martes, 9 de febrero de 2021

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias El candidato de la alianza PRI-PRD


De respetarse los acuerdos pactados en noviembre de 2020, el PRI y el PRD irían juntos por primera vez en su historia en una elección de gobernador. Y es algo que inquieta a los dirigentes de Morena, ya que no se trata de cualquier alianza, sino de la unión de los dos partidos políticos que han gobernado a la entidad y que cuentan con una sólida estructura en los 81 municipios.

Actualmente, el PRI gobierna Guerrero a través de Héctor Antonio Astudillo Flores, quien es considerado como uno de los diez gobernadores mejor evaluados del país y que le regresó la gobernabilidad al estado. De hecho, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido en varias ocasiones a Astudillo como un buen gobernador y un servidor público ejemplar.

El PRD, partido del cual formaron parte la mayoría de los actuales dirigentes y representantes populares de Morena, sigue de pie y no fue borrado del mapa electoral en las pasadas elecciones. Por el contrario, en 2018 ganó 24 presidencias municipales, y en alianza con el PAN y Movimiento Ciudadano ganó nueve. Y su actual aliado (el PRI) se alzó con el triunfo en 20 municipios.

Morena, por su parte, solamente ganó 16 Alcaldías. O sea, el efecto AMLO no influyó en la elección de Ayuntamientos. Por lo que la alianza entre el PRI y el PRD tiene altas probabilidades de retener la mayoría de los municipios que gobierna y recuperar los que perdió. Lo digo por una sencilla razón: el nombre del presidente de la República no aparecerá en la boleta electoral.

El desgaste de Morena en el ejercicio del poder presidencial, el gris papel de sus legisladores locales y federales, y la evidente división que prevalece en su interior por la lucha de candidaturas y cargos de dirección, le afectarán demasiado a sus candidatos en la elección del próximo 6 de junio.

Si el PRI y el PRD siguen como hasta ahora (cuidando la unidad) y eligen a un buen candidato a la gubernatura, estarán en las mejores condiciones de dar batalla y alzarse con el triunfo. Porque es claro que, solos no ganan. Y unidos, sí.

Obviamente, necesitan postular a un candidato competitivo y que tenga menos negativos; un candidato que sea factor de unidad y atraiga el voto de la sociedad civil y de los sectores productivos de la entidad, y que inspire confianza a las mujeres.

El pasado 9 de enero, el tricolor eligió al ex alcalde de Chilpancingo y ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social estatal, Mario Moreno Arcos, como su gallo para la gubernatura. Setenta días antes (30 de octubre de 2020), el Sol Azteca hizo lo propio al definir a J. Evodio Velázquez Aguirre como su propuesta.

Tanto Mario Moreno como J. Evodio se han conducido con total respeto, tanto en lo público como en lo privado. Ambos personajes están conscientes que se necesitan mutuamente para ganar la elección del 6 de junio. Pero solamente uno de ellos será el que abandere a la alianza PRI-PRD.

A través de tres encuestas que se realizaron el 5, 6 y 7 del mes que transcurre, saldrá el candidato. Sí, al que enfrente a Morena y al candidato que dicho instituto político registre ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) y que todo parece indicar será el impresentable Félix Salgado Macedonio, de quien pesan serias denuncias por violación sexual y violencia de género.

De acuerdo a Alberto Catalán Bastida y Esteban Albarrán Mendoza, dirigentes estatales del PRD y del PRI, respectivamente, será esta semana (jueves 11) cuando se dé a conocer el resultado de las encuestas y el nombre del ganador.

Al interior de las bases priistas y perredistas prevalece un buen ánimo por la alianza que amarraron sus dirigentes, aunque también hay quienes se encuentran muy inquietos.

Lo cierto es que Mario Moreno es el más competitivo de los dos aspirantes de la alianza PRI-PRD y el que garantiza mejores resultados como gobernante, ya que su trayectoria política y su sensibilidad y compromiso social lo avalan.

Mario Moreno no es un político improvisado, y su padrino es el pueblo. Y lo que se requiere en este momento es un perfil ganador y que haya desempeñado un buen papel en la administración pública.

J. Evodio no es una mala persona. Es joven y tiene la mejor intención de servirle a Guerrero. El problema de éste personaje es que se rodea de un pésimo equipo de trabajo y de aliados políticos que muy poco le ayudan. Además, el imberbe ex edil porteño todavía tiene un largo camino que recorrer. En 2024, por ejemplo, podría ser senador de la República…

Los principales dirigentes de Morena, aunque a los cuatro vientos gritan que no les preocupa la alianza PRI-PRD, lo cierto es que sí los tiene nerviosos.

El triunfo de la alianza PRI-PRD en Guerrero dependerá, insisto, del candidato que postulen para la gubernatura. Claro, los candidatos a las presidencias municipales y distritos locales y federales también serán factor de triunfo.

ENTRE OTRAS COSAS… El diputado Alberto Catalán Bastida informó este lunes que no buscará la Alcaldía de Chilpancingo, porque se dijo convencido que más allá de luchar por su proyecto personal, es momento de cerrar filas.

“Quien sea nominado candidato del PRD a la Alcaldía de Chilpancingo, y posteriormente sea presentado como candidato de la alianza, recibirá nuestro apoyo en todo momento”, señaló.

Luego entonces, Beto Catalán le deja el camino libre a Alejandro Arcos Catalán, de Alternativa Democrática Guerrerense (ADG); a Servando de Jesús Salgado Guzmán, actual diputado local y ex integrante del PT y de Morena, y a Antonio Gaspar Beltrán, de Nueva Mayoría y que busca la reelección.

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