J. Félix Salgado Macedonio ha sido dos veces diputado federal y senador
de la República, y es la hora en que no se le conoce ninguna iniciativa de ley
seria. Lo único que ha dicho y hecho de 1988 a la fecha son puras ocurrencias y
espectáculos en la vía pública.
Tampoco se le conoce alguna gestión social que haya beneficiado a los
guerrerenses.Por eso en 1993 y 1999 perdió las elecciones de gobernador. Lo
suyo es la polémica.
De 2005 a 2008 fue alcalde de Acapulco y la
narco delincuencia se disparó como nunca en el puerto. Gracias a su desastrosa
administración el PRD perdió la presidencia municipal.
Y en su ambición por ser gobernador de Guerrero, el “Toro sin cerca”
–como se autonombra– pretende quedar bien con el presidente Andrés Manuel López
Obrador declarando una sarta de barbaridades.
Se ha confrontado con algunos gobernadores
del país, a quienes ha amenazado con proponer la separación de poderes en los
estados que gobiernan si no se alinean a las decisiones del titular del
Ejecutivo federal.
El Congreso del estado de Jalisco, por ejemplo, lo declaró persona non grata.
Y el gobernador de Nuevo León, Jaime
Rodríguez Calderón, al ser cuestionado por las declaraciones de Salgado
Macedonio respondió: “Debió de andar pedo”.
La última puntada que se aventó es que el presidente López Obrador
disuelva la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y se nombren nuevos
integrantes. Y todo porque los ministros suspendieron la Ley Federal de
Remuneraciones de Servidores Públicos.
En lo particular, no estoy a
favor de los privilegios que gozan en el Poder Judicial de la Federación ni
otras instituciones. Lo que cuestiono es la forma en que el Poder Ejecutivo
pretende someter a otro poder.
Del Poder Legislativo (Cámara de Diputados y
de Senadores) queda claro que están al servicio del Ejecutivo, en especial, los legisladores de Morena,
que aprueban todo lo que les envían
desde el Palacio Nacional. O sea, lo que antes tanto le cuestionaron al
PRI, hoy lo reeditan sin problema alguno.
El político calentano está desesperado. Sabe que la elección de 2021 es su última
oportunidad para ser gobernador. Por eso la quiere hacer de perro guardián de López Obrador desde
el Senado de la República.
El problema de Félix Salgado es que en Morena
no tiene el poder. Sus seguidores son en su mayoría ex militantes veteranos del
PRD adheridos en eso que llaman “Grupo proAMLOPG”.
El mandamás de Morena en la entidad es Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, quien de 2015 a la fecha tiene
la venia de López Obrador para fortalecer su proyecto político.
Ojalá que desde su posición de presidente de la Comisión de la Defensa
Nacional de la Cámara de Senadores, Félix Salgado proponga combatir con
eficiencia la inseguridad que impera en la Tierra Caliente, una de las regiones
de Guerrero más golpeadas por grupos del crimen organizado.
Por lo menos que haga algo por su región de origen. Y no estaría mal que propusiera investigar a
todos los alcaldes y legisladores para ver quiénes están al servicio de la
delincuencia.
La comisión que preside es estratégica. ¿A poco no, mis estimados
lectores?
ENTRE OTRAS COSAS…Han transcurrido más de diez días en que la
fracción parlamentaria de Morena en el Congreso local está sin
coordinador.
Los 24 legisladores morenistasno
se ponen de acuerdo todavía. Están duros los jaloneos, me comentan fuentes del
Congreso.
Y el que de plano declinó su aspiración para participar es el mexiquense
Luis Enrique Ríos Saucedo. Sí, el
suplente de Pablo Amílcar Sandoval, quien al ver la oposición de la mayoría de
sus compañeros de bancada, mejor se retractó.
Veremos quién logra ser coordinador y, por ende, presidente de la Junta
de Coordinación Política (Jucopo).
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