Y qué tal que se nos agripa el licenciado; y qué tal que le da Covid… No, no, primero la salud del licenciado. Porque, cómo está eso de que se le critica por no estar frente a frente con sus paisanos de Macuspana y de Centla y Nacajuca. No, no.
¿Mojarse los pies y echar a perder zapatos
casi nuevecitos nomás para la foto? Ni que fuera populista como Felipe y Enrique
o Ernesto que, en su momento como presidentes, fueron a atender a damnificados
en Tabasco y Veracruz y Puebla y…
No, no, él no se parece en nada a esos
politiqueros neoliberales, esos delincuentes de cuello blanco en cuyas
administraciones el Fonden y otros etcéteras robaban descaradamente y se
burlaban de los damnificados llevándoles cobijas, despensas y comida caliente guisada
en las cocinas de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Por eso, por eso la consulta popular para
enjuiciar a esos ex gobernantes que andan por ahí colmados de impunidad, porque
el licenciado, humano y respetuoso de las leyes, no los quiere llevar a picota;
ya lo dijo en la mañanera de la semana pasada que su “postura
es que no haya persecución, que no haya venganzas políticas, que se aplique la
ley con rigor, con escrúpulos, que no se fabriquen delitos y al mismo tiempo
que no haya impunidad”.
Y es que, tal vez usted se enteró, le pidieron opinión
respecto de que
dineros de los sobornos de Odebrecht fueron utilizados para pagar campañas en
su contra, para evitar que en 2012 ganara la Presidencia, aunque le pasó por
encima la locomotora del hijo predilecto de Atlacomulco y lo envió al tercer
sitio en la preferencia electoral.
Ese escenario lo previó seis años antes Jesús
Zambrano Grijalva, el día que la dirigencia nacional del PRD le pidió no
instalar el plantón en el Paseo de la Reforma, con la demanda del voto por voto
y casilla por casilla, con lo que pretendió defenestrar a Felipe Calderón.
¡Ah!, pero terco, hasta se cruzó, a su pecho que no es bodega, el remedo de
banda presidencial.
Pero, estábamos en esto de la justicia.
Mire usted cómo es esto de las casualidades,
en el mismo pentagrama en el que se plasmó letra y música de la ópera prima del
licenciado Emilio Lozoya Austin respecto de los malvados que, en la
administración pasada, encabezados por Enrique Peña Nieto lo obligaron a
delinquir, apareció Emilio Zebadúa, nuevo barítono que busca negociar su
libertad, porque lo involucran en esa llamada “Estafa Maestra” que ya tiene
tantos ramales como ríos la geografía tabasqueña, ésta en la que el humano
licenciadopresidente instruyó desviar las aguas del Río Carrizal hacia el Río
Samaria para no inundar a Villahermosa.
¿Primero (jódanse) los pobres? Bueno, bueno,
ya explicó que esa fue la mejor opción porque, ofreció, ahora se pagará hasta
los comales que perdieron miles de habitantes de esa región.
Lo cierto es que, en el video que ha circulado
profusamente en las benditas redes sociales, el licenciadopresidente no muestra
preocupación alguna cuando, desde la comodidad del helicóptero militar, con el
índice señala la zona inundada porque se abrió la compuerta “El Macayo” que
llevaba 12 años cerrada.
Y acepta que instruyó la desgracia. Primero el
desfogue para no inundar Villahermosa, aunque colonias como Gaviotas I y II
estaban colmadas de agua hasta la cintura e incluso el cuello de sus
habitantes.
No, no, discúlpeme. ¿Cómo cree que el
inquilino de Palacio se iba a arriesgar a pescar una enfermedad de esas que
suelen dar a los pobres cuando nadan entre la inmundicia?
Y menos arriesgarse al Covid. Ya ve usted cómo
se ha cuidado desde aquel 11 de febrero pasado cuando dijo que no había
problema y el coronavirus llegaría pero no era una amenaza; incluso el doctor
Hugo López-Gatell, subsecretario experto en Epidemiología sostuvo que para nada
sería necesario reconvertir hospitales en especiales para atender el Covid.
¿Por qué se desvió el cauce del Río Carrizal,
que pasa por Villahermosa hacia la zona baja de la planicie tabasqueña?
