Por unos instantes la sonrisa de Kaori, de apenas tres años de edad, se detuvo. Al jugar en su casa cayó del primer nivel, una altura de tres metros. El incidente le generó de forma inmediata un hematoma epidural agudo, que de no ser atendido de urgencia le ocasionaría muerte cerebral.
Por
unos instantes su frágil cuerpo quedó tendido inerte, para ser
trasladada de urgencia al Hospital General Regional (HGR) N° 1 Vicente
Guerrero del Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) en Acapulco.
En
el trayecto hacia el nosocomio, la menor despertó, sin embargo
iniciaron las convulsiones y vómito, además de la evidente fractura
craneal, relató el señor Leónidas
Cuevas Gatica, padre de Kaori.
Explicó,
que los hechos ocurrieron cuando al salir de la guardería, su hija
menor se dispuso a jugar y “en unos segundos de descuido ella cayó unos
tres metros. Cayó
de lado, inconsciente, y ya no se levantó”.
Al
ser recibida con prontitud en el servicio de urgencia en el Hospital,
se le realizó una tomografía, que comprobó el diagnóstico médico
original. Se había formado
un coagulo, médicamente identificado como hematoma epidural agudo
(HEA).
El
médico neurocirujano del HGR N° 1, Daniel Álvarez Sandoval, explicó que
los HEA, se identifican como una de las patologías quirúrgicas más
frecuentes que son atendidas
y niños y adolescentes, asociadas con las fracturas.
Los
síntomas de esta patología deben ser identificados por la población,
para que caso de que ocurra un golpe de este tipo, sea conducido de
urgencia con un médico;
las características son: vómito, somnolencia, estupor y hemiparesia (se
refiere a la disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que
afecta un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo).
De
acuerdo con el especialista, anualmente el HGR N°1 registra 20 casos de
hematoma epidural agudo en menores –de cero meses a jóvenes de 20 años
de edad-; indicó
que se registra una mortalidad de 30 por ciento de los mismos, debido a
que el paciente no es llevado con prontitud a recibir atención médica.
“Se
pierden los reflejos neurológicos y en término de ocho a 12 horas el
paciente ya está en muerte cerebral, entonces ya es una evolución
progresiva a la muerte
cerebral y la muerte clínica del paciente”, explicó.
En
el caso de Kaori, precisó, el hematoma fue extra cerebral, es decir, no
fue dentro del cerebro, por lo que al quitar de manera oportuna el
coágulo, el paciente
se recupera de manera íntegra. Actualmente, la menor, quien el próximo
27 de enero cumplirá los cuatro años de edad, goza de una excelente
salud y se prepara para cumplir su estancia en guardería.