jueves, 16 de enero de 2014

AL AIRE Por: Isaías Alanís

NO sé si llamarlo, confusión, falta de oficio, complicidad, ausencia del estado de derecho, la ley borrada por grupos de auto defensa o comandos paramilitares armados hasta los dientes que los cuerpos del estado toleran por debilidad o conveniencia. ¿Quién tiene la obligación de ejercer la ley, el estado o la ciudadanía?
 
Lo que está pasando en Michoacán ha puesto a prueba la vulnerabilidad del peñismo. Lo ha desnudado, tanto el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, como el Comisionado Mondragón y Kalb, han caído en contradicciones muy graves para la paz de Michoacán y del país. El nuevo virrey especial Alfredo Castillo, actor de reparto en el escándalo de la niña Paulette, va con el decreto presidencial bajo el sobaco a Michoacán. ¿Qué podrá hacer?
 
Mientras en el extranjero los publicistas pagados afirman que México avanza con las reformas, nuestra casa, la casa de todos está incendiada y en una guerra civil estacionaria. En Michoacán el gobierno ejerce una acción desesperada, y los pobladores provistos con armamento prohibido por la ley, deambulan como Sancho por la Mancha. ¿Quién los arma?
Y uno se pregunta, ¿cuál es la verdad de toda esa faramalla creada en Michoacán? Es una estrategia del gobierno para endurecer su política ante los levantamientos sociales que se avecinan, un distractor de fuego o una debilidad constitucional, que ha permitido, como con las reformas, dejar al garete el concepto de estado y de nación.
 
¿A que le está apostando Peña Nieto, al caos, o al derramamiento de más sangre? A un año de su gobierno, la “guerra contra el narco”, no ha cambiado de estrategia, y la focalización en Michoacán, se debe a una estrategia por el control de la ruta de las metanfetaminas, o es un experimento para ver hasta dónde puede aguantar la gente un estado de sitio que mantiene paralizada la economía regional, escuelas y las actividades de un pueblo, o el costo social por montar un ejército regular de para militares, como en Colombia, que trajo graves problemas a esa nación.
 
Y lo más grave, ante la sumisión del gobierno mexicano por la reforma petrolera, los Estados Unidos está alistando fuerzas  especiales de los marines para venir en auxilio de los mexicanos en Michoacán y partirle su máuser a los Templarios, aliarse con el cartel Jalisco nueva generación y controlar el trasiego de las metanfetaminas, y demostrar que México es un estado fallido y comenzar la neo colonización petrolera que ya está a la vuelta de la esquina.