martes, 15 de enero de 2013

RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO. Por MarDíez


Son muchas las cosas que nos podemos cuestionar, pero pocos somos los que nos aplicamos a dilucidarlas y sobre todo exponerlas. Transcurren los tiempos y la mentalidad madura y se estabiliza; Como consecuencia se vuelve permisiva con la audacia, la osadía, lo arriesgado; Vamos, con lo aventurado e imprudente.

Todo esto viene a colación porque innumerables veces al leer o escuchar las notas de reconocimiento, hacia la labor de nuestros funcionarios públicos de responsabilidad popular; Se ponderan y magnifican sus acciones, como si de una labor altruista se tratara. De hecho lo que hacen, forma parte de su responsabilidad y compromiso, es importante la observación, ese acervo genético que les posibilitamos en el imaginario colectivo, los hace reinterpretarse en dimensiones incomprensibles para el común de los ciudadanos, les modifica y transforma en entes excepcionales acorde a su formación humana; he allí el distanciamiento que ellos establecen para ser accesibles ante los ciudadanos que los requieren.

En los difíciles procesos de cambio donde la mentalidad social se conflictúa, llega el justo medio y deja instalado en el imaginario colectivo el pasmo con un sabor y sentimiento de rechazo y abandono que genera con el tiempo, dolor y violencia. Como consecuencia de todo ello, la sociedad se convierte en una participante muda, sorda y ciega; Las normas que la rigen se trastocan, los valores que la equilibran se ocultan, los ciclos de cambio que permiten una recapitulación, se tambalean. En tanto, llega la masacre como una pandemia en una sociedad débil, débil por el cansancio de luchar contra una imposición del poder, construido a partir de su sometimiento.

Ser demócratas es ser tolerantes, pero sobretodo, considero que debemos transitar de la cultura de la simulación y la no participación, al camino del compromiso y la participación activa y militante a través de las organizaciones que existen para ese propósito “El derecho a contribuir en el cambio de nuestra sociedad: ¡SE EJERCE, NO SE MENDIGA!