martes, 17 de noviembre de 2020

ENTRESEMANA Feliz cumpleaños, presidente… MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN


Y qué tal que se nos agripa el licenciado; y qué tal que le da Covid… No, no, primero la salud del licenciado. Porque, cómo está eso de que se le critica por no estar frente a frente con sus paisanos de Macuspana y de Centla y Nacajuca. No, no.

¿Mojarse los pies y echar a perder zapatos casi nuevecitos nomás para la foto? Ni que fuera populista como Felipe y Enrique o Ernesto que, en su momento como presidentes, fueron a atender a damnificados en Tabasco y Veracruz y Puebla y…

No, no, él no se parece en nada a esos politiqueros neoliberales, esos delincuentes de cuello blanco en cuyas administraciones el Fonden y otros etcéteras robaban descaradamente y se burlaban de los damnificados llevándoles cobijas, despensas y comida caliente guisada en las cocinas de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Por eso, por eso la consulta popular para enjuiciar a esos ex gobernantes que andan por ahí colmados de impunidad, porque el licenciado, humano y respetuoso de las leyes, no los quiere llevar a picota; ya lo dijo en la mañanera de la semana pasada que su “postura es que no haya persecución, que no haya venganzas políticas, que se aplique la ley con rigor, con escrúpulos, que no se fabriquen delitos y al mismo tiempo que no haya impunidad”.

Y es que, tal vez usted se enteró, le pidieron opinión respecto de que dineros de los sobornos de Odebrecht fueron utilizados para pagar campañas en su contra, para evitar que en 2012 ganara la Presidencia, aunque le pasó por encima la locomotora del hijo predilecto de Atlacomulco y lo envió al tercer sitio en la preferencia electoral.

Ese escenario lo previó seis años antes Jesús Zambrano Grijalva, el día que la dirigencia nacional del PRD le pidió no instalar el plantón en el Paseo de la Reforma, con la demanda del voto por voto y casilla por casilla, con lo que pretendió defenestrar a Felipe Calderón. ¡Ah!, pero terco, hasta se cruzó, a su pecho que no es bodega, el remedo de banda presidencial.

Pero, estábamos en esto de la justicia.

Mire usted cómo es esto de las casualidades, en el mismo pentagrama en el que se plasmó letra y música de la ópera prima del licenciado Emilio Lozoya Austin respecto de los malvados que, en la administración pasada, encabezados por Enrique Peña Nieto lo obligaron a delinquir, apareció Emilio Zebadúa, nuevo barítono que busca negociar su libertad, porque lo involucran en esa llamada “Estafa Maestra” que ya tiene tantos ramales como ríos la geografía tabasqueña, ésta en la que el humano licenciadopresidente instruyó desviar las aguas del Río Carrizal hacia el Río Samaria para no inundar a Villahermosa.

¿Primero (jódanse) los pobres? Bueno, bueno, ya explicó que esa fue la mejor opción porque, ofreció, ahora se pagará hasta los comales que perdieron miles de habitantes de esa región.

Lo cierto es que, en el video que ha circulado profusamente en las benditas redes sociales, el licenciadopresidente no muestra preocupación alguna cuando, desde la comodidad del helicóptero militar, con el índice señala la zona inundada porque se abrió la compuerta “El Macayo” que llevaba 12 años cerrada.

Y acepta que instruyó la desgracia. Primero el desfogue para no inundar Villahermosa, aunque colonias como Gaviotas I y II estaban colmadas de agua hasta la cintura e incluso el cuello de sus habitantes.

No, no, discúlpeme. ¿Cómo cree que el inquilino de Palacio se iba a arriesgar a pescar una enfermedad de esas que suelen dar a los pobres cuando nadan entre la inmundicia?

Y menos arriesgarse al Covid. Ya ve usted cómo se ha cuidado desde aquel 11 de febrero pasado cuando dijo que no había problema y el coronavirus llegaría pero no era una amenaza; incluso el doctor Hugo López-Gatell, subsecretario experto en Epidemiología sostuvo que para nada sería necesario reconvertir hospitales en especiales para atender el Covid.

