miércoles, 9 de diciembre de 2020

ZONA CERO/ César Armenta, Miguel Ángel Hernández Gómez y Jaime Solís, presentes en Chilpancingo Por Roberto Santos



*Congruencia, una demanda en los partidos


Si hay algo que se espera al interior de los partidos políticos durante el proceso de selección de sus candidaturas, es congruencia.

Es decir, se espera que los aspirantes al entrar a la competencia respetarán las reglas puestas sobre la mesa y, en caso de no resultar electo como candidato, aguantarán vara y se quedarán en su partido para sumarse a quien obtuvo el visto bueno de la militancia.

Ese es el temor de que en el PRI alguno de sus aspirantes abandone este partido si no resulta nominado candidato.

Al respecto, Mario Moreno ha sido enfático al ofrecer su plena disposición para mantener la unidad más allá del día D, cuando se decidirá quién será el candidato priista. 

Manuel Añorve, a quien le han llegado a construir escenarios fuera del tricolor, este día martes en entrevista radiofónica señaló que “No es momento de hacer berrinches, es momento de mandar una señal de unidad, en eso yo soy factor de unidad, por eso lo subrayo, así de puntual.”

Está claro que basta que uno de los participantes deje correr sus impulsos rupturistas en este proceso electivo en el PRI, para que el proceso termine en harakiri, llevando a la debacle también al PRD, partido que ya tiene su candidato en Evodio Velázquez Aguirre.

Eso que en Morena no temen, y buscan romper a toda costa con algunos de los aspirantes, como es el caso de Félix Salgado, en el PRI parecen cuidadosos para evitar que no se repita un desprendimiento semejante al realizado por Ángel Aguirre, que les llevó a perder la gubernatura.

Si en Morena vemos cómo actúan algunas personalidades narcisistas, arrogantes, centrados en sí mismos, imaginando que los demás no existen más que para reflejar su imagen grandiosa de él, como Narciso en las cristalinas aguas de la fuente, los demás partidos deberán aprender de la historia y del ejemplo que les pone el PRD al elegir a su candidato limpiamente, sin rupturas internas. 

EXACTAMENTE ALGO ASÍ PASA EN CHILPANCINGO CON UNO DE LOS ASPIRANTES PRIISTAS, mientras quienes hacen de la sencillez y de la atención social su trabajo cotidiano siguen ascendiendo en las preferencias electorales.

Es el caso de César Armenta y de Jaime Ramírez, quienes con trabajo social buscan obtener la candidatura a la presidencia municipal que por ahora está en manos de Antonio Gaspar Beltrán.

Hay que mencionar que también está presente con su cauda de recursos políticos importantes, el ex síndico priista Miguel Ángel Hernández Gómez, quien ha construido base social en algunas comunidades de Chilpancingo y en la comunidad universitaria.

El universitario Hernández Gómez, doctor en derecho, ya es buscado por algunos partidos para que sea él quien encabece la candidatura a presidente municipal de Chilpancingo, por lo que se mira interesante la contienda electoral del 2021.

Va a ser interesante ver esos cuadros jóvenes compitiendo por los espacios de representación electoral en el 2021.

También sería interesante que los priistas y los perredistas convoquen a esos jóvenes que han hecho talacha política de manera permanente, sin ser tomados en cuenta en el momento de las definiciones.

Y solo los utilizan como matraqueros o inversores de tiempo, esfuerzo, y después son olvidados o dejados a la deriva política, con su autoestima lastimada, y  frustrados al comprobar que una vez más, han sido utilizados por los próceres de sus partidos y, como pañuelos desechables, dejados a la deriva.