En la mañanera de principio
de semana, el licenciado López Obrador, bien humano y con la mirada acuosa, a
punto de la lágrima solitaria, se despachó un acto de contrición:
“¿Por qué esta situación de
optar entre inconvenientes, que a mí me duele mucho? Porque no ha habido un
buen control de las presas, que lo va a haber ahora.
“Ya no va a ser la generación de
energía eléctrica lo principal, sino la Protección Civil, voy a emitir un
decreto con ese propósito, y ya las cuatro presas del Grijalva, las cuatro
hidroeléctricas van a tener un canal ecológico, de modo que se mantengan vacías
las presas, los embalses, los vasos, para que en esta temporada, agosto,
septiembre, octubre, noviembre, es cuando llueve más, no tengamos ya ningún
problema”.
Y luego, citó, “me dicen que, a ver, por qué
no me mojé (…) no, ¿nomás por la foto? ¡No! Me enfermo (…) O que no guarde yo
la sana distancia y me enferme de Covid, pues tampoco, no”
¿Entones? El licenciado que el viernes de la
semana pasada cumplió 67 ¿primaveras?, ha decidido extemporáneamente ponerse al
frente, por supuesto en helicóptero y transporte anfibio, de las tareas de
supervisión de auxilio a cientos de miles de tabasqueños –la población de la
entidad es de dos millones de habitantes—que perdieron todo, todo… hasta la fe
que no ha mucho profesaban al hijo predilecto de Tepetitán, municipio de Macuspana.
Porque, seguramente usted se enteró que, el
jueves por la mañana el licenciado adelantó que cumpliría años y pidió, por
favor, por favor, que no le llevaran mañanitas, es decir que no fueran
mariachis de San Lázaro a cantarle al pie del balcón de Palacio y, vaya, que
nadie osara enviarle regalitos. Pero…
Indisciplinados que son los diputados y las
diputadas federales de Morena, no solo desatendieron la petición del licenciado.
No. En el mismísimo salón de plenos del Palacio Legislativo de San Lázaro e
importándoles un pito que se discutía el Presupuesto de Egresos 2021 y la obligada
sana distancia y las medidas sanitarias aprobadas por la Junta de Coordinación
Política, se despacharon “estas son las mañanitas…”, en do y re sostenidos.
Las manecillas del reloj, como citan los
clásicos, apenas traspusieron el umbral de la medianoche y, ellas como sopranos,
ellos tenores destemplados, en número ponderado de 40, cantaron y arengaron ¡es
un honor estar con Obrador!
Pero, no contentos con ese desplante verbal, desplegaron
pancartas de felicitación al
licenciado. Y se leían frases que destilaban miel: “Al mejor presidente
de México “AMLO”; Feliz Cumpleaños”; “¡Que viva Andrés Manuel! ¡Que viva la 4T!
¡Que Viva México!”.
Por supuesto, ese acto de genuflexión legislativa
no fue de gratis, porque por ahí andaban diputados que aspiran a la reelección
y la nominación, como Simey Olvera y el
michoacano Iván Pérez
Negrón –que quiere ser gobernador--, Jorge Luis Montes, la maestra Adela Piña y Lidia
García.
Claro, claro, no podía faltar la aguafiestas. Y es
que Saraí Núñez, diputada federal
del PAN pidió a la diputada presidenta Dulce
María Sauri Riancho moción
de orden porque, adujo, cómo era posible que se soportara ese desplante de los
morenistas, en plena discusión del PEF 2021.
¿Qué ocurrió? Los morenistas, en pleno uso de su
mayoría para hacer lo que les venga en gana acallaron la protesta de
legisladores de oposición y de Saraí restregándoles la frase de marca
registrada: “¡Es un honor estar con Obrador!
¿Y los damnificados de Tabasco? Bueno, bueno,
doña Blanca
Elena Jiménez Cisneros, directora de la Comisión Nacional del Agua, los
ubicó en su realidad: “aquí les tocó vivir”. Por lo demás, cómo cree que el
licenciadopresidente se va a mojar. Qué tal si se nos enferma. Digo.
@msanchezlimon
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