Más que la prostitución de la
política, lo que vemos ahora –de cara al proceso comicial del 2018-, es un
grotesco espectáculo donde los actores políticos se duermen con un color y
amanecen con otro en su desmedida y voraz búsqueda de cargos de elección
popular.
La traición, el golpe bajo, la
guerra sucia de lodo y estiércol, la ingratitud y la puñalada trapera, son “algo”
que la sociedad debería ir acostumbrando verlo como acciones sin ética donde
solo importan intereses personales y económicos, por encima de la real política
y la necesidad de las mayorías.
-¿Qué castigo merecen todos
aquellos desleales que traicionan a sus partidos y grupos políticos?... Los
capos del narco ejecutan con crueldad a todos aquellos chapulines, camaleones,
y traicioneros, cuando cambian de bando y jefe.
Encabeza la lista de
desleales, traidores, camaleones y chapulines una dama: Silvia Rivera Carbajal,
diputada federal del PRI -con licencia-, quien en medio de ácidas críticas saltó
al partido Morena y ahora es candidata a legisladora local por el distrito 18
de Pungarabato (Ciudad Altamirano).
Rivera Carbajal, traicionó a
tres de sus jefes políticos del PRI: Rubén Figueroa, René Juárez y Héctor
Astudillo, pero además a la dirigencia estatal tricolor y operadores políticos
que la encumbraron a la curul federal durante los comicios de hace tres años.
Silvia, es los diputados federales que apoyaron el “gasolinazo”. Es su carta de
presentación.
Contra la ahora candidata de
Morena a diputada local por tierra caliente, existen graves acusaciones de
corrupción por el escamoteo de recursos federales que hizo mediante programas
en tierra caliente, donde Rivera
Carbajal obligó a ciudadanos a firmar “documentos comprobatorios”. Existen
videos.
La mayoría de los camaleones y
chapulines han saltado del PRD hacia Morena, pero también de otros partidos y
de la sociedad civil.
Es el caso del ex perredista
Marco Antonio Cabada Arias, quien se desempeñó como servidor público en
gobiernos emanados del PRI; luego cambió de chaqueta, se fue al PRD y ahora es
candidato de Morena a diputado local en el distrito 06 de Acapulco.
Moisés Reyes Sandoval, engrosa
la lista de perredistas que emigraron a Morena; es candidato morenista a
diputado local en el distrito 07 de Acapulco. Es el “orgullo de su nepotismo”
del gris dirigente de Morena en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval.
Osiel Pacheco Salas,
-periodista-perredista-, ex jefe de prensa del Congreso Local, ahora es candidato de Morena a diputado local
en el distrito 08 de Acapulco. Su padrino político es el ex Coordinador del
Congreso, Faustino Soto.
Zeferino Gómez Valdovinos, es
otro aguirrista quien de PRD brincó a Morena para ocupar la candidatura a
diputado local por el distrito 09. Es cercano al ex titular de Finanzas Eliseo
Moyao, en el gobierno que encabezó el ex mandatario interino Rogelio Ortega. ¿Éste
último lo recomendó? Zeferino, pertenece al grupo de Los Chuchos, pero antes
había sido del equipo de Sebastián de la Rosa; se le colgó a Beatriz Mojica y a
Evodio Velázquez.
Arturo Martínez Núñez, otro
perredista, acusado de falsificar documentos para su registro, es candidato a
diputado local por Morena en el distrito 10 de Tecpan. Con estos políticos ha colaborado:
Zeferino Torreblanca, Ángel Aguirre, Graco Ramírez (nefasto gobernador de
Morelos), Rogelio Ortega y el repudiado, Evodio Velázquez, mediocre alcalde de
Acapulco.
Jesús Villanueva Vega, ex
presidente del Tribunal Estatal Electoral (TEE) –perredista embozado- es
postulado por Morena como candidato a diputado local por el distrito 17 de
tierra caliente, a pesar de que en su paso por diferentes instancias fue
acusado de perpetrar actos de corrupción, sobre todo en el desaparecido Consejo
Estatal Electoral (CEE) donde “las cuenta$$$ nunca le cuadraron”.
Mariana García Guillén,
perredista, ex Coordinadora del programa Guerrero Cumple en el gobierno
aguirrista, en el desempeño de su función fue denunciada en múltiples ocasiones
de perpetrar corruptelas y de haber “engordado su cochinito” ($); ahora es
candidata por Morena a diputada local en el distrito 04 de Acapulco.
Ricardo Castillo Peña, maestro
de profesión, ex perredista que perteneció al grupo político de Pioquinto Damián
Huato, es candidato de Morena a diputado local en el distrito 02 de
Chilpancingo. Empresario y político, Ricardo también pertenece a la Ceteg, pero
nunca respaldó a los ultra radicales
incendiarios de la mafia del CNTE. Se maneja con perfil medio-bajo.
A todos estos candidatos a
legisladores locales por Morena, seguramente el dueño de ese partido AMLO, ya
los purificó y hasta santificó para la próxima contienda electoral. ¿Votará la
ciudadanía por estos y otros desleales, traidores, chapulines y camaleones?...
Al tiempo… Punto.