Consumo de algunos alimentos que activan nuestra ansiedad, estrés y cuestiones hormonales, son los detonantes regulares que desencadenan la migraña, problema de salud con gran impacto en quien la padece, ya que altera el desarrollo de sus actividades diarias, indicó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Guerrero.
En la conmemoración del Día Internacional de la Acción contra la Migraña, este 12 de septiembre, el IMSS reitera la importancia de lograr una vida saludable, con alimentación, ejercicio y descanso adecuado, que permita evitar, en la mayor de las posibilidades, padecer la enfermedad neurológica.
El coordinador clínico de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) N° 9 del IMSS, Jesús Gante Rodríguez, indicó que una persona con estrés “sufre crisis migrañosas”, y por lo regular acuden a la automedicación, hecho que puede parecer que le ayudar de momento, pero a mediano o largo tiempo no será efectivo.
La migraña es una enfermedad neurológica, cuyo principal síntoma es un dolor intenso y pulsátil que afecta la mitad derecha o izquierda de la cabeza y frecuentemente es acompañado de sensibilidad a la luz (fotofobia), al ruido, náuseas y vómitos; causas que provocan dificultades para mantener una vida laboral continua y estable.
El dolor puede estar precedido de manifestaciones neurológicas variadas, que se llaman aura, y consisten en trastornos visuales o sensación de hormigueo en labio, lengua y la mitad de la cara. Puede presentarse visión borrosa o descargas tipo “flashes” o destellos luminosos que afectan al ojo.
Este dolor de cabeza puede ser altamente incapacitante y más frecuente en mujeres, ya que en un gran número de ellas contribuye el ciclo menstrual, comentó Gante Rodríguez.
El estrés y el ayuno prolongado, son factores que pueden contribuir a la aparición de las crisis de migraña, comentó el médico. Agregó que el padecimiento se controla con la vida saludable o bien, con el apoyo farmacológico prescrito por un especialista.