miércoles, 11 de julio de 2018

HABLANDO DE TRAICIONES EN EL PRI…Por Adrián Rueda.

A cuatro años de que fuera obligado a renunciar a la presidencia del PRI del DF, acusado de tejer una supuesta red de prostitución al interior del partido por medio de edecanes, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre dice quiénes lo atacaron.
En entrevista en sus oficinas particulares, el ex dirigente tricolor asegura que antes de que estallara el escándalo de las edecanes recibió varios “avisos” para que dejara la presidencia del partido, porque en Los Pinos no estaban muy a gusto con sus acciones.
Cuenta que una vez fue llamado por Aurelio Nuño, entonces Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, para decirle que “a nombre del Presidente Enrique Peña”, no tocara a Miguel Ángel Mancera “ni con el pétalo de una rosa”.
Y es que Gutiérrez de la Torre había estado organizando manifestaciones en contra del Jefe de Gobierno, considerando que el PRI era oposición y su tarea tendría que ser la de señalar errores.
Dice que después de ese “mensaje presidencial”, le bajó con Mancera, pero siguió protestando en algunas delegaciones, lo cual cree que no fue bien visto desde la Presidencia.
Cuauhtémoc comenta que una vez Miguel Ángel Osorio Chong le habló de la posibilidad de integrarle a un puesto en el Gobierno Federal, pero que le respondió que no, pues él siempre había querido presidir su partido.
Cree que la intención del ex secretario de Gobernación fue impedir que llegara a la dirigencia local, lo cual no pudo evitar, ya que Gutiérrez de la Torre se impuso por medio de una amplia votación en las elecciones internas.
Una vez que ganó le mandaron como cuña al ex gobernador tabasqueño Manuel Andrade, a fin de que como delegado especial del CEN en la capital pudiera intervenir en las decisiones del partido.
Como Cuauhtémoc jamás le hizo caso, fue entonces que –según él-, el dirigente nacional César Camacho urdió el asunto de las edecanes y para detonarlo, utilizó a la periodista Carmen Aristegui, quien dio a conocer el caso.
Una vez difundido, Gutiérrez de la Torre fue atacado por varios flancos, incluso fue crucificado en redes sociales, lo cual lo obligó a renunciar y a pedir que la Procuraduría General de Justicia del DF lo investigara, cosa que hizo.
Cuenta que las autoridades hicieron peritajes en sus oficinas, llamaron a declarar a 308 personas y revisaron con lupa todos los movimientos financieros del partido. Al final se concluyó que no había nada en su contra, pero el daño ya estaba hecho.
Fue deshabilitado políticamente, pero también en su persona, pues cayó en una profunda depresión y estados de ansiedad que lo obligaron a buscar ayuda profesional, pero las secuelas continúan, pues no lo dejaron ser diputado local “por su mala fama”.
P.- Quiero entrar a un tema que seguramente te sigue doliendo, y si no quieres contestar me lo dices. Tú batallaste mucho para llegar a la presidencia del PRI, lo agarraste en plena desgracia y le diste un levantón, pero a alguien no le gustó y vino todo un escándalo de una supuesta red de prostitución al interior y eso fue lo que te tumbó, ¿fue de adentro?
R.- Fue de adentro con ayuda de afuera.
P.- ¿Quién de adentro?
R.- A mí me mandan a un delegado que fue gobernador de Tabasco, Manuel Andrade. Al principio, en un evento con mujeres estaba César Camacho Quiroz, que era el presidente nacional, y en ese evento se acerca Mariana Moguel; lo saluda a él, me saluda a mí y me dice: esta chamaca quiere ser pero ya le dije que se forme. Dije está bien, que se forme, porque sí va a estar un poco complicado, pues ni siquiera cumple con la militancia requerida y ya, ahí pasó. Ya después, a Manuel Andrade la verdad es que ni lo pelaba, muy delegado del CEN pero yo no lo pelaba. Iba a verme ¿y para qué lo pelo? Porque no me abona, o sea es un cuate que viene de Tabasco, no vive en la ciudad y ese es el problema del CEN, que te manda delgados con el fin de espiarte, no de ayudarte y entonces, como yo no lo pelaba, él se fue enojado porque además no había mucho presupuesto. Yo ordené las finanzas del partido, ahí están las auditorías, las copias certificadas.
P.-  Debían la luz, el teléfono y rentas, ¿no?
