viernes, 9 de octubre de 2020

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos


      Walton, hombre de trabajo y resultados

      En Morena es quien lleva la delantera

 

EL CANDIDATO A GOBERNADOR DEL ESTADO POR MORENA, hay que decirlo, si bien tendrán mucho que ver las encuestas que habrá de realizar ese partido para valorar la aceptación que tiene cada uno de los aspirantes, lo decidirá el jefe máximo de ese instituto político. Y es que no solo habrá de contar la popularidad que tengan, sino los resultados obtenidos en los cargos públicos en los que han estado.

En este sentido, es indudable que lleva mano el exalcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, a quien reconocen, propios y extraños, como quien realizó el mayor número de obras, transparentado como ningún otro el manejo de los recursos públicos, y de haber reducido considerablemente la inseguridad pública en el municipio porteño.

Hay que decirlo. Uno de los problemas de los gobiernos de Morena tiene que ver con quien los encabeza, en el sentido de que, la mayoría de ellos carecen de experiencia administrativa en la función pública, y aun y cuando tengan buenas intenciones, caen en la ocurrencia, la irresponsabilidad o el desconocimiento en el arte de gobernar, lo que genera la falta de resultados. Por supuesto, hay quienes se salvan de ello.

Por eso es que Walton Aburto, un exitoso empresario, les lleva ventaja. Su condición de hombre de negocios, es un ejemplo de que es bueno en lo que ha hecho. Hay que puntualizarlo: un empresario no gasta, invierte, y es lo que se requiere en la función pública para obtener resultados contundentes. Lo demostró cuando fue alcalde de Acapulco.

En efecto. Un empresario cuida los recursos, pero no para quedárselos, sino para ejercerlos donde se requieren a fin de obtener resultados tangibles. Y es que no se trata de gastar el presupuesto por gastar, sino de obtener los mejores resultados. Un empresario, también, los maneja con responsabilidad y transparencia, pues sabe bien lo que cuesta obtener un peso.

Y Luis Walton, como lo hemos dicho, sabe de ello, y lo demostró cuando fue alcalde del Puerto. Precisamente por ello, de él se pueden decir muchas cosas, menos de ser corrupto, o de haberse embolsado el dinero del pueblo. Incluso, como presidente municipal donó su salario, el cual fue convertido en becas en favor de un gran número de estudiantes porteños.

En fin. Walton Aburto es un hombre de resultados. Lo avala su experiencia como funcionario público, pero también como hombre de negocios. Si lo comparamos con otros aspirantes de ese partido, como por ejemplo el exdelegado del gobierno federal en el estado, Pablo Amílcar Sandoval, la diferencia es abismal, e incluso con el senador con licencia y también exalcalde porteño, Félix salgado.

Es indudable que Morena busca gobernar el estado, y de acuerdo a las encuestas, sus posibilidades de ganar son muy altas; sin embargo, también requiere de candidatos capaces, responsables y con experiencia en la función pública para hacer gobiernos eficientes y de resultados, a fin de quitarse el estigma de ser un fracaso a la hora de gobernar.

Hay quienes dicen que en Guerrero Morena gana con cualquiera de sus aspirantes a gobernador, incluida la también alcaldesa de Acapulco que, hay que decirlo, su antecesor le dejó un cochinero, y en consecuencia los resultados de su gobierno allí están. Sin embargo, de lo que se trata es de hacer buenos gobiernos y eso muy pocos pueden hacerlo.

Más aún, gobernar un estado, como lo aspira Morena, el partido del Presidente de la República, implica responsabilidad, compromiso, entrega y trabajo, pero también conocimiento de lo que se lleva a cabo a fin de entregar los mejores resultados. Triste, y lamentable sería que llegara a gobernar Guerrero un irresponsable, un ocurrente, o alguien que simplemente no conoce el estado y mucho menos los problemas que aquejan a su población.

Gobernar Guerrero, puntualizo, significa conocer sus municipios, sus barrios, colonias y comunidades. Significa conocer a fondo sus regiones, porque las ha visitado y convivido con su gente, y no sólo de oídas o desde el escritorio. Significa conocer sus problemas, pero de cerca, no como turista, pero además, tener las respuestas a las necesidades. Significa también entrega total, no de ahora, sino desde siempre.

Guerrero, hay que decirlo, ya no está para experimentos, para aprender a gobernar, para aprender a trabajar. Guerrero, ciertamente, requiere de resultados inmediatos, y esto solo pueden darlo quienes han dado muestras de ello. Luis Walton Aburto es un ejemplo.

Por cierto, no por mucho tapizar el estado con anuncios espectaculares te hace más trabajador, más honesto, o un hombre de resultados. En cambio, solo demuestra desesperación y la urgencia de que te conozcan.

Comentarios: julio651220@hotmail.com