Llama la atención que el diputado
Moisés Reyes Sandoval dude qué vaya a pasar “con los ahorros que hay en el
Congreso”, en lugar de tener la certeza de que éstos serán devueltos al pueblo
bueno y sabio de Guerrero al que pertenecen esos recursos públicos no gastados
gracias a la nueva austeridad republicana.
No creo, sería impensable, que
pretendieran desviarlo para financiar las aspiraciones políticas de algunos
personajes por ser candidatos a gobernador, alcalde, diputados federales,
etcétera, y ser enviados “al basurero de la historia” y peor aún ¡al carajo! A donde
ya les advirtió el presidente Andrés Manuel López Obrador que se irán…. Y vino
a decírselos a Guerrero.
El Poder Legislativo por primera
vez en su historia presume un ahorro proyectado en unos 50 millones de pesos según
lo que informó el todavía presidente de la Junta de Coordinación Política
Antonio Helguera Jiménez el pasado 12 de noviembre en una reunión con
Protagonistas del Cambio Verdadero en Zihuatanejo.
La cifra es una estimación del 10
por ciento del presupuesto anual de 524 millones de pesos del Congreso. Nadie ha
visto tal ahorro pero ha tenido peleando un par de meses al grupo mayoritario y
varios meses más a los representantes de los demás partidos políticos
pidiéndole informes al presidente de la Jucopo sin obtener respuesta.
Al único que debe conocer el
monto real Antonio Helguera le canceló el poder de firma con el pretexto de
desacatar el pago de incremento salarial a los trabajadores, el secretario de
Servicios Financieros y Administrativos Netzahualcóyotl Bustamante Santín.
Anteriormente eran del mismo clan, el de los Sandoval, que junto con el de la
familia Núñez se dividen el control de la fracción de Morena.
Hay que recordar que Helguera
llegó al cargo en sustitución de Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros actual
delegado federal y aspirante a candidato a gobernador, quien en los tres meses
que estuvo al frente del Congreso no logró ahorros significativos que le
permitieran una bolsa similar a la que hoy se afirma existe.
Al contrario el Congreso cerró el
año 2018 (la presente Legislatura inició el 1 de septiembre de ese año) con un
sobregasto de 109 millones de pesos más de lo presupuestado.
Lo que más parece preocupar ahora
a su primo el diputado Moisés Reyes Sandoval es qué va a pasar con los 50
millones que al parecer este año si se juntaron y en cuyo destino, precisamente,
parece radicar el fondo real de la disputa actual por el poder de la bancada
morenista.
Moisés hace mal en expresar
públicamente su incógnita ya que da fuerza a rumores que justifican la rebelión
de Helguera en su presunta negativa a desviar el dinero ahorrado hacia una
especie de “cochinito” financiero de las aspiraciones políticas de algunos
personajes, principalmente de sus compañeros que piden su cabeza, y que incluso
algunos de los movimientos de personal que aplica unilateralmente serían para
protegerse de no verse involucrado en algo así.
Pero sobre todo porque en un
Congreso presidido y controlado por una mayoría emanada de Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena), no debería existir la más mínima duda, y menos
en el primo de la secretaria de la Función Pública Irma Eréndira Sandoval
Ballesteros, de que ese dinero del pueblo pudiera ser desviado para otros
fines.
Digo, para reintegrar un recurso público
no ejercido no es necesario legislar la creación de un Instituto Para Devolver
al Pueblo lo Ahorrado ¿O sí? Hay que practicar la buena economía moral señores diputados.