R.- No bueno, no nos querían poner ni el SKY ni nada porque se debía todo.
P.-  ¿Estaban en el Buró?
R.- Estábamos en el Buró. Y total, logré yo saldar la deuda, al principio yo le metí de mi dinero para pintar el partido, para poner esto, para poder lo otro, porque realmente estaba muy fuerte el tema de la nómina. A la gente tardaban un mes en pagarle, entonces tuve que reordenar las finanzas del partido y después vino toda esta serie de molestias porque yo empiezo a hacerle crítica al gobierno de Mancera, que además es mi amigo. Pero una cosa es la amistad y otra cosa es que somos adversarios, entonces de Los Pinos se molestan.
P.-  ¿Se molestaron en Los Pinos porque el PRI criticaba a Mancera y al PRD?
R.- Si, se enojaba Aurelio Nuño. Si quieres nombres ahí están, y se los digo en la cara, ¿eh?. Entonces, se molestaba mucho y me mandó a llamar una vez, bueno varias veces hablé con él. Le digo: ustedes ni un chicle nos han dado y eso que somos del mismo partido, no estoy diciendo que nos lo den, estoy diciendo que por lo menos atiendan la demanda que estamos gestionando con ustedes. Y en una de esas me manda a llamar a Los Pinos, incluso solo, pero yo siempre me llevaba a una de mis gentes cercanas porque siempre hay que tener un testigo, no hay que creerles a estos. Entonces voy y me dice que a Mancera no había que tocarlo ni con el pétalo de una rosa.
P.-  ¿Así te lo dijo?
R.- Sí.
P.- ¿Aurelio Nuño?
R.- Que era una orden el Presidente.
P.-  Aurelio era jefe de la Oficina de la Presidencia.
R.- Era el jefe de la Oficina, así es.
P.-  ¿Y no le hiciste caso?, ¿o sí?
R.- No, bueno, ya no me metí con Mancera, me metí con las delegaciones. Les armaba mítines afuera de las jefaturas delegacionales y entonces eso también irritó, se encabronaron y de repente a mí me hablan para decirme de este escándalo (las edecanes) y el reportero me dice: ¿quieres decir algo? Le dije: no, porque es una mentira, es una escena montada. Y al otro día viene el escándalo con esta sicaria mediática que es Carmen Aristegui. No se le quita ahí el asunto de que la verdad absoluta es de ella; eso también es soberbia, mucha soberbia de esta señora, y entonces empieza a manejar la información y me habla Camacho; nunca Camacho me había hablado.
P.-  ¿César Camacho, que era presidente de tu partido?
R.- Me habló a las ocho de la mañana y me dice: ¿ya oíste? Le digo, ¿qué? Me dice, es que ponle en MVS, sal y contéstale. Entonces le contesto a Aristegui y se puso furiosa porque sí le contesté bastante bien. Después vino toda esa ola, ese huracán.
P.-  ¿Te pidieron que renunciaras, no?
R.- Sí, fíjate que al principio pedí licencia. Cuando viene todo este escándalo, Cesar Camacho me dice denunciante tú. O sea, que yo me denunciara a mí mismo para que vieran que no había nada, supuestamente para que me investigaran. Yo estaba pidiendo la investigación pero lo más chistoso de esto es que Manuel Andrade me esperó en la Procuraduría; es más, él ya llevaba hasta un machote y después viene la entrada de la denuncia.
P.-  ¿Sí te denunciaste?
R.- Sí me denuncié, es que en ese momento la verdad no supe qué hacer y estaba ante un frente que no podía saber qué hacer. En mi lógica pensé que el presidente nacional estaba apoyando en este asunto.
P.- ¿Y te estaba tendiendo la camita?, ¿César Camacho fue el que maquinó todo esto?
R.- César Camacho con Manuel Andrade, y seguramente con Aurelio Nuño.
P.- Te hicieron pasar como un depredador sexual, una campaña mediática muy fuerte aunque al final nada se comprobó.
R.- Pues no. Ahí está el no ejercicio de la acción penal. En el Ministerio Público declararon a 308 personas. Ni El Chapo tiene declaraciones de tanta gente. Se fueron a hacer pruebas de todo, midieron escaleras, se metieron a las oficinas, echaron ese líquido para ver si había rastros de quien sabe qué.
P.- O sea un peritaje a fondo.
R.- No, no, hicieron una investigación no exhaustiva, lo que le sigue.
