Sin
importar la época del año, es indispensable que los niños inicien,
mantengan o retomen una buena alimentación es decir, que los padres
envíen un refrigerio o
lunch nutritivo y saludable, que aporte nutrientes y vitaminas que
ayuden al desarrollo físico, emocional y académico de los infantes.
El
lunch saludable consiste en seguir medidas básicas y sencillas
proporciona a los niños salud y evita el sobrepeso y obesidad, que
además de las afectaciones físicas
provoca repercusiones sociales que pueden afectar su autoestima y
desarrollo social y afectivo, explicó el supervisor de Nutrición y
Dietética delegacional, Óscar Rabadán García
Ya
sea para nutrirlo en la escuela o en el hogar, Rabadán García comentó
que la propuesta del IMSS de un lunch equilibrado consiste en: un
producto lácteo (leche
o yogurt o queso), una porción de fruta o verdura de la estación
(manzana, pera, guayaba, naranja, piña, sandia, uvas o zanahoria,
pepino, jitomate, jícama etc.), una porción de cereal (pan integral, pan
tostado, galletas integrales, tortilla de maíz o de
harina) y muy importante siempre, acompañar los alimentos con agua
natural.
Recomendó
a los padres de familia no permitir que los niños se “salten” los
alimentos del desayuno, pues se ha comprobado que los menores que no lo
consumen por
falta de apetito, presentan carencias de vitaminas A, B2, B6 y D, ácido
fólico, hierro, magnesio, fósforo, zinc y calcio que contribuyen a su
buen desarrollo.
La
práctica de algún deporte, de acuerdo con la edad, es también
fundamental. El correr en algún parque, incluirlo en la práctica de
fútbol, voleibol, basquetbol
o natación, son algunos buenos ejemplos que los padres pueden tomar
para incluir a los niños e integrarlos a un ambiente 100 por ciento
saludable.
El
especialista en alimentación recomendó a los derechohabientes a que
acudan con su consulta con su médico familiar o a los módulos
PrevenIMSS, ubicados en la Unidad
de Medicina Familiar (UMF) de su adscripción, para recibir información
sobre una alimentación adecuada.