“𝙇𝙖 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙣𝙤 𝙙𝙚𝙥𝙚𝙣𝙙𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙞𝙣𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨, 𝙨𝙞𝙣𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙘𝙞𝙪𝙙𝙖𝙙𝙖𝙣𝙤𝙨”, lapidariamente y dolosamente declaró la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), mensaje subliminal con la que está convocando al pueblo armarse y hacerse justicia por propia ante la imparable inseguridad en la capital del estado de Guerrero.
Para nosotros es una
declaración desafortunada, para otros sería una salvajada de que Chilpancingo,
se convierta en la tierra de nadie, y
por consecuencia cada uno de los ciudadanos tendrá que armarse, si desea
defender a su familia y su patrimonio.
Lamentablemente la imberbe
presidenta municipal de Chilpancingo la Morenista, Norma Otilia Hernández
Martínez, no se ubique en su exacta
realidad que están viviendo los ciudadanos, y sufriendo los estragos todos los
días, en que la delincuencia organizada y común, ha rebasado a las autoridades.
Durante la conferencia de
prensa ofrecida a los medios de comunicación el día de ayer lunes, la primera
autoridad resbaló que hasta cayó estrepitosamente al encauzamiento del Río
Huacapa, desconociendo sus obligaciones institucionales y constitucionales como
primera autoridad, al afirmar categóricamente “𝙇𝙖 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙧𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙣𝙤 𝙙𝙚𝙥𝙚𝙣𝙙𝙚 𝙙𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙞𝙣𝙨𝙩𝙞𝙩𝙪𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨, 𝙨𝙞𝙣𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙘𝙞𝙪𝙙𝙖𝙙𝙖𝙣𝙤𝙨”.
En la sesión de preguntas y
respuestas, se abordó el tema de la exacta percepción de la ciudadanía en
materia de seguridad pública, Hernández Martínez, se incomodó y totalmente
molesta respondió a un reportero de que la administración pasada no le dejó a
la suya un diagnóstico sobre los tipos de delitos que padece la capital, pero
que se han estado basando en las estadísticas que maneja el gobierno federal
para enfrentarlos.
Echarle la culpa al pasado
cuando está a 54 días de haber tomado posesión en medio de una pachanga el 30
de septiembre como primera presidenta municipal de oposición, es una grosería a
la inteligencia de los ciudadanos capitalinos, porque ella venía de ser
diputada local, por lo tanto, conocía la problemática político y social del
municipio de Chilpancingo, además a estas alturas, obligadamente debería tener
su propio diagnóstico y su estrategia de seguridad pública.
Con estas declaraciones
desafortunadas de Hernández Martínez se evidencia de que está gobernando con
las rodillas y la improvisación a flor de piel, lo peor carente de un equipo de
trabajo que la respalde, y a casi dos meses de gestión, ya debería estar dando
resultados para hacer efectivo de que no son los mismos.
Debe entender que la
atención de la seguridad está a cargo de los tres niveles de Gobierno, como
primer respondiente en la prevención del delito, le corresponde a la autoridad
del Ayuntamiento, en la investigación y persecución del delito, el Gobierno del
estado a través de la Fiscalía General del estado y los delitos de alto impacto
(crimen organizado) el gobierno federal.
En tanto los ciudadanos
están para cumplir sus obligaciones con el pago de sus impuestos, pero nunca a
cargo de su propia seguridad, si eso fuera el caso, se tendría que armar, para
hacerse justicia por propia mano, pareciera que es lo que está sugiriendo la
licenciada en periodismo, por ende rehuye su responsabilidad constitucional.
Es de preocupación la
postura infantil, cuando en los hechos en Chilpancingo, se ha incrementado la
inseguridad desde su llegada en robos a casas habitación, negocios, balaceras,
asesinatos e incendio de carros, talleres mecánicos y puestos, y hasta el día
de hoy hay crisis en la seguridad de la
capital.
A manera de justificación
ante la imparable violencia que ponen en riesgo la seguridad pública y decir
que no sólo es competencia de las instituciones de los tres órdenes de gobierno
y de la Fiscalía General del Estado sino de la ciudadanía, “por eso estamos
construyendo los comités de seguridad para que actúen de manera inmediata si
hay un delincuente” y lo enfrenten, dijo, pero les pido tomar sus precauciones,
ante el riesgo de que su agresor esté armado.
Es en verdad una postura
inverosímil, tratar de descargar su responsabilidad como primera autoridad del
Ayuntamiento de Chilpancingo en los Comités de Seguridad, efectivamente es una
figura que data de tiempo atrás, precisamente fue una iniciativa de los mismos
ciudadanos ante la inacción de las autoridades de los tres niveles, pero
principalmente de su demarcación municipal para hacerle frente a la
delincuencia y defender a su familia y patrimonio.
Sin la existencia de esta
figura ciudadana, los agraviados, desde que inició la presente administración
municipal de Chilpancingo, por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional,
exponiendo su propia integridad física, los mismos vecinos han capturado por lo
menos una media docena de presuntos delincuentes, y los han entregado a la
policía municipal y estatal.
Eso se llama también hacerse
justicia por propia mano, y ahora con sus declaraciones
descontextualizadas y totalmente irritada
la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, afirmó de que el
tema de la seguridad no sólo es competencia de las instituciones sino de la
ciudadanía, afirmando que para ello está conformando “comités de vigilancia
ciudadanos”, es una manera justificar su incompetencia y lo peor, exponiendo la
integridad de cada uno de los ciudadanos. ¡Allá ella y su conciencia!