sábado, 7 de septiembre de 2013

Entre la verdad y la ficción DIALOGO ENTRE DIOS Y EL ENVIADO. (Segunda parte) Por Jorge Luis Falcón Arévalo*

“Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros”  -Hermann Hesse-

"El dilema fundamental de la humanidad, el problema que subyace a todos los demás y que destaca por encima de ellos, es precisar qué puesto corresponde al hombre en la naturaleza y cuáles su relación con el cosmos. El origen de nuestra especie, los límites que condicionan nuestro influjo sobre la naturaleza y el de ésta sobre nosotros, el objetivo que pugnamos por alcanzar, resalta T.H.Huxley, son problemas que se presentan una y otra vez, con indeclinable vigor, a todos los seres vivos dela Tierra".
La actitud y aptitud del ser humano, es ambigua, por el cruce de razas. Desde tiempos inmemorables, las mezclas de estas han creado diversidad de entes. Diversas personas su captación y percepción del mundo varía desmesurablemente. Cada quien concepciona al mundo como mejor le plazca, dice dios al enviado y destaca la genética de las cuatro razas mezclada ha producido nuevos monstruos; es decir nuevos engendros, en color de piel y los lenguajes.
De haberlos creado, concretiza el de la palabra, los implanto de un solo color y un solo lenguaje, ¿No crees? Reta con ese cuestionamiento al que toma nota y éste asienta, ¿Lo dudas?
Carl Sagan, nos cuenta en su libro  "Los Dragones del Edén" la conocida anécdota del cerebro de las ranas que solo identifica los insectos, su comida, por sus patrones habituales de movimiento y en el caso de estar todos quietos, el cerebro de la rana no los reconoce y puede estar rodeada de insectos que morirá de hambre. Relata el “creador”
Así hay muchos de la especie, aunque tengan la verdad a la vista no quieren identificarla. Yo existo por esas mentes, sostiene dios. Y ¡Ay de aquél que trate de abrirle los ojos a estos!” Porque desatan su miedo. Ya lo dijo Ludwig Börne  “El hombre más peligroso es aquel que tiene miedo”
-Y, ¿La biblia? Inquiere el de la lap top.
- ¡Desde allí está el odio y el miedo! Caín (labrador) odia  Abel (pastor). Yavé, tiene miedo de que “cualquiera” mate a Caín y le coloca una señal escondida. Por lo tanto la biblia distorsiona  desde el Génesis y la evolución de Adam y Eva, queda no en duda, sino en diversas credibilidades, explica el del ropón y adelanta: “Dicen que yo fragmenté la unidad de la humanidad cuando está pretendió construir una torre; confundí el lenguaje, de modo que los hombres al no poder ya entenderse tuvieron que separarse. Así la humanidad es "dispersada", es decir dividida en gran número de pueblos. Hoy oímos todavía en el nombre de la ciudad donde acaeció aquel suceso, ecos de un antiquísimo juicio pronunciado por mí. Naturalmente tal interpretación de la palabra "Babel" es inexacta desde el punto de vista etimológico; ha sido elucidada arbitrariamente en boca del pueblo, pues Babel significa "Puerta de Dios" ¡Me adoran y soy juzgado! alzando la voz estalla, ¿Cómo llamarías a esto? Pregunta.
A lo que el entrevistador, sorraja: ¿Adán es el padre de todos los hombres según la carne; Jesús es el padre de todos los hombres según el espíritu?
Y el barbón, explica: Los brahmanes narran que el primer hombre desencadenó su miseria al comer de un árbol sagrado. En el Zend Avesta, el “primer hombre” pierde su felicidad por mentir. En el Bundehes, la primera pareja es seducida a comer frutos por Arimán. En la epopeya de Gilgamesh, una astuta serpiente hace perder la “hierba de la vida”. En el relato de Enguidú, los animales se revelan tras ser seducidos por una mujer. Los autores del Génesis parecen intentan reunir los relatos asirios y acadios, haciendo aparecer el árbol, la fruta, la serpiente y la mujer. ¿Dónde caben Adam y Jesús, en todas estas narraciones, como pilares de generaciones son cuestionables?
Habrá que perder el miedo y enfrentar a todos y todo. Despejar confusiones, aclarar odios y miedos, para saberse entender como género primero y posteriormente como entender que la mujer fue primero y el hombre ulterior.
Y encaminándose a un jardín del amplio campo, recalca, “mi reino no es de este mundo” Y sonríe, como jamás se ha visto plasmado en pintura alguna.

@GradoCero_Gro