Cuando todavía faltan dos años para que los guerrerenses elijan al
sucesor de Héctor Astudillo Flores
en la gubernatura del estado, los partidos políticos se mueven intensamente
para disputar el poder. Nada ni nadie los detiene. Van con todo.
La chiquillada, incluso,
tampoco pierde el tiempo y manda claras señales de que será indispensable para
definir al ganador, tal y como ocurrió en la elección del domingo en el estado
de Puebla, en el que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) le dio el
triunfo con sus votos al morenistaLuis Miguel Barbosa.
Siempre se ha dicho que en política
nadie es indispensable, pero en las últimas elecciones ha quedado
demostrado que los votos de un partido
bonsái pueden inclinar la balanza hacia un lado. Por lo tanto, a nadie se
debe de minimizar.
La elección de 2021 la ganará quien más
alianzas amarre a su favor. Y no será
una competencia de ideologías o de colores, sino una lucha intestina por el
poder.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) está empecinado en
regresar a Casa Guerrero. Y para ello, algunos de sus cuadros más connotados han
intensificado sus actividades en todas las regiones de la entidad para llevar “mensajes
de aliento” a sus compañeros de corriente y a militantes de hueso colorado.
Ricardo Ángel Barrientos Ríos, quien cobra como presidente del Comité
Ejecutivo Estatal del Sol Azteca, dio a conocer este fin de semana que su
partido tiene en este momento a cuatro prospectos para contender por la
gubernatura del estado. Se trata de Beatriz
Mojica Morga, integrante de la corriente Nueva Izquierda y que en 2015
perdió la elección de gobernador frente al priista Héctor Astudillo Flores; Jesús Evodio Velázquez Aguirre, ex
alcalde de Acapulco y líder máximo de Nueva Mayoría (apéndice de Nueva
Izquierda); Bernardo Ortega Jiménez,
ex alcalde de Quechultenango y dirigente de Movimiento Alternativo Social
(MAS), y Carlos Reyes Torres, ex
presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local en la LVIII
Legislatura, ex dirigente estatal del PRD y uno de los líderes de la expresión
Alternativa Democrática Guerrerense (ADG).
Hay quienes afirman que la caballada
está flaca en el Sol Azteca. Tal vez sea cierto, pero los perredistas tienen un
año completo para demostrar si son o no competitivos para la próxima elección. Y
están en su derecho de moverse, siempre y cuando no violenten la normatividad
electoral.
Además, una de las características del
sistema político mexicano es el ‘destape’. O sea, anunciar o promover antes de
tiempo a alguien para un cargo de elección popular.
Y lo vimos el pasado 5 de mayo en Acapulco, durante el XXX aniversario
de la fundación del PRD, en el que se anunció que Evodio Velázquez buscará ir
por la gubernatura para el 2021, por lo que empezaría a recorrer colonias de
este puerto y municipios de la entidad. Y así lo ha venido haciendo desde
entonces.
A veces lo vemos con alcaldes y legisladores adheridos a Nueva Mayoría y
en otras ocasiones con miembros de otras expresiones políticas de su partido.
El pasado sábado, por ejemplo, fue placeado en Copalillo por Bernardo Ortega
Jiménez, dirigente de MAS. La alianza entre ambos personajes es más que
evidente, a pesar de que Ricardo Ángel Barrientos haya incluido en la lista de
suspirantes al gobierno de la entidad al oriundo de Tlanicuilulco, quien no
tiene ninguna posibilidad de llegar a Casa Guerrero, debido a las turbias
actividades que realizan algunos integrantes de su familia.
ADG, por su parte, pretende por todos los
medios posicionar la imagen de Carlos Reyes Torres. El diputado federal y dirigente de
Democracia Social (DS), Raymundo García
Gutiérrez, fue el primero en sumarse a su proyecto.
El destape de Reyes Torres
tuvo lugar en un salón del hotel HollidayInn, ubicado al sur de Chilpancingo, y
ante aproximadamente mil personas, quienes ovacionaron en todo momento a su gallo para la gubernatura, destacando la
presencia de Celestino Cesáreo Guzmán,
coordinador de la fracción parlamentaria del PRD en el Congreso local; Pablo Higuera Fuentes, ex coordinador
de los alcaldes perredistas en el pasado trienio y aspirante a la dirigencia
estatal de su partido; Efrén Romero
Sotelo, alcalde de Teloloapan, así como otros presidentes municipales y ex
legisladores locales.
Hace unos días, el ex gobernador Ángel
Aguirre Riverodestapó al alcalde
de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán.
Y la respuesta del ‘destapado’ no tardó en llegar.
“Es una alta distinción y honor que el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero me tome en cuenta
como aspirante a la gubernatura, pero en este momento lo único que me tiene
ocupado es dar buenos resultados a la población de Chilpancingo”, dijo al ser
entrevistado en un evento político realizado el domingo por la corriente Nueva
Mayoría.
En Morena también andan desatados. De hecho, algunos personajes fueron
destapados desde hace un año. Pero de eso hablaremos en otra entrega.
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