Hay que decirlo. De cada
peso que se gasta en el país, el gobierno federal ejerce el 80 por ciento; los
gobiernos de los estados el 16 por ciento, y sólo el 4 por ciento lo ejercen
los municipios, lo cual no tiene sentido, pues son precisamente los gobiernos
municipales quienes están más cercanos a la población y les compete la solución
de los problemas.
Tienen pues razón los
presidentes municipales de todos los partidos políticos, de exigir al gobierno
federal una reorientación de los recursos públicos, pues mientras éste se da el
lujo de lograr “ahorros” y tener subejercicios, los ayuntamientos del país
viven en números rojos, endeudados y ahorcados por la falta de recursos,
incluso para pagar la nómina de trabajadores.
Sin duda, pues, es justa
su demanda. Justa, ni duda cabe, la exigencia del alcalde de Chilpancingo,
Antonio Gaspar Beltrán; de Eduardo Neri, Natividad López González, y de Tixtla,
Erika Alcaraz Sosa, entre otros alcaldes de Guerrero, como de otros estados del
país, de mayores recursos para sus municipios.
Es indiscutible que en
Guerrero, como en el resto del país, el problema es de recursos, en primer
término, para atender y resolver las demandas de la población que requiere obra
pública y servicios, pero también para incentivar el desarrollo de los
municipios que son, hay que decirlo, donde se encuentran los verdaderos
problemas del país.
Es pues en los municipios
donde no solo se encuentran los problemas, sino también donde se asienta la
gobernabilidad del país, de tal forma que su atención no solo debe ser
prioridad, sino también inmediata. No hacerlo, ignorar sus demandas, pone en
riesgo la paz social del Estado como tal.
Urge pues que el gobierno
federal, el que encabeza Andrés Manuel López Obrador regrese a ver a los
municipios del país, que reoriente los recursos públicos y que les destine un
mayor presupuesto. Y es que el 50 por ciento de los más de 2 mil 500
municipios, se encuentran colapsados financieramente.
Por supuesto que hay que
aplicar la ley a los responsables, eso es indiscutible, aunque ello debe ir
aparejado con un rescate financiero. Y es que así como no puede paralizarse el
gobierno federal, es impensable que los municipios dejen de operar por la falta
de recursos.
No. No es ningún show
mediático el de los alcaldes que como Antonio Gaspar Beltrán, Natividad López González
y Erika Alcaraz Sosa, y el resto del país, protestaron en la entrada del
Palacio Nacional en exigencia de una audiencia con el presidente Andrés Manuel
López Obrador, a fin de obtener mayores recursos para sus municipios. Es, hay
que decirlo, una exigencia justa para que los gobiernos que encabezan, puedan
seguir cumpliendo con la población que gobiernan.
Lamentablemente, y esto
hay que puntualizarlo, no hay, hasta ahora, apertura por parte del gobierno
federal. El presidente de la República, en vez de recibir y escuchar a los
alcaldes que decidieron acudir a buscarlo en Palacio Nacional en busca de
mayores recursos para sus municipios, decidió rociarlos con gases lacrimógenos.
Comentarios:
julio651220@hotmail.com