P.- Una investigación criminal.
R.- Pero lo que le sigue. Mandaron traer a toda la gente, haya estado o no haya estado en el PRI.
P.-  ¿De la declaración de esas 308 qué resultó?
R.- Nada.
P.-  ¿Ninguna?
R.- Ninguna, por eso hay que leer el expediente, porque eso es lo más importante.
P.-  ¿Y cuándo te diste cuanta que tu partido te estaba tendiendo una trampa?
R.- Cuando en mayo me pide Camacho que lo vea y (José) Encarnación, que también había sido parte de…
P.-  ¿Encarnación Alfaro?
R.- Sí, aunque él diga que no. Él crea lo que se llama las “Mujeres de hierro”. Le pide a Verónica Sentíes y a Lorena Villavicencio que formen esto y hagan desmadre, y todo el rollo y le digo yo, porque el único que me había demandado para salir del PRI había sido Armando Barajas, y de repente le digo a Camacho: ¿por qué tendría que renunciar, si nada más es Armando Barajas? ¡Oh, my God!, como dijeran los gringos. A los dos días se me presentan 30 gentes de María de Los Ángeles (Moreno) para demandar la salida del partido.
P.- ¿A final de cuentas si te orillaron a renunciar?
R.- Cuando te tienen así enganchado, no tienes de otra. Hubo una reunión en la oficina de César Camacho Quiroz, y me acompañó Tonatiuh (González Case),  y César Camacho me dijo: tienes que renunciar. Y le dije que por qué voy a renunciar si soy el primer presidente del PRI electo democráticamente en la historia de la Ciudad de México; y me dice: a ver mi querido Cuauhtémoc, esto no es jurídico, es político.
P.- ¿Así te lo dijo de plano?
R.- Así me lo dijo. Me dice: mira, aquí está el fogón, tú me dices si le bajo o le subo a la flama. ¡Así de cabrón! Y pues así estuvo y ni modo, a renunciar y a enfrentar el proceso.
P.- ¿Qué fue lo más doloroso de eso?, porque personalmente te despedazaron.
R.- No midieron las consecuencias. Yo entré a este partido a los 14 años y que mi carrera política no se la debo a ninguno de ellos, y que no se vale que los liderazgos que venimos de la base, de los que sí barremos piso del primero para arriba te pongan como los que son soldados y solamente puedes llegar a ser capitán, pero no puedes llegar a ser general. Entonces eso lastima a la base, lastima a la gente y te desilusiona, y a pesar de esa desilusión y a pesar de yo haber enfrentado no solamente el proceso de la Procuraduría, no solamente los amparos que se pudieron requerir al tribunal federal, enfrentar las auditorías del Instituto Electoral de la Ciudad de México, que también mandaron a hacer cuestionarios a todas las compañeras del partido…
P.- ¿Que si las presionabas?
R.- Sí, que qué habían visto, que qué pensaban. Y enfrentar el proceso interno de la expulsión, porque lo que me dieron fue un bazucazo y esa es la verdad de las cosas. No ha sido fácil, he tenido problemas muy fuertes de depresión, de ansiedades que antes no tenía. Al final de cuentas sí he sido fuerte y lo he enfrentado y ahí están los resultados. Un medio de comunicación, el que tú quieras, también no puede andar diciendo tantas cosas para destruir a una gente. Pues yo respeto la libertad de expresión pero también respeten la mía y mis libertades colectivas que me da la Constitución. Yo tengo derecho de participar en política constitucionalmente, no estoy impedido, pero ah, no, ahora te impiden porque tú tienes negativos. Bueno, yo nada más quiero ver los negativos que tuvimos en la ciudad cuando yo ni siquiera estuve en un solo cargo de estrategia política de esta campaña. Y así estuvieron las cosas y a mí me parece que cuando tienes un medio y si estás insistiendo todos los días, acuérdate que la mentira si la repites mil veces la quieres convertir en verdad, y eso es lo que no se vale. Y lo digo porque a final de cuentas sí hay sicarios mediáticos.
P.- ¿Recibiste alguna disculpa de Aristegui?
R.- No.
P.- ¿Y en cuanto al prestigio lo has podido rehacer, cómo has salido con eso? Porque en las redes sociales y en los medios eras casi como que no se junten con Cuauhtémoc, es un monstruo. ¿Cómo enfrentaste eso?
