martes, 13 de octubre de 2020

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias HAF: 5 años de intenso trabajo por Guerrero


Durante diez años buscó ser gobernador del estado de Guerrero. Y en esa búsqueda por el poder le pusieron piedras en el camino, pero él resistió y construyó alianzas, incluso con aquellos que en 2005 le dieron la espalda.

Con él, el PRI perdió por primera vez la gubernatura del estado. De hecho, hubo quienes lo dieron por muerto, políticamente hablando, en aquella elección en que el PRD y su candidato (Zeferino Torreblanca Galindo) ganaron por amplio margen.

Desde luego que esa derrota le afectó severamente. Pero también eso lo motivó a luchar con mayor cautela y no confiar demasiado en ciertos personajes.

Héctor Astudillo resurgió con mayor fuerza de aquella derrota del 6 de febrero de 2005, y diez años después recuperó para el PRI la gubernatura.

Lo que nunca se imaginó es que recibiría el gobierno del estado en una de las situaciones más críticas en su historia, por la inseguridad y los hechos vergonzantes de Iguala y los 43 normalistas desaparecidos.

Asimismo, recordemos, recibió una administración estatal con pasivos superiores a los 18 mil millones de pesos.

El 27 de octubre de 2015, Héctor Astudillo rindió protesta de ley ante el Pleno del Congreso local como gobernador constitucional de la entidad, en donde escuchó atentamente los posicionamientos de los coordinadores parlamentarios y representantes de los partidos de la LXI Legislatura.

Durante su primer mensaje como titular del Poder Ejecutivo estatal, se comprometió a privilegiar el Estado de Derecho sin excepción y anunció una restructuración radical de los cuerpos policíacos para combatir la corrupción, la impunidad y la inseguridad provocada por el crimen, así como la pobreza.

Dijo que en Guerrero “urge la gobernabilidad, un nuevo pacto con la sociedad, que se traduzca en el diálogo y acuerdos”, y a los funcionarios que lo habrán de acompañar en su gabinete les exigió austeridad, sensibilidad y atención respetuosa a los ciudadanos.

En efecto, el segundo gobierno de la alternancia en Guerrero logró la gobernabilidad en poco tiempo, a través de un intenso diálogo con las organizaciones sociales y con los diferentes actores políticos.

Este 13 de octubre, el gobernador Héctor Astudillo rindió su quinto informe de labores y, a diferencia de los anteriores, lo hizo de manera virtual, ya que la pandemia del Covid-19 no permitió realizarlo en la sede del Congreso local y ante cientos de invitados especiales.

Lo importante de todo es que cumplió con el acto republicano de rendición de cuentas, y escuchó a la vez los posicionamientos de los legisladores de los diferentes grupos parlamentarios.

Sin lugar a dudas, han sido cinco años de intenso trabajo realizado a favor de los guerrerenses.

Habrá quienes lo vean todo negativo, especialmente los agoreros del desastre. Y es entendible, pues el próximo año habrá elecciones en todo el país. En Guerrero, por ejemplo, se elegirán diputados locales y federales, presidentes municipales y al próximo gobernador de la entidad.

Insisto, a diferencia de hace cinco años, Guerrero es mejor.

Se respira gobernabilidad y prevalece una excelente coordinación institucional con el gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha reconocido en varias ocasiones a Héctor Astudillo por el trabajo que ha realizado a favor de sus gobernados.

Los Ayuntamientos ya no están tomados por integrantes de organizaciones sociales. La inseguridad ha disminuido, de acuerdo a datos de la Secretaría de Seguridad Pública federal.

Con el Congreso local, de mayoría morenista, ha sido respetuoso. Y no se diga con los presidentes municipales, a quienes ha atendido sin distingos, tanto en Casa Guerrero como en Palacio de Gobierno.

Otro acierto que se le reconoce al gobernador es el gran apoyo que ha brindado durante su administración a la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).

Es evidente que entre Héctor Astudillo y el rector Javier Saldaña Almazán prevalece una excelente amistad y coordinación institucional.

Gobernar Guerrero no es —ni será— fácil. Es una entidad con bastantes problemas ancestrales.

Y ojalá todos los guerrerenses nos unamos para enfrentar el Covid-19 y que nuestro estado no regrese otra vez al semáforo rojo, ya que eso sería muy grave para el turismo y la economía local.

Es necesario que atendamos al pie de la letra las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

Guerrero nos necesita a todos.

ENTRE OTRAS COSAS… La que nuevamente volvió a ser reprobada por sus gobernados, es la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo.

Resulta que la morenista no figura entre los mejores presidentes municipales del país.

Así lo indica la última encuesta que realizó Consulta Mitofsky, correspondiente al mes de septiembre.

De cien alcaldes evaluados, Adela Román aparece en un lejano 69 lugar, ya que obtuvo solamente el 34.1 por ciento de aprobación. ¡Zas!

¿Y así pretende buscar la gubernatura de la entidad?

Mejor que se quede a terminar el periodo para el cual fue electa por los acapulqueños.

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