Desde hace rato hay interés,
especialmente del lado del PAN y un sector del PRI, de aplicar el IVA a
medicinas y alimentos, tanto que los documentos básicos del tricolor fueron
reformados para que sus legisladores tengan la libertad de abrir una discusión
en torno al tema, como ocurre con el caso del petróleo.
Esa terquedad, empero, se ha
topado con posturas populistas, las más, y razonadas las menos, en los efectos
que pudiera tener la aplicación del Impuesto al Valor Agregado en la economía
de más de 50 millones de pobres.
Perder votos o ganar
simpatías, ha sido la condición a la que se han enfrentado panistas y priistas
en esa pretensión de gravar la comida y las medicinas. Bueno, el asunto ha sido
de tal gravedad que hasta la maestra Elba Esther Gordillo Morales, fue
defenestrada de la coordinación de la bancada priista en San Lázaro, cuando
respaldó esa propuesta.
Sin embargo, hoy que se
pretende desaparecer la deducibilidad de las colegiaturas que se pagan en la
educación privada, y aplicare el IVA de 16 por ciento, el rechazo fue
contundente en la Cámara Baja. Panistas, perredistas y priistas alzaron la voz
y desbarrancaron esa propuesta contenida en la iniciativa de Reforma Hacendaria
propuesta apenas el domingo último por el Ejecutivo Federal mediante la
Secretaría de Hacienda.
De acuerdo con el párrafo IV
del Artículo 15 de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, no se para el
impuesto por la prestación de “los servicios de enseñanza que preste la
Federación, el Distrito Federal, los Estados, los Municipios y sus organismos
descentralizados, y los establecimientos de particulares que tengan
autorización o reconocimiento de validez oficial de estudios, en los términos
de la Ley General de Educación, así como los servicios educativos de nivel
preescolar”.
En sus movilizaciones contra
la Reforma Educativa, maestros integrantes de la CNTE advierten de la tendencia
privatizadora de la educación en la actual, y anteriores administraciones federales,
aunque ellos son causantes en buena medida de que cada vez un mayor número de
padres de familia usen los servicios de la educación privada para sus hijos.
No es una bandera, entonces,
que sea plausible ni reciba el apoyo generalizado ni siquiera de la propia
oposición partidista, la de raigambre fundamentalista en el PRD o el PT y
Movimiento Ciudadano, porque incluso muchos senadores y diputados federales han
aceptado que sus hijos estudian en centros particulares, porque así les parece
mejor.
En Oaxaca, por ejemplo, ha
surgido una corriente de padres de familia que no tardan en enfrentar
físicamente a estos docentes que se resisten a aceptar las condiciones de una
nueva relación laboral, con factores que fríamente se encauzan en busca de
recuperar terreno perdido en la educación básica.
Desafortunadamente el
movimiento convocado por la CNTE no fue en los mejores términos que lograran el
apoyo popular, incluso por carecer de información elemental y honesta hacia sus
integrantes. Sirvió para el interés de sus líderes y, esencialmente, polarizar
a la sociedad mexicana entre ofendidos por las movilizaciones y agredidos por
la que consideran ofensa legislativa y atentado contra su fuente de trabajo,
merced a la Reforma Educativa y las leyes secundarias en la materia.
La puntilla, sin embargo en
este escenario de la educación, se preparaba con la aplicación del IVA a las
colegiaturas, es decir, a gravar con 16 por ciento mensual el costo de mandar a
un niño a la escuela, para ascender en esta sociedad que cada día reclama más
mano de obra calificada, so riesgo de incrementar las riadas de indocumentados
hacia Estados Unidos.
Así, populista o no, la
postura asumida ayer por las tres principales bancadas en la Cámara de
Diputados, descarriló esa propuesta presidencial contenida en la Reforma
Hacendaria.
Y, mire usted, si el
gobierno había apostado a que la iniciativa tuviera el respaldo del PRI,
sencillamente se enteró que los tiempos han cambiado y las genuflexiones
acompañadas del “lo que usteddigaseñorpresidente”
son materia del archivo de tiempos idos.
Manlio Fabio Beltrones
Rivera, coordinador de la diputación federal del PRI, fue contundente en la
postura: “Hemos manifestado y debe ser público, que dentro de la bancada del
PRI en Cámara de Diputados no existe simpatía por el IVA en colegiaturas, y
hemos abierto una discusión entre nosotros para sacar una conclusión.
“Este es un tema que
habremos de debatir internamente, pero desde hoy lo comento públicamente: no
hay simpatía, dentro del PRI, por ponerle IVA a las colegiaturas”.
Y se acabó. Porque poco
antes las bancadas del Partido Acción Nacional y del Partido de la Revolución
Democrática, se habían pronunciado contra la aplicación del Impuesto al Valor
Agregado (IVA) a las colegiaturas, contenido en la iniciativa de Reforma
Hacendaria que aún no se discute en comisiones para la elaboración del dictamen
de ley. Ese terco IVA. Conste.