R.- Mira, a mí me vale madre lo que piensen los de arriba. O sea, ya es un momento en que he reflexionado.
A mí me vale madre porque a fin de cuentas ni te van a invitar, ni te van a decir hazte para acá. O sea que a mí me vale un comino lo que piensen, no me importa. A mí me importa lo que piense la gente, lo que piensen mis bases, lo que piense mi estructura, mis liderazgos. Esos no me los han podido desmantelar, trataron de hacerlo con Mauricio López y con esta muchacha Moguel, porque pues llega Moguel de repente y no pudieron hacerlo. Ya no van a poder hacerlo porque también se les acabó el tiempo y también se les acabo el poder.
P.- ¿Ahora tu sales a la calle y ya la gente  te ve normal?
R.- Es que nunca ha habido alguna anormalidad.
P.-  ¿Después de esa campaña no tuviste problemas para salir?
R.- No, inmediatamente yo fui a la Merced, fui a Sonora, me metí a caminar Iztapalapa. O sea, yo quería ver si había algún sentimiento; la gente me saludaba, la que me conoce y nunca recibí yo un reclamo de alguna persona, nunca recibí un reclamo. No como Alejandro Encinas, que ese si cometió un delito porque acuérdate que cuando éramos diputados federales él, en la cajuela de su carro, metió al hermano de Leonel Godoy y lo escondieron en la oficina de Jesús Zambrano durante tres días y después lo sacaron para que protestara como diputado federal y adquiriera el fuero. Después lo desaforan  porque le comprueban que está ligado con Los Caballeros Templarios. Y entonces, ¿porque si estás encubriendo a un delincuente no se aplica la ley? Si no es tu familiar, no es tu hermano ¿Ahí porque no se aplicó la ley? Todavía tuviste el cinismo de subirlo a la cajuela de tu carro. Ahí están las imágenes, porque a final de cuentas lo sentaron en frente de mí, por eso te digo.
P.- ¿Tienes algún rencor, odio o algún ánimo de revancha contra Aurelio Nuño, César Camacho o Manuel Andrade?
R.- Pues mira, no se vale que entre compañeros de partido hagamos estas chingaderas, a final de cuentas estábamos jugando en la misma cancha y mejor te hubieran dicho: sabes que hazte a un lado.
P.-  ¿Nunca te dijeron por las buenas: oye, hazte a un lado?
R.- No, el único que me había dicho antes de que fuera había sido Miguel Ángel Osorio Chong, que el Presidente me quería llevar al Gobierno Federal, y yo le dije que no estaba  buscando chamba; estoy buscando ser presidente del partido, siempre es lo que he querido y no les estoy pidiendo que me ayuden, porque además no me ayudaron, sólo estoy diciendo que suelten el proceso porque la mayoría de los Consejos Políticos nosotros los habíamos ganado. Iba a ser una asamblea de consejeros políticos y no puesta por mí, porque me hubiera gustado tener un enfrentamiento en el territorio; o sea, con la gente. Y  bueno, pues a final de cuentas ahí estuvieron los resultados.
P.- Te querían llevar al Gobierno Federal para que no compitieras y al final ganaste, pero la manera como te sacaron fue brutal, ¿no?
R.- Además de eso muy escandalosa. A mí me parece que ese trato no me lo merecía a pesar de que yo no les rendía honores, porque a final de cuentas yo estaba sirviendo al partido,  pero ellos se molestaron mucho porque en una entrevista que me hace El Universal, yo digo que ni el Presidente iba a proponer aquí en la ciudad; que iba a ser una elección democrática. Estoy hablando del Presidente de la República, entonces eso también le molestó y a Camacho, le irrito bastante que yo dijera que no era mi amigo, le encabronó.
P.-  ¿Y no era tu amigo?
R.- No era mi amigo, nunca he comido con él, nunca he salido con él. Me dice que por lo menos no digas eso. Yo dije: eres el presidente nacional yo te respeto, eres mi compañero de partido, pero tú y yo no somos amigos, así fue.
P.-  Dicen que no te mata te hace más fuerte y aquí estas, ¿Vas a seguir en la política?
R.- Pues estoy en la política, no me he ido.
P.-  ¿En la política activa vas a seguir con tu partido?
R.- No lo sé, lo que sí quiero es que los cuadros queden lo mejor estructurados posible y que en tres años tengamos competitividad, y si no, pues a darle vuelta a la hoja y hay otras opciones o crear una nueva opción.

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