jueves, 20 de junio de 2019

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos


ESTE JUEVES, EL PRESIDENTE DE NUESTRO PAÍS, firmó un acuerdo con el de El Salvador, por el cual el gobierno mexicano donará a aquel país 30 millones de dólares, y anunció que lo mismo hará con Guatemala y Honduras. Es decir, el presidente Andrés Manuel López Obrador también les regalará 30 millones de dólares a cada uno de ellos.

Y mientras el presidente López Obrador regala dinero a El Salvador, a Guatemala y a Honduras, en México, en el país que gobierna, despide trabajadores, recorta apoyos a programas y otros los desaparece, en agravio de niños, de ancianos, de discapacitados, de enfermos terminales, de mujeres con cáncer, y de otros tantos mexicanos cuyo delito es que recibían apoyos del anterior gobierno.

Deveras. No se entiende, por más que uno fume marihuana, cómo es que el presidente Andrés Manuel López Obrador regale millones de dólares a otros países, pretextando una ayuda que no le han pedido, y por otro lado, esté despidiendo a miles de mexicanos de sus empleos. No se entiende que a los campesinos de Guerrero les esté escamoteando recursos para el fertilizante, mientras a los gobiernos de otros países les mande recursos para que generen empleos en favor de sus habitantes.

No. No es posible que el presidente de nuestro país recorte recursos en salud, y en los hospitales no haya medicamentos y esté despidiendo a médicos y enfermeras, con el pretexto de que hay corrupción, sin mostrar pruebas, y por otra parte esté enviando dinero a otros países. No es posible que haya desaparecido los comedores comunitarios, que tanta falta hacen  a la gente más pobre y necesitada de México, con el argumento de la austeridad, y esos recursos ahorrados los ande regalando para quedar bien con otros países.

Y no es posible porque esos 30 millones de dólares que regalará a El Salvador, así como los 30 millones que también entregará a Honduras, y los otros 30 millones que enviará a Guatemala, hacen falta en nuestro país para darle empleo a los mexicanos que fueron despedidos por su gobierno, o para brindarle salud a las familias que se quedaron sin el programa Prospera por haberlo desaparecido. 

Esos 30 millones de dólares que regalará a El Salvador, más los 30 millones que entregará a Guatemala, más los otros 30 que enviará a Guatemala, que suman en total 90 millones de dólares, hacen falta en Guerrero para construir o rehabilitar carreteras, para darle más fertilizante a los campesinos, para construir más aulas, centros de salud u hospitales, para contratar más médicos y enfermeras y también para comprar medicinas, para más redes de electricidad, redes de drenaje y redes de agua potable, para proyectos productivos, para apoyos a discapacitados y ancianos, o para apoyar a las madres solteras.

Esos 90 millones de pesos, Presidente López Obrador, si no sabe qué hacer con ellos, destínelos a los ayuntamientos como el de Chilpancingo y Acapulco, que enfrentan problemas por la escasez de recursos para el pago de salarios y otras deudas. Y si no quiere ayudarlos y sí gastarse esos recursos que supongo le sobran, entonces páguele a los mexicanos que no tienen trabajo para que unos hagan hoyos y otros los tapen.

Hay que decirlo. Con todo y que usted sea el presidente, el jefe de las instituciones, usted no es más que un empleado más de los mexicanos que a través de sus impuestos le paga su salario y al de su gabinete, la mayoría desfasados y con señalamientos de corrupción. A usted se le dio el mandato, pero para que gobierne el país, para que atienda y resuelva los problemas de nuestro México, no para que ande regalando dinero que no es suyo.

Sí. Con todo el respeto que se merece la investidura que tiene, si usted quiere regalar dinero, que sea el suyo, empezando por los 200 pesos que dice traer en su cartera. No tiene derecho, porque no le hemos dado permiso, que regale el dinero de los mexicanos que trabaja día con día y paga además sus impuestos.

En suma. Si quiere ser candil de la calle, que sea con su dinero. No puede andar quedando bien con otros, cuando en el país se requieren no solo 90 millones de dólares, sino miles de millones de dólares.

A lo mejor se siente bonito que el presidente de El Salvador diga que usted es un ejemplo de presidente, pero cómo diablos no va a decirlo, si le va a regalar 30 millones de dólares sin que él se los pidiera. Deveras, señor presidente, no sea candil de la calle y oscuridad en su casa.

Ah, por último, así como está acostumbrado a aprobar las cosas con la mano alzada de los solovinos, pregúnteles si están de acuerdo que usted regale dinero a otros, en vez de dárselos a ellos. Atrévase.

Comentarios: julio651220@hotmail.com