La baraja se amplió y hasta López Hernández está incluido en esta
contienda por la sucesión presidencial. ¿Entenderá Andrés Manuel que no es sano
impulsar a un aspirante.
¿Y la oposición? ¡Caray!,
qué pena….
Pero, bueno, estamos en que
Ricardo Monreal tenía razón y en Palacio Nacional se pensará en plural en la
carrera por 2024.
¿Y qué dice Ricardo? En
entrevista con Joaquín López-Dóriga, en Radio Fórmula, éste le refirió que fue
el licenciado presidente quien lo sentó a la mesa con el secretario de
Gobernación y Claudia Sheinbaum.
Monreal aceptó que así fue,
y con ello dejó el mensaje de que no está excluido ni lo estará de aquí al
momento de decidir quién será el candidato de Morena.
“(….) fue una buena reunión,
Joaquín. Creo que era importante, yo lo comenté contigo incluso, en algún
programa, que si tenemos capacidad para reunirnos con la oposición, lograr
acuerdos con la oposición, diálogo permanente con la oposición; pareciera
contradictorio que no pudieras reunirte con tus compañeros aspirantes a la
Presidencia de la República, que en su momento se puedan expresar.
¿Qué le parece? Ejercicio de
política de las grandes ligas. ¿Lo entendió Su Alteza Serenísima; por supuesto
no lo admitirá, mas el secretario de Gobernación demuestra, con este ejercicio
político, que el Duce se vio obligado a abrir el abanico y admitir que dejar en
la orfandad a Monreal abría un boquete a Morena y socios, porque Monreal sabe
lo que sabe porque sabe, valga el juego de palabras.
¿Qué pide Monreal? Lo
reiteró en la entrevista y no es un tema menor. “(…) que en su momento las
reglas que se fijen para competir permitan piso parejo, inclusión, no
exclusión, apertura, no ruptura. Y todo esto es parte de lo que como políticos,
como hombres públicos tenemos que conversar y no podemos olvidarnos, Joaquín
(…)”, citó Ricardo con elemental destinatario residente en Palacio Nacional.
Claro que nadie se creyó la
versión de que Sheinbaum y Monreal, convocados por Adán Augusto, platicaron de
la agenda legislativa de la Ciudad de México. “Es una reunión política y en
efecto, el propósito es enviar un mensaje político: de unidad, de cohesión o
que no se adelantaran los tiempos de la ruptura, ojalá y no la haya”, refirió
Monreal Ávila. Elemental, elemental como elemental que estará en la boleta
electoral de 2024 y no ocultó que tenía diferencias con la jefa de Gobierno,
pero…
--Ahora, Ricardo Monreal, te
voy a repetir la pregunta que te hice un día, y que hoy creo que es muy
oportuna, aunque tú me digas que están adelantados los tiempos, pues los
tiempos son cortos y largos depende cómo corran, ¿no? ¿Tú sí quieres ser,
obviamente, Presidente de la República?
--Sí, te lo digo
contundentemente. Estoy preparado, me he preparado, lo dije hace unos días, te
lo repito a ti en tu programa. Estoy en la plenitud de mi lucidez, de mi
experiencia acumulada y de mi trabajo que, sin caer en la jactancia y en el
exceso, me siento con la capacidad para profundizar este proceso iniciado por
el Presidente López Obrador y para continuar con el cambio de régimen en un
ambiente de armonía y de conciliación—respondió Monreal y…
--Ahora, Ricardo Monreal,
déjame hacerte esta otra pregunta. Si no eres el candidato de Morena, ¿de todos
modos te vamos a ver en la boleta presidencial en el 2024, verdad?
--Seguramente que sí. Esa es
la respuesta contundente—acotó Monreal.
Y luego se avistó un
escenario severo, grave, en caso de que no se den las condiciones de piso
parejo en la sucesión. No se refirió literal pero el riesgo es que Andrés
Manuel incurra en la imposición de su sucesor.
--(…) te comento, Joaquín.
Si hay exclusión, habrá división; si no hay apertura…
--Y ruptura; y
ruptura—refirió López-Dóriga.
--Habrá ruptura; sí. O sea,
si hay exclusión, pues habrá división. Si no hay apertura, habrá ruptura. Nadie
desea eso—advirtió Monreal, institucional, aguantó la embestida que se desató
desde Palacio.
Andrés Manuel dirá que esta
apertura e inclusión de Ricardo Monreal en la sucesión presidencial fue operada
por Adán Augusto; no admitirá que el escenario se le descompuso.
Por cierto, en el periplo
capitalino, Su Alteza Serenísima descubrió el hilo negro…
Dijo que los grupos
anarquistas que proceden violentamente en las marchas feministas, aparecieron
en su administración, desde hace dos años. ¿No recuerda que una movilización
más violenta, en el costado oriente del Palacio Legislativo de San Lázaro,
pretendió reventar la toma de posesión de Enrique Peña Nieto el 1 de diciembre
de 2012?
¿Y le da mala espina y los
ve muy conservadores y desconfía de su autenticidad? Si la favorita del
profesor gobierna como él dice que gobierna, entonces le puede informar quién paga
a esos grupos anarcos desde la administración capitalina. Digo.
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