Servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos y atención obstétrica; incapacidades, pensión por invalidez y vida, entre sus beneficios
Margarita “N”, de 40
años, es trabajadora del hogar en Guerrero que cuenta con los diversos
servicios médicos y de prestaciones económicas y sociales que ofrece el
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Con 17 años de
antigüedad en este noble oficio, Margarita resalta la confianza y seguridad que
siente, para que en el momento que lo requiera, acuda sin preocupaciones a
recibir algún tipo de atención para recuperar su salud.
Recientemente
Margarita asistió a su Unidad de Medicina Familiar para que le realizaran el
estudio de mastografía para la prevención del cáncer de mama, por lo que acudió
a sesiones de medicina preventiva “nada más para checar cómo andaba, no fuera a
tener algo (una enfermedad) sin saber”, expresó.
Para Margarita,
quien labora en un condominio en la zona turística de Acapulco, se ha generado
conciencia en el sector patronal sobre la importancia que tiene su derecho a la
Seguridad Social.
Al estar afiliadas
al IMSS, las personas trabajadoras del hogar cuentan con: servicios médicos,
hospitalarios, farmacéuticos y atención obstétrica; además de derecho a
incapacidades, pensión por invalidez y vida, Fondo para el Retiro, así como la
protección del seguro de guarderías y de prestaciones sociales.
El Departamento de
Afiliación y Vigencia en la Representación Guerrero, precisa que este tipo de
seguro protege a la persona, en igualdad de condiciones que el resto de
las y los trabajadores asegurados.
Existen dos formas
de asegurar, ya sea presencial, en la subdelegación de adscripción, o por
internet, que es un proceso también muy seguro y que forma parte de las
acciones de prevención contra contagios por COVID-19.
Para Margarita, el
hecho de contar con Seguridad Social en el tiempo de pandemia por COVID-19 “fue
muy bueno, no he tenido la enfermedad, pero me siento con la confianza de que,
si el día de mañana me enfermo, tengo esa atención”.