viernes, 31 de enero de 2020

LAS 'FAKE NEWS' DEL CORONAVIRUS DE WUHAN Laura Marcos



LAURA MARCOS
Más de seis mil personas en el mundo están, en estos momentos, infectadas por el coronavirus de Wuhan, un nuevo tipo de coronavirus detectado por primera vez en diciembre de 2019 en China. Ahora, el virus comienza a expandirse por otros países, y hay algunos casos aislados en el resto de continentes; también en Europa e, incluso, en España (en Málaga, permanece ingresado en aislamiento un hombre tras entrar en contacto con chinos en la zona infectada.)

Se contabilizan unas 170 personas fallecidas hasta ahora, y la OMS llevará a cabo varios encuentros para determinar si estamos ante una emergencia sanitaria global.

Cada vez que un nuevo tipo de virus amenaza a la población humana, es normal que se desencadene cierto alarmismo social. Ocurrió ya con la gripe A, extinta en 2010, que se cobró 18 000 vidas humanas. No obstante, cabe destacar que la gripe estacional común, provocada por el virus influenza, acaba cada año con la vida de entre 290 000 y 650 000 personas en todo el mundo.

Por tanto, cabe preguntarse si tanto alarmismo está justificado. Al menos, hasta que las autoridades sanitarias establezcan un estado de emergencia.

Además, en este tipo de alertas hay un problema añadido: cuando una noticia global genera tanto estrés generalizado, es habitual que fluyan noticias faltas, informaciones no contrastadas, rumores… Las denominamos fake news, y estamos acostumbrados a oír hablar de ellas, pero no tanto a discernir entre las fantasías y la realidad.

¿Qué fake news rondan en torno al coronavirus de Wuhan? ¿Cómo aprender a distinguir si una información es falsa?


El coronavirus se cura con ‘lejía’
Se trata de una de las soflamas más sorprendentes que se han extendido en los últimos días en torno a la noticia del coronavirus de Wuhan.

La aparente base sobre la que sustenta este peligroso bulo reside en un líquido que contiene dióxido de cloro y cloruro de sodio (los componentes químicos de los desinfectantes industriales), y que sería vendido como un supuesto “elixir de la vida”. El producto en cuestión se comercializa como Miracle Mineral Supplement (MMS) o spray 20-20-20. Pero, además, este líquido se presenta como capaz de curar casi cualquier tipo de enfermedad (sida, cáncer, enfermedad de Crohn).

Por supuesto, esta empresa lleva años enfrentando numerosos problemas legales.

En cuarentena
El coronavirus acabará con la humanidad
Ya sabemos que a los seres humanos nos encanta el apocalipsis. Dado que el coronavirus de Wuhan es un virus nuevo, y potencialmente mortal en algunos casos, es normal que tanto la OMS como los gobiernos establezcan protocolos sanitarios estrictos, como las medidas de cuarentena, como medio de precaución.

Pero no olvidamos que los coronavirus son los mismos virus que provocan los resfriados comunes, y que las personas que están en riesgo de sufrir complicaciones graves (o sí, incluso la muerte) son niños, anciamos, embarazadas y personas con el sistema inmunológico deprimido, o que ya contaban con algún tipo de afección respiratoria que el propio virus esté agravando. La neumonía es lo que está, a grandes rasgos, matando a poco menos de dos centenares de pacientes que han fallecido hasta ahora por el coronavirus. Pero es muy difícil que pueda matar a un adulto sano.

Con todo, para mayor seguridad, es recomendable tratar de evitar la propagación tosiendo o estornudando en un pañuelo desechable o en la manga de la ropa que vayamos a lavar.

Si eres una persona vulnerable (y si no lo eres, también, para evitar la propagación), trata de seguir estas recomendaciones, que han dirigido estos días los profesionales sanitarios. Más allá de estas medidas de precaución, por ahora, el coronavirus no debería suponer mayor problema.

Coronavirus en el laboratorio
El coronavirus es un experimento de laboratorio diseñado para matar
Por supuesto, tampoco faltan las teorías conspiranoicas respecto del coronavirus de Wuhan. Circulan hipótesis (no fundamentadas en ningún dato o evidencia) de que este nuevo virus habría sido elaborado en algún laboratorio de Canadá para ser inoculado voluntariamente a la población, y proceder a su destrucción. Otra soflama más cuyo origen reside en el gusto de los humanos por lo catastrofista.

El hecho de que se haya descubierto un nuevo virus potencialmente mortal, y que este se esté propagando rápidamente en distintas partes del mundo merece, por supuesto, nuestra atención y que las autoridades dirijan sus esfuerzos a comprender y prevenir sus efectos en la población.

Pero por el momento, y teniendo en cuenta cómo se comportan otros virus, no nos queda más remedio que ser racionales y relativizar la potencial gravedad del coronavirus de Wuhan, al menos, hasta que tengamos información rigurosa y contrastable.



Bill y Melinda Gates tienen la vacuna desde 2015
La fundación Bill y Melinda Gates es una ONG filantrópica que se dedica a financiar la lucha contra enfermedades diversas. Un desinformado (y no sabemos si malintencionado) tuitero difundió el rumor de que la fundación Gates ya patentó la vacuna de este coronavirus en 2015. No obstante, lo que el difusor de esta fake news no advirtió es que coronavirus es una palabra general para hablar de muchos tipos de virus.

La realidad sobre el asunto es que, en efecto, ya había una patente de vacuna contra un coronavirus desde 2015, pero no contra el coronavirus de Wuhan: la patente en cuestión estaba diseñada para tratar un tipo específico coronavirus que afectaba a aves.



¿Cómo identificar las noticias falsas?
Para aprender a diferenciar si estamos ante una noticia falsa o no, no basta solo con utilizar el sentido común. A veces, no se trata de ideas tan alocadas como la medicina milagrosa basada en lejía: en ocasiones, algunas noticias falsas nos pueden parecer verdaderamente creíbles.

Para asegurarnos, debemos identificar siempre la fuente de origen de la información, que deberá ser una autoridad científica o un organismo especializado. Si la fuente no está a la vista, o el medio de comunicación del que procede no goza seriedad o prestigio, desconfía.

LAURA MARCOS
MUY INTERESANTE