¿Por qué se desvió el cauce del Río Carrizal, que pasa por Villahermosa hacia la zona baja de la planicie tabasqueña?

En la mañanera de principio de semana, el licenciado López Obrador, bien humano y con la mirada acuosa, a punto de la lágrima solitaria, se despachó un acto de contrición:

“¿Por qué esta situación de optar entre inconvenientes, que a mí me duele mucho? Porque no ha habido un buen control de las presas, que lo va a haber ahora.

“Ya no va a ser la generación de energía eléctrica lo principal, sino la Protección Civil, voy a emitir un decreto con ese propósito, y ya las cuatro presas del Grijalva, las cuatro hidroeléctricas van a tener un canal ecológico, de modo que se mantengan vacías las presas, los embalses, los vasos, para que en esta temporada, agosto, septiembre, octubre, noviembre, es cuando llueve más, no tengamos ya ningún problema”.

Y luego, citó, “me dicen que, a ver, por qué no me mojé (…) no, ¿nomás por la foto? ¡No! Me enfermo (…) O que no guarde yo la sana distancia y me enferme de Covid, pues tampoco, no”

¿Entones? El licenciado que el viernes de la semana pasada cumplió 67 ¿primaveras?, ha decidido extemporáneamente ponerse al frente, por supuesto en helicóptero y transporte anfibio, de las tareas de supervisión de auxilio a cientos de miles de tabasqueños –la población de la entidad es de dos millones de habitantes—que perdieron todo, todo… hasta la fe que no ha mucho profesaban al hijo predilecto de Tepetitán, municipio de Macuspana.

Porque, seguramente usted se enteró que, el jueves por la mañana el licenciado adelantó que cumpliría años y pidió, por favor, por favor, que no le llevaran mañanitas, es decir que no fueran mariachis de San Lázaro a cantarle al pie del balcón de Palacio y, vaya, que nadie osara enviarle regalitos. Pero…

Indisciplinados que son los diputados y las diputadas federales de Morena, no solo desatendieron la petición del licenciado. No. En el mismísimo salón de plenos del Palacio Legislativo de San Lázaro e importándoles un pito que se discutía el Presupuesto de Egresos 2021 y la obligada sana distancia y las medidas sanitarias aprobadas por la Junta de Coordinación Política, se despacharon “estas son las mañanitas…”, en do y re sostenidos.

Las manecillas del reloj, como citan los clásicos, apenas traspusieron el umbral de la medianoche y, ellas como sopranos, ellos tenores destemplados, en número ponderado de 40, cantaron y arengaron ¡es un honor estar con Obrador!

Pero, no contentos con ese desplante verbal, desplegaron pancartas de felicitación al licenciado. Y se leían frases que destilaban miel: “Al mejor presidente de México “AMLO”; Feliz Cumpleaños”; “¡Que viva Andrés Manuel! ¡Que viva la 4T! ¡Que Viva México!”.

Por supuesto, ese acto de genuflexión legislativa no fue de gratis, porque por ahí andaban diputados que aspiran a la reelección y la nominación, como Simey Olvera y el michoacano Iván Pérez Negrón –que quiere ser gobernador--Jorge Luis Montes, la maestra Adela Piña Lidia García.

Claro, claro, no podía faltar la aguafiestas. Y es que Saraí Núñez, diputada federal del PAN pidió a la diputada presidenta Dulce María Sauri Riancho moción de orden porque, adujo, cómo era posible que se soportara ese desplante de los morenistas, en plena discusión del PEF 2021.

¿Qué ocurrió? Los morenistas, en pleno uso de su mayoría para hacer lo que les venga en gana acallaron la protesta de legisladores de oposición y de Saraí restregándoles la frase de marca registrada: “¡Es un honor estar con Obrador!

¿Y los damnificados de Tabasco? Bueno, bueno, doña Blanca Elena Jiménez Cisneros, directora de la Comisión Nacional del Agua, los ubicó en su realidad: “aquí les tocó vivir”. Por lo demás, cómo cree que el licenciadopresidente se va a mojar. Qué tal si se nos enferma. Digo.

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