sábado, 6 de julio de 2013

Tercera Vía Humberto Salgado & Marilú Saucedo Ernesto Rivera Rodríguez

Parecerá para más de uno él porque el título de esta entrega de Tercera Vía. Por una sencilla razón: ambos escuchan la voz del amo. Ambos, él y ella se deben a la mano que les da sustancia y gracia política.

Ernesto Rivera
Humberto Salgado Gómez, ex secretario general del gobierno de Ángel Aguirre Rivero, cubrió con grisura y medianía su responsabilidad, siempre a detrás como sombra de su jefe político actual, que si no lo corrió inmediatamente después el 12 de diciembre del 2011, movimiento y bloque de la Autopista del Sol, que culmino en tragedia con el homicidio de dos estudiantes de Ayotzinapa, pese a la exigencia de diversos grupos políticos y la exigencia social fue por el fuerte resguardo con que lo mantuvo. Pero desde esa tarde estaba marcado su sino. Y posteriormente con su incapacidad e incompetencia para diagnosticar el poder y la determinación del movimiento magisterial en los meses pasados de marzo, abril y mayo del presente, con consecuencias que aún se sienten para toda la sociedad guerrerense en su conjunto.

El gobernador, su amigo le dio las gracias hace poco más de un mes, bajo el argumento de “por motivos de salud”,… de salud política para el estado. Pero hoy regresa de nuevo, con otro gran nombramiento: “Coordinador General para proyectos  estratégicos”. De pronto desaparecieron aquel “por motivos de salud”, que es por los mismos que regresa. Si el gobernador no confía en su actual secretario general de gobierno, el ex rector de la UAG, Florentino Cruz Ramírez, mejor conocido en los pasillos de la Universidad Autónoma de Guerrero, como “la milpa”. Hoy pese a sus esfuerzos trabaja a contracorriente de su jefe, pareciera que van por caminos diferentes, y lo peor que vivieran en la Torre de Babel, porque políticamente parece no entenderse, hablar idiomas diferentes.

Por ello Ángel Aguirre mando llamar a su antiguo colaborador y amigo “este si es amigo”, no para que hiciera el trabajo de Florentino, sino para que se haga cargo de los trabajos, que por falta de confianza no puede dejar en manos del ex rector. El gobierno y el poder vale mucho más allá que la política interna, la cual puede esperar y para muestra basta un botón, que por docena salen más baratos: ahí están el nacimiento, crecimiento y desborde de las llamadas policías de autodefensa que como hongos han aparecido por los cuatro  costados del estado, en las siete regiones y los bloqueos a las carreteras, como el que hasta hoy –viernes cuatro de julio- han montado “la contra” en el municipio de Tecpan sobre la carretera Acapulco – Zihuatanejo, y sobre todo la continuidad y sin detenerse pese a las declaraciones oficiales de que la inseguridad va a la baja. El gobernador busca a toda costa asegurar los intereses de su grupo, entre ellos la presidencia municipal para el diputado local Ángel Aguirre Herrera, y ahí es donde va a entrar el trabajo fino de Humberto Salgado Gómez.

De Marilú Saucedo, líder de la Colonia Jardín, del grupo político, si así se le puede llamar, de César Flores Maldonado, esto desde hace  lustros y por lo tanto priista, y como lo vimos en vivo y en la tele que ya le dio la vuelta al mundo, la agresión al director de  Protección Civil, fue un verdadero golpe de “cantina”, tal es el nivel de esta popular lideresa, que nos recordó los viejos tiempos de Dalia Serna  y Magda Adame, populares por su destreza de mantener  a sus afiliados, estas  por las banquetas, Marilú Saucedo  supuestamente por el líquido vital, pero hay un mar de fondo en esta agresión: medir la respuesta y los impulso de los funcionarios del alcalde Luis Walton Aburto, y del él mismo, cuando en ellos aún sigue sangrando la herida de haber perdido Acapulco.

Entre Humberto Salgado Gómez y Marilú Saucedo, hay un océano de diferencia,  pero el regreso de Salgado Gómez al gabinete de Ángel Aguirre,  y la agresión del títere de César Flores Maldonado, Marilú Saucedo, fue por cuestiones de la cartelera política local de la semana.

 Email:gernestorivera@gmail.com