lunes, 28 de septiembre de 2020

ZONA CERO / A 6 años, nada se sabe de los 43 / Por Roberto Santos

 


*Carlos Reyes, por mayor seguridad para ganaderos de Costa Chica


Se cumplieron 6 años sin que sus padres sepan dónde se encuentran o a dónde se llevaron a los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

Tampoco el gobierno federal actual da respuesta convincente a las preguntas que los padres y la sociedad mexicana enarbolan para saber de ellos.

Salvo que ahora persiguen y detiene a quienes se encargaron de investigar y dar salida a los hechos, con un planteamiento que desde entonces y en este espacio se dijo, de alargar las pesquisas para cansar a los padres.

Nunca imaginaron que éstos nunca se cansarían y que se volverían un problema para el gobierno de Peña Nieto y para el actual, que prometió investigar y resolver el caso.

La hipótesis que sigue en el aire es si el gobierno federal estará dispuesto a investigar a los militares a quienes voces múltiples señalan de estar involucrados en los hechos, además de policías federales, sin mencionar a los municipales, quienes compartían papeles entre sicarios y agentes de la ley. 

A estas alturas, la mayoría de quienes participaron por Guerreros Unidos y policías municipales ya gozan de libertad, y en una segunda parte, serán encarcelados los funcionarios del gobierno federal de Enrique Peña Nieto.

Ahora que se cumplieron los seis años, vale traer a este espacio la demanda que planteo la Asociación Nacional de Egresados de Ayotzinapa, que no debería quedar en el limbo.

Ellos demandan saber ¿si estuvo a no metida la mano de cártel de Los Rojos en esos hechos?

Además, exigen que la directiva del Comité de Alumnos de ese año dé respuesta del por qué enviaron a los alumnos del primer semestre, siendo los más inexpertos, conociendo que Iguala era altamente peligrosa para ellos.

Piden debatir acerca de los hechos en un espacio público para que los demás sepan los motivos que les llevaron a mandar a ese grupo de jóvenes a Iguala.

Es decir, afortunadamente hay personas conscientes que rechazan el papel que obligan a jugar a los jóvenes normalistas.

Por eso y por la dura experiencia de los padres de familia, y por respeto a quienes mandan a sus hijos con el deseo de que estudien y puedan salir de la pobreza en que se encuentran, el gobierno federal debería tomar en sus manos el destino de la normal de Ayotzinapa.

Bien haría en arrebatar a los jóvenes de esos grupúsculos atrasados ideológicamente y pseudorevolucionarios, que los manipula y convierte en carne de cañón para sus negros intereses.

EL PERREDISTA CARLOS REYES RECIBIÓ QUEJA DE GANADEROS DE LA COSTA CHICA acerca de la inseguridad y de que no hay mercado para su ganado.

A esto respondió que si no se atiende este problema no podremos ser productivos ni atractivos para la inversión.

El dirigente perredista de Alternativa Democrática Guerrerense (ADG) sostuvo reuniones este fin de semana con liderazgos de los municipios de Tlacoachistlahuaca, Ometepec y Xochistlahuaca, con miras a fortalecer sus aspiraciones para la candidatura a la gubernatura por el PRD.

Y, en rueda de prensa, señaló que se necesita retomar control de la problemática de violencia que afecta a esa zona, con humildad y firmeza.

Señaló que para ello se requiere un gobierno “fortalecido por su pueblo, y que tome las decisiones acertadas para frenar esta ola de violencia”.

En su opinión, si no se atiende el problema de la violencia  “no podemos ser productivos, ni atractivos para la inversión.

El expresidente de la Unión dijo que encontró que los ganaderos de la Costa Chica no pueden vender su ganado, porque ya no salen como antes.

Refirió que ha recibido la queja de que existe un retroceso en esta actividad, que se expresa en la falta de apoyos para adquisición de aretes para el ganado, o la mejora genética, a pesar de que en la región esta actividad es destacada y puede competir con otras regiones ganaderas del país.

Carlos Reyes sigue sus reuniones con sectores productivos para elaborar lo que ha planteado como un Plan para Guerrero, como uno de los dos bloques existentes en el PRD, para alcanzar la candidatura a gobernador.