jueves, 28 de enero de 2021

ZONA CERO Semáforo Rojo en Guerrero Roberto Santos


El agravamiento de la segunda ola de la pandemia de Covid-19 está resultando más grave de lo esperado.

La mejor muestra de que estamos en crisis de salud pública son las filas de personas que buscan tanques de oxígeno para sus familiares, algo sin duda desgarrador, porque significa que alguien está gravemente enfermo.

El porcentaje de camas utilizadas, personas intubadas y el crecimiento rápido del número de fallecidos son otros datos que ya preocupan a las autoridades y deberían causar alarma en toda la población. 

Este incremento de los contagios y de los fallecimientos en Guerrero, llevaron a que el gobernador y las autoridades federales pasarán a semáforo Rojo.

Con ello vienen cambios en las medidas que intentan contener el avance del Covid-19 en el estado.

Claro, se espera que sean más estrictas para evitar que las camas de los hospitales colapsen.

Y vayan más a fondo para promover la participación de la gente en el cumplimiento de estas medidas, porque de no hacerlo, el puro accionar oficial será insuficiente.

Habrá que remar en contra del valemadrismo y desinterés que mucha de la gente muestra y son partícipes de la organización de fiestas, cada vez más numerosas y con medidas de seguridad cada vez más flexibles.

Igual pasa con muchos negocios, donde los dueños han relajado las medidas sanitarias.

¿Será posible que se pueda agregar a esas medidas, penas administrativas a quienes no siguen las medidas implementadas y organizan fiestas numerosas?

Porque no es posible que haya quienes desarrollan una estrategia que involucra a cientos de personas para instalar filtros sanitizantes, para repartir cubrebocas, gel y tomar la temperatura, mientras los covidiota se la pasen organizando pachangas o cerrando los bares con el fin de burlas a las autoridades.

Es tiempo de poner un hasta aquí y empezar a aplicar sanciones para esos que violan la ley para burlarse de las autoridades, sin importarles la diseminación del Covid-19.

El gobernador Héctor Astudillo anunció que el estado pasa a Semáforo Rojo, porque atraviesa por el peor momento de la enfermedad.

Además han identificado que los contagios no se dan solo en las calles, bares, restaurantes y antros, ya que el 80 por ciento de casos positivos se dan en encuentros familiares y entre amigos.

Es obvio que esto es consecuencia de la relajación de las medidas por las fiestas de fin de año, y porque cada día se flexibilizan más y más.

El anuncio del gobernador es que se aplicarán medidas más estrictas para reducir los contagios y será a partir de limitar la movilidad en los espacios públicos, por lo que pidió la colaboración de la población quedándose en casa.

Su idea es que al igual que en junio y julio del año pasado, cuando se tuvo el pico más alto de contagios, se pudo revertir en los siguientes meses gracias a las medidas implementadas en las ciudades como Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo, Iguala y Taxco, donde se redujo la movilidad y los altos indicadores de contagios y fallecidos.

Sin duda, la participación de las autoridades municipales ha sido clave para que esto no sea más grave, como en otros estados y municipios.

Y algo que hay que aplaudir es la respuesta a este llamado, por parte de Mario Moreno Arcos, quien convocó a todos los actores y partidos políticos a limitar de inmediato sus actividades.

El precandidato priista a la gubernatura, señaló que él se suma al llamado del gobernador, suspendiendo de inmediato las actividades que pongan en riesgo a la gente, “haciendo hincapié en la importancia de cuidarnos y extremar las medidas sanitarias para disminuir la curva de contagios”.

Mario está demostrando congruencia política y valor social al cancelar sus actividades que ya tenía programadas en la región de Tierra Caliente y en la región Norte.

Lo mismo ha hecho Evodio Velázquez Aguirre, quien aseguró que “antes que cualquier actividad política por encima de todo debe prevalecer la vida.”

El precandidato perredista a la gubernatura del estado este día miércoles estuvo en Costa Grande, donde realizó el anuncio de cancelar sus reuniones partidistas, porque atenderá el llamado de las autoridades y que se sumará a las medidas pertinentes indicadas por el gobernador Héctor Astudillo Flores.

El expresidente de Acapulco señaló que “es momento de cuidarnos, de cuidar a nuestras familias y a los seres que más amamos.”

Habrá que sumarnos todos a estas medidas del gobierno de Héctor Astudillo para frenar los contagios y evitar que el número de muertos siga en ascenso.

En las manos de la población está frenar esta pandemia en Guerrero.