La verdadera mujer no será exponente de otra, ni permitirá que otra lo sea por ella. Será su propio ser individual, -hará su propio trabajo individual- permanecerá o caerá por su propia sabiduría individual y la fuerza estará de pie o caerá por su propia sabiduría y fortaleza individual
(Susan B.
Anthony, feminista y sufragista estadounidense)
Estoy aquí
para hablarles de política…
La
enconada batalla electoral que, a juzgar por los últimos conteos, llevará a Joe
Biden, candidato demócrata a despachar desde la oficina oval en el ala oeste de
la Casa Blanca, también desnuda una serie de problemas a los que tenemos que
prestar atención para evitar crisis de similar naturaleza en nuestras propias
latitudes. Mientras Estados Unidos se elogia así mismo como una nación que da
plena fortaleza y valor a las libertades civiles y los derechos políticos de
cada ciudadano los estudios parecen decir algo diferente.
Los
especialistas de la ONU en discriminación contra la mujer, han afirmado que en
Norteamerica, la nación de ingreso per cápita más alto del mundo y líder en el
establecimiento de normas internacionales de las garantías básicas, las mujeres
marchan a la zaga en la sociedad. No es de extrañar, pues desde el primer año
del presidente Trump se eliminaron o anularon una serie de medidas para luchar
en contra de la desigualdad de género.
Por si
fuera poco, también se suprimieron medidas destinadas a combatir la
discriminación laboral, la brecha salarial, el acoso sexual en el trabajo y el
abuso sexual en la escuela y la universidad, así como a garantizar los derechos
sexuales y reproductivos (incluida la supresión de la aportación al Fondo de
Población de Naciones Unidas).
En Estados
Unidos las mujeres se convirtieron pronto en una fuerza opositora a tener en
consideración, en contra del presidente republicano. Desde la sociedad civil
protestas multitudinarias tomaron las calles de diversas ciudades y al interior
de las instituciones líderes como Elizabeth Warren y la presidente de la cámara
de representantes Nanci Pelosi se convirtieron en dolores de cabeza para el mandatario,
llegando incluso a encabezar el proceso de juicio político en contra suya.
No es para
menos, de acuerdo al Informe Hlobal 2019 de Brecha de Género del Foro Mundial
de Davos, Estados Unidos se sitúa en el puesto 53 de 144 países, cuando a inicios
de la actual administración estaba en el lugar 49 y en 2015 se situaba en el
puesto 28 del total de 145 países analizados.
Los
pendientes son graves y requiere de un trabajo arduo y constante, de acuerdo a
una encuesta reciente los norteamericanos están de acuerdo en que las mujeres
deben tener los mismos derechos que los hombres (un 82%), pero sólo la mitad
considera que el país aún tiene que avanzar, mientras el 39% considera que “las
cosas están donde deben estar”.
Claro que
hay ejemplos de éxito que no deben ser olvidados ante el tamaño de los
pendientes, jóvenes como Alexandria Ocasio-Cortez, de 31 años, entusiasta y
autonombrada socialista en Norteamérica parece representar mejor el sueño
americano de lo que Trump jamás podrá hacerlo, siendo la mujer más joven en ser
reelegida como congresista, en la historia de los Estados Unidos, emergida de
la clase obrera, de ideas liberales que la han logrado posicionar y con la que
relaciona muchas de sus posiciones políticas.
Sin
olvidar a Ilhan Omar, la congresista musulmana de EE.UU. quien se vio amenazada
de muerte tras ser criticada por Trump. Y por supuesto esta Kamala Harris quien
a partir de enero próximo podría estar trabajando desde el despacho de la
mismísima vicepresidencia.
Pareciera
cuestión de tiempo antes de que una mujer se alce como la líder de la nación
mas poderosa de occidente, pero como dije antes hay muchos asuntos que atender
antes de que eso sea posible.
Por
nuestra parte aún nos encontramos en un momento de decisión, hemos dado pasos
en este tema, sin duda, pero no los suficientes, aun hay que trabajar en
liderazgos femeninos verdaderos y que no sean meros designios de la vieja
política de bloques y tribus, librarnos de ese viejo dicho que “nuestra
sociedad no esta lista para ser guiada por una mujer”.