“Trata de ganar dinero; si puedes ganarlo honestamente, hazlo así; si no, trata de conseguirlo de cualquier modo que sea.”
-Horacio-
"Cortinota de
humo", el "atentado", hacia el Secretario de Seguridad de la Cd.
de México, muy al estilo de don Epigmenio Ibarra (Remember: “El señor de los
cielos”). Solo 19 detenidos hasta el momento; es decir, cero bolas dos strikes, sería en lenguaje
beisbolero. Tapiz que se tendió para favorecer y proteger a amigos y allegados
del presidente del país.
Descendiente de viejos
lobos no tan solo de mar, sino de cielo y tierra, don Omar García Harfuch, se
repone de la acción que por fortuna no paso a mayores y su salud goza de gran cabalidad.
Pese a ese telón; bueno
sigamos en la cortina, si se dejó traslucir por varios resquicios que los actos
de “corrupción” de la Familia Ackerman-Sandoval, señalados en un programa de
TV, por el periodista Carlos Loret de Mola de no haber registrado en sus
informes gubernamentales cinco casa y un terreno, son un hecho real y palpable.
Y, que se movió todo el universo corrupto del deslenguado López, para como el
gato, echarle tierra a los hediondo y pestilente de sus actos de ¿omisión?
John, el ahora avecindado
mexicano, destacó en un post de twitter, que es la Red que más le apasiona al
sedicente periodista, de piel delgadísima: "...que nunca hablaría de sus
propiedades porque fueron esfuerzos y bondadosos obsequios familiares".
Pero. . .
La apetencia de los
hermanos Sandoval Ballesteros y Ackerman-Sandoval, ha quedado tan clara como
los altos y bajo relieves de los petrograbados, que su misión-visión, es
Guerrero. Ellos desean y anhelan en su patrimonio político y ¿económico?, el
girón de tierra sacrosanta de Vicente Guerrero y Hermenegildo Galeana.
La familia fifi, que se
revuelca y se dan baño de palabrerío socialista, es muy dada a obviar, olvidar,
soslayar, evadir los puntos importantes en las declaraciones patrimoniales que
como empleados del gobierno deben realizar, por ley. Un medio de circulación nacional,
menciona que el delegado en Guerrero de la nepótica oficina de Bienestar, que
más bien resulta ser una Oficialía de Partes, por sus métodos administrativos,
Pablo Amilcar Sandoval, no ha presentado su declaratoria personal, pese a los
llamados de la oficina a quien debe entregar sus datos, registros de su
herencia personal.
Recuerdo la anécdota en
las palabras de un hermano de un ex presidente de la república que dijo “las
puertas de Los Pinos, se abren desde adentro”. Cuando se lo inquirió a un
político que no lo quiso favorecer con unas bondades, muy peculiares en esos
niveles de la grilla mexicana.
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