domingo, 23 de febrero de 2020

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Ayuntamiento de Chilpancingo: ¿rehén de chantajistas?

No cabe duda que al alcalde perredista de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán, le tocó bailar con la más fea; sobre todo, en lo que respecta a los problemas laborales del Ayuntamiento y el déficit financiero que heredó.
Desde el 30 de septiembre de 2018 (fecha en que asumió el poder) se ha reunido en infinidad de ocasiones con los dirigentes sindicales del Ayuntamiento y de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), a quienes les ha manifestado su respeto y la mejor disposición de atender sus demandas.
De acuerdo al propio Gaspar Beltrán, el 90 por ciento de los recursos que llegan al ayuntamiento se destinan al pago de nómina y además, no hay recursos extraordinarios de dónde echar mano para atender varios problemas.
Y, lo peor de todo, es que el gobierno federal –que encabeza Andrés Manuel López Obrador– no tiene la mejor intención de apoyar a Chilpancingo, como sí lo hace con Acapulco, municipio que es gobernado por Morena.
El pasado 17 de febrero, cientos de integrantes de la sección XIV del Sindicato Independiente de Trabajadores del Ayuntamiento de Chilpancingo, que comanda Domingo Salgado Martínez, bloquearon las principales calles del centro de la capital para demandar el pago de más de 80 millones de pesos al Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero, prestaciones laborales y sindicales.
Y eso no es todo. También tomaron el Palacio Municipal, sin importarles perjudicar de esa manera a miles de ciudadanos que acuden a realizar trámites y pago de impuestos.

Para el Ayuntamiento de Chilpancingo el paro de labores es ilegal e injustificado, advirtiendo además que habrá descuentos a las y los trabajadores que no se presenten a trabajar y que no devenguen su salario.

Asimismo, el alcalde Gaspar Beltrán ha señalado que no es tomando calles o edificios públicos como se solucionan las crisis económicas, ni los déficits financieros, sino a través del diálogo.

“La precaria y lastimosa situación financiera y de crisis aguda por la que se atraviesa en la administración, nos convoca a hacer un llamado a la concordia y madurez en los liderazgos sindicales”, refiere en un comunicado oficial del pasado miércoles 19.

Desafortunadamente, Domingo Salgado es un dirigente cerrado al diálogo y cada vez más radical.

¿Por qué será y quién lo mueve para actuar de esa manera?

Lo que el “flamante” comandante en jefe de la Sección XIV del Sindicato Independiente de Trabajadores del Ayuntamiento de Chilpancingo debería de explicar a los trabajadores que lo siguen ciegamente es por qué negoció en lo oscurito un mega salario con la anterior administración municipal.

Que conste, desde hace dos años circula un documento oficial en el que se ve claramente el aumento salarial que le fue autorizado al personaje de marras, un salario que le asignó Marco Antonio Leyva Mena antes de dejar la Alcaldía capitalina.

Y no se trata de cualquier cantidad: ¡veinte mil pesotes a la quincena, nada más!

La Agencia de Noticias IRZA, a través de una nota del reportero Fernando Polanco, documentó tal situación.

“Dos semanas antes de concluir su administración, el ex alcalde Marco Antonio Leyva Mena (MAL) recategorizó a Domingo Salgado Martínez, dirigente del Sindicato Independiente, como oficial administrativo y con sueldo superior a los 40 mil pesos mensuales”, refiere la nota.

De acuerdo con el acta de asignación (fechada el 16 de septiembre de 2018), el sueldo de Domingo Salgado se desglosará de partidas presupuestales especiales como: “Sueldo base, Vida cara, Complemento adicional, despensa y transporte”.
Además, tendrá acceso a prestaciones de seguro médico del ISSSTE, vacaciones, capacitaciones, aguinaldo, prestaciones del ISSSPEG, seguro de vida, prima vacacional, días adicionales anuales e incentivos por quinquenio de servicio.

Queda claro que hacer grilla o dirigir a un sindicato para desestabilizar a una administración municipal, sí deja buenos dividendos.

Ojalá el gobierno de Antonio Gaspar no permita más chantajes de dirigentes sindicales, que solamente ven por sus intereses personales y utilizan a humildes e ingenuos trabajadores para hacer desmanes.

Hay formas de protestar. Y si no es través de los cauces legales, cualquier autoridad municipal está en su derecho de proceder contra los quebrantadores de la ley.
Diálogo sí, chantajes no.

ENTRE OTRAS COSAS… Trascendió que Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros presentó hace unos días en Palacio Nacional su renuncia como delegado del gobierno federal en Guerrero.
De acuerdo a fuentes de Morena, Sandoval Ballesteros buscará “con fuerza” la candidatura de dicho partido a la gubernatura para impedir que Félix Salgado Macedonio, Luis Walton Aburto y otros externos sigan avanzando con miras a la elección de 2021. ¡Zas!

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