Todavía no asumen funciones
como diputados locales y ya andan muy alzaditos.
En efecto, me refiero a los
morenistas y/o pejistas que el pasado
1 de julio fueron favorecidos en las urnas por el efecto AMLO, ya que por su propia cuenta no lograrían derrotar a
los candidatos del PRI y el PRD.
Tanta es su embriaguez de poder que ya amagan con
vetar todas aquellas iniciativas que tengan el sello de Casa Guerrero. Y para
eso harán valer su mayoría en la LXII Legislatura.
Harán
todo aquello que cuestionaron en su momento del PRI, PAN y PRD: avasallar.
Se entiende que a partir del
1 de septiembre tendrán el control del Congreso local y que serán críticos del
gobierno que encabeza el priista Héctor
Astudillo Flores.
Lo
cuestionable de los futuros diputados de Morena es hacer política con el hígado
y no con el cerebro.
Que la mayoría sean
rebeldes, buenos para gritar consignas y bloquear calles y carreteras, se
comprende. Pero ser legislador implica una gran responsabilidad pública, ya que
no solamente es subir a tribuna a condenar hechos cometidos por alguna
autoridad, sino ser tolerantes con los demás legisladores que piensan diferente
y pertenecen a otro grupo parlamentario.
Ser
opositor político no es estar siempre en contra de todo.
En un Parlamento o en un
Congreso se debaten ideas y se cabildea
para aprobar una iniciativa de ley o un punto de acuerdo. Y para ello se
requiere aplicar la diplomacia y no los insultos.
Los diputados electos de
Morena, en lugar de actuar con el hígado y ser pastoreados por el intolerante Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros,
deberían actuar de manera inteligente y ver más allá de ideologías.
Guerrero
requiere la unidad de todos y no a una clase política confrontada. Se puede ser
opositor sin desgastarse en incendiarios discursos.
De Pablo Amílcar Sandoval se
entiende su estrategia. Confronta porque pretende ser candidato a gobernador en
2021. Y para ello utiliza a algunos ingenuos que le hacen el caldo gordo.
Estaremos atentos del papel
que realicen en la LXII legislatura local. Ojalá ya para el 1 de septiembre
entiendan que todo lo que propongan y aprueben repercutirá, ya sea a favor o en
contra del pueblo de Guerrero.
ENTRE
OTRAS COSAS… El alcalde electo de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán, se pronunció a
favor de descentralizar las dependencias federales y trasladarlas a los
estados, tal como lo ha propuesto Andrés Manuel López Obrador. Y agradeció que el
próximo titular del Poder Ejecutivo federal ponga los ojos a Chilpancingo,
ciudad en la que se tiene contemplada trasladar la Secretaría de Salud federal,
ya que –dijo– “va reactivar la economía de la capital y habrá mayores garantías
de seguridad”.
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