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| Ediberto Tavares Cisneros-PRI |
Semanas, días, horas, segundos y todo llega a la antesala de la finalización de la comedia política, para convertirse en el drama de unos; pero más de otros, Los que atisban desde la oscuridad para ver en su aspirante las apetencias del poder o seguir saboreando el pirulí -lo dulce del presupuesto en obras sociales fantasmas- ese insano sabor de los vericuetos de detentar lo ajeno.
Todos los aspirantes son conocidos entre el electorado, la sociedad sabe quien es cada quien; o, al menos, algunos preguntan a quienes sí saben. Los demás se dejan guiar por el rumor. Pueblo chico infierno grande, reza el dicho. Acá los diablos andan sueltos en ese infierno, donde es esparcida la sutil guerra sucia. La de siempre, la contrainformación, según la cábala de cada personaje de los medios masivos.
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| Alfredo Barrientos Luna-PAN |
La manipulación hará mella más en el votante que en el candidato, pues ellos sí saben por donde van. Las negociaciones están hechas. Lo demás es historia.
Caminan entre las agotadas comunidades, entre los desvencijados caminos, entre las ansiedades poblacionales y una atroz demanda y necesidad de exigir todo y de otorgar nada.
Pese a la falta de credibilidad ciudadana por los personajes en cuestión; al desinterés de integrantes de los partidos en el proceso por apoyar a sus candidatos; pese a la escasa euforia que esto ha despertado, conforme se acerca el olor a plástico de la urna y al papel que se habrá de cruzar; los ánimos siguen tibios. Se desencaja la esperanza, se evapora la fe. Se van, por esos vericuetos del enfado, la inseguridad permea y un futuro más oscuro que las aguas que desembocan en el río Atoyac, las ansias de ir a votar están un día latente; otro, ausente, como los Idus de Marzo.
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| Javier Galeana Cadena-MC |
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| Pablo César Solís Nava-PRD |
Apresuran paso, cambian discursos; entrelazan información, se afanan en sus palabras, caminan apresurados, modulan su voz y buscan los reflectores de la vida, para entenderse con el conglomerado.
El encontronazo se dará entre el PRD y el PRI. Las fibras de ricos y pobres, el supuesto diferendo. La catarsis. Por el PRD, vuelven las mismas y pasadas élites. Los personeros que le dieron vida y billetes desde las cuevas secretas del gobierno. Los descarriados regresan al redil, Cada ave a su nido. Pueda que gane el PRI, no por el efecto "Peña Nieto", ese es pacata minuta, es pasado en historia, es megalítico; sino por los enconos, las envidias, las canijas diferencias. Por ello se aglutinará el voto diferido para esa fracción. No hay mesiánicos en esto, ni golpes de llenadera de urnas, solo es eso, Ni uno ni otro.
El PRD, tendrá que buscar otros sortilegios; apresurar el paso. Casa por casa, pero con otro lenguaje y rotas relaciones nocivas, de un pueblo agraviado. De un pueblo que tiene memoria, pero que le falta decisión abierta, real y honesta consigo misma.
El PRD, va cuarteado, menguado, con personajes nocivos. Despreciables, diría en lenguaje llano y claro.
