viernes, 6 de junio de 2014

CRUZADA CONTRA EL HAMBRE BRINDA TALLER DE FOTOGRAFÍA A NIÑOS ACAPULQUEÑOS

El programa nacional de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) Cruzada contra el Hambre, en coordinación con la Secretaría de Cultura de Guerrero (Secultura), brinda una estrategia para “alimentar también el espíritu” con un taller de fotografía dirigido para niños en la colonia Simón Bolívar, ubicada en la zona suburbana de Acapulco.

Las estrategias de Desarrollo Social y Cultura se unen en programas que son aterrizados en polígonos sociales más necesitados a nivel nacional.

Con mucho éxito, se ha llevado a cabo la estrategia Cultura para la Armonía, impulsado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) que realiza actividades culturales a las zonas atendidas por la Sedesol federal como el taller de fotografía, los círculos de lectura para niños y Cinesillita, proyecto cultural que nació en Guerrero.
En Acapulco, niños de la colonia Simón Cultura Bolívar llevan a cabo un taller, impartido por el artista visual Alfredo Martínez, quien recorre el país para compartir su experiencia con los pequeños para que aprendan fotografía e intervención artística, con el fin de conjuntar el apoyo social y la cultural.
El taller artístico inició el pasado 2 de junio y culmina este sábado 7 de junio con diversas actividades lúdicas a través del uso de cámaras fotográficas digitales que los niños manipulan para tomar fotos en diferentes lugares que visitaron como la Playa Bonfil, un ensayo de la Orquesta Infantil y Juvenil Renacimiento, además de fotografiar su entorno inmediato.
Como parte de las actividad finales, el fotógrafo Alfredo Martínez les rindió un homenaje con un mural en la Secundaria Técnica Rafael Ramírez Castañeda, ubicada en la misma colonia, donde fueron instaladas fotografías de los propios niños participando en el taller, y así realizaron una intervención artística con pintura de muchos colores y así combinar de manera lúdica sus clases de fotografía y pintura.
Alfredo Martínez recalcó que la misión es que los niños se queden con un mensaje para aportar posibilidades y soluciones en su cotidianidad, “que abran sus posibilidades a través de las artes visuales. Las personas no sólo se llenan la panza de comida, sino también es necesario alimentar el espíritu”, explicó.