*Los bonitis, un problema del ayuntamiento de Chilpancingo
En política es muy
común que quienes corretean la liebre no siempre la alcanzan, y son otros los
que se quedan con ella.
Así de paradójica es
la política electoral cuando se llega al momento de la repartición de espacios
laborales.
Lo dijo muy claro
Félix Salgado: No todos los que anduvieron en campaña tendrán un lugar en el
gobierno próximo.
Seguramente fue un
balde de agua fría para muchos que ya se imaginaban un cargo de acuerdo a la
proporción de su esfuerzo y dedicación de tiempo en la campaña para gobernador.
Parece que aunque no
lo quieran, los ganones van a ser algunos que nada tienen que ver con la
izquierda guerrerense y serán los que ocupen estratégicos lugares en la
administración pública.
Y aunque el llamado
Frente Progresista de Guerrero no acepte que figuras provenientes de otros
nichos políticos sean considerados en los futuros nombramientos, so pena de realizar
protestas, está claro que respetará acuerdos e incorporará a su equipo a
personajes como Maricela Ruiz Massieu, Carlos Álvarez, Ramón Almonte, José Luis
de la Vega Otero, y Jorge Salgado Parra.
Todos para una
secretaría o una subsecretaría.
Hay que recordar que
fue Francisco Ruiz Massieu quien incorporó a la política a Félix Salgado
Macedonio, y aunque Marisela seguramente estuvo en la campaña, es alguien que
no puede estar fuera de la jugada los próximos seis años.
Jorge Salgado Parra
una y otra vez ha señalado que en su ex partido lo ignoraron y por eso buscó
incorporarse a la campaña de Norma Otilia y la de Evelyn Salgado.
Así que posiblemente
sea la Secretaría de Desarrollo Social la que le encomienden a este joven
político.
¿Y la izquierda?
Ojalá que no le pase
lo mismo que cuando Zeferino Torreblanca ganó la gubernatura, quien rechazó a
los izquierdistas porque no tenían el curriculum necesario para ocupar espacios
administrativos.
Y es que no es
suficiente con poseer habilidades para gritar y convocar a marchas que saber
gobernar.
Está claro que
Evelyn debe rodearse de gente calificada que le ayude a desarrollar un buen
gobierno.
Así que no se
sorprendan que muchos y muchas queden fuera solo porque sus conocimientos están
lejos de ser útiles para ser parte de una buena administración.
COMPLICADA LA
SITUACIÓN FINANCIERA DEL AYUNTAMIENTO CAPITALINO.
Si hay un problema
que padecen las administraciones municipales es el síndrome del bonitis.
Bonos de todo y para
todos como conquistas laborales en tiempos de vacas gordas que se convierten en
un verdadero dolor de cabeza cuando éstas enflacan.
El problema por el
que atraviesa el ayuntamiento capitalino es un cáncer que originaron otros en
el pasado cuando había recursos para entregar lo que pedían los trabajadores,
aglutinados en los distintos sindicatos existentes en el mismo.
Aunque para algunos,
el problema son los distintos sindicatos, unos reconocidos y otros no, que
cohabitan en el ayuntamiento de Chilpancingo, cuyos intereses pueden coincidir
y en muchas ocasiones no.
Los derechos
sindicales y la libre asociación terminan por convertirse en un lastre para la
institución.
Justamente es lo que
atraviesa el ayuntamiento capitalino, la imposibilidad de pagar el famoso bono
del día del padre, y por lo que ha habido marchas y plantones por parte de los
trabajadores y trabajadoras del H. ayuntamiento.
Un bono que no tiene
un respaldo legal, y encuadra en los famosos usos y costumbres de las prácticas
políticas de los sindicatos del ayuntamiento.
Ahora sabemos que no
hay recursos para pagarles ese bono, y las autoridades del ache ayuntamiento se
comprometen a pagar los salarios hasta que finalice esta administración.
El asunto no es que
las autoridades capitalinas se nieguen a entregar ese famoso bono. El verdadero
problema es que hay un déficit actual de 240 millones cuando al inicio era de
casi 400 millones de pesos.
Además, se cayó la
recaudación en un 70 por ciento de ingresos propios.
Y si eso no fuera
suficiente, el gobierno federal cada vez más le da un giro al cierre de la
llave de la austeridad, por lo que en la última ministración llegaron 2
millones para pago a los trabajadores, cuando al inicio llegaban de 4 a 5
millones de pesos.
Esto es resultado de
los ajustes que hace la federación al restarle al estado 700 millones de pesos,
resultado de la baja recaudación.
No obstante, el
gobierno de Antonio Gaspar sigue empeñado en resolver el problema del bonitis,
y entregar el del padre, que está ocasionando problemas laborales.
Hasta el momento se
han pagado casi 96 millones de pesos, correspondientes a bonos por día de las
madres, día del padre, prima vacacional, primero y segundo periodos.
A bomberos, día del
burócrata, por estímulos por años de servicio, de protección Civil, de
Tránsito, de Policías, así como despensas e incrementos salariales con
retroactivo.
Wilibaldo Valente
Pastor, secretario de Finanzas, acompañado de la síndica Vianey Castorena, y de
la secretaria General, Anacleta López, en conferencia de prensa dijo que para
este año sólo para bono del Día de las Madres se gastaron casi 5 millones de
pesos y gracias al apoyo del gobierno de Héctor Astudillo Flores se pudo pagar.
Sin embargo, el
gobierno de Antonio Gaspar Beltrán ha cuidado el cumplimiento de los derechos
de los trabajadores durante la pandemia del Covid-19, mientras los trabajadores
sindicalizados estaban en su casa.
El problema es que
no se ha podido pagar el bono del día del padre, que cuesta 858 mil pesos que
no se tienen.
Dijeron que el
gobierno de Chilpancingo trabaja para no dejar adeudos a la próxima
administración municipal, y el presidente Toño Gaspar sigue haciendo gestiones
para que los beneficios puedan llegar a Chilpancingo, ya sea en esta
administración o la que viene.