La voluntad del Duce Andrés
Manuel se ha cumplido, a pie juntillas, en la bancada de la mayoría morena en
Cámara de Diputados la LXIV legislatura que está por fenecer el último día de
agosto próximo.
Priistas que poco o nada
sobresalieron en cargos de primer nivel en gobiernos tricolores o verdes,
convertidos al morenismo buscan las candilejas de la efímera fama que no se
presume cuando hay disciplina servil.
“(…) ni una coma quitaremos
a las iniciativas del señorpresidente”, asumió el licenciado Moisés Ignacio
Mier Velazco, ex distinguido priista poblano, hoy reelecto coordinador de los
diputados federales de Morena en la entrante LXV Legislatura federal.
¡Por supuesto!, praxis que
no se presume, en la delicada responsabilidad que implica ocupar un cargo de
elección popular, pero que han asumido legisladores como el también ex priista
pero chiapaneco Raúl Eduardo Bonifaz Moedano, actual vicepresidente de la mesa
directiva cameral en San Lázaro.
Y es que, cuando el Duce, Su
Alteza Serenísima, ha abierto el burladero para que el populacho se distraiga
en una adelantada faena de quienes disputan el privilegio del dedazo que
determinará quién ungido candidato buscará sucederlo en Palacio Nacional, cada
oficioso busca servir al o la posible.
Pero, el Duce ha equivocado
la estrategia, erró en esa parte del libreto sexenal y abrió una batalla muy
temprana dentro de la burbuja de Palacio y aunque aludió a personajes cuya sola
mención como presidenciable parece broma de mal gusto, ha dejado en el
escenario a tres personajes; el resto, sabedor de que no tiene tamaño para
disputar la nominación ha soltado a su jauría rentable.
Tal vez y solo tal vez, el
objetivo del licenciado presidenta sea el escenario del desgaste político de
los tres personajes, para, en víspera de la hora de la verdad, sacar el as
debajo de la manga e incurrir en eso que no quiere ser pero lo es y hasta se
presumió como destapador de corcholatas con su personal corcholata.
¿Acaso seré yo, Su Alteza
Serenísima?, se habrá escuchado en la oficina principal del edificio contra
esquina de Palacio Nacional y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y, en
eco de la pregunta que no se pregunta, entonces los oficiosos abrieron las
hostilidades contra los que asumen enemigos en la carrera por la Presidencia.
Así, esta churrigueresca
carrera por la sucesión presidencial ha contaminado al Congreso de la Unión.
Mire usted. Si fue o no estrategia
del Duce ignorar a Ricardo Monreal Ávila como presidenciable, el sólo hecho de
no citarlo en esa baraja donde cabe todo el mundo, todo e incluso hasta los
secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, reconoció en el coordinador de
la bancada senatorial de Morena al mejor prospecto para sucederle. El
presidenciable de mayor peso y, por ende, al que se debe desbarrancar
desprestigiándolo, atacándolo con pueriles operativos políticos.
Porque Ricardo alzó el brazo
y dijo: “estaré en la boleta electoral de 2024”. Elemental en un político de su
estatura que no necesita de amanuenses ni panegiristas para defenderse y
promocionarse, porque de esto de hacer política sabe un rato.
Ahí está Ernesto Zedillo que
buscó descarrilarlo de la carrera por el gobierno de Zacatecas. Incluso,
recordará usted, el propio Duce supo de esa postura de Monreal cuando le negó
la candidatura de Morena a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Ricardo aireó públicamente la posibilidad de irse de Morena y vea usted dónde
está.
Hoy, ¡caray!, los enemigos
de Ricardo, llámeles malquerientes y oficiosos operadores de la vecina o el
vecino de enfrente, se treparon en la ruta que ha seguido la convocatoria y
celebración de periodo extraordinario en el Congreso de la Unión.
El tema evidenció las ganas
de ser y no poder, de personajes oficiosos de la 4T que buscan sobresalir en
escenarios de mediocridad legislativa en la ventanilla de Oficialía de Partes
en que, como mayoría, convirtieron a la Cámara de Diputados.
De pésima capacidad en la
estrategia legislativa, el diputado federal morenista Raúl Eduardo Bonifaz
Moedano, hizo el papelazo. Le platico.
Es suplente de Zoe Alejandro
Robledo Aburto, quien solicitó licencia para irse al gabinete de Su Alteza
Serenísima y hoy se gana la chuleta como director del IMSS,
Bonifaz Moedano, se encumbró
como priista y hasta fue asesor del entonces gobernador Manuel Velasco Coello,
quien ganó la gubernatura abanderado por la alianza PRI, PVEM, Nueva Alianza, y
hoy es un declarado socio de Morena. Bueno.
¿Qué hizo Bonifaz Moedano?
Decía: el papelazo cuando pretendió culpar a Ricardo Monreal de haber echado a
perder la negociación que dizque tenían él y su jefe Mier Velazco con el
presidente de la mesa directiva senatorial, Óscar Eduardo Ramírez Aguilar.
“Todo iba bien con el
presidente de la mesa directiva hasta que llegó Monreal y echó a perder todo”,
dijo Bonifaz, palabras más, palabras menos.
¡Caray! Monreal no forma
parte de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión pero en su papel de
presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, negociaba con los
coordinadores de las bancadas e integrantes de la Permanente, para convocar a
periodo extraordinario y lograr, entre otros asuntos pendientes, la ampliación
del periodo de la entrada en vigor de la reforma al modelo outsourcing, por
tratarse de un tema delicado.
Sin duda, esa intervención
del presidenciable Monreal causó prurito entre quienes atienden intereses
personales y de grupo futurista y consideraron el momento para acusarlo de
interferir y bloquear la tarea de la Permanente.
Lo cierto es que, Bonifaz en
especial, es parte del grupo que pretende controlar el trabajo legislativo y
convocar a periodo extraordinario para atender cuitas personales, como la
insistencia de enjuiciar al fiscal General de Morelos, Uriel Carmona Gándara,
quien tiene fuero amén de una suspensión de amparo definitivo.
¿La idea? Mostrarse
eficientes, puntuales legisladores prestos a atender el chasquido de los dedos
o el deseo expuesto por su Alteza Serenísima y garantizar privilegios, puestos
de primer nivel y, ¡claro!, el control de la Cámara de Diputados.
Sólo hay que recordar que
Mier Velazco es plurinominal y Bonifaz suplente, quien además aceptó haber
presentado una propuesta de agenda legislativa para el periodo extraordinario,
sin incluir el desafuero de los diputados Mauricio Toledo y Saúl Huerta junto
con el fiscal Uriel Carmona.
Peeero… Luego declaró que
“la sustancia de este empeño radica en desahogar los asuntos de desafuero”
contra los citados porque, adujo, su bancada no va a permitir que la impunidad
prevalezca.
En serio, no se ría. Son las
ganas de querer y no poder. ¡Qué pena! Y todo en el afán de madrear a Ricardo
Monreal; con esos contrincantes, Ricardo debe carcajearse.
Y, lea usted lo que refiere
Nacho Mier, reelecto coordinador de los diputados federales de Morena para la
LXV Legislatura. En su cuenta de twitter transitó en esa ruta del golpe bajo:
“La impunidad tiene cara de
pretextos. Todos los diputados de Morena votaron a favor del extraordinario,
incluyendo desafueros. De la oposición 12 votaron en contra, y dos senador@s se
abstuvieron. Hay que voltear la mirada hacia allá, vale la pena”.
Aún más, en entrevista
redondeó el mensaje al Senado e insolente puntualizó:
“Hemos dicho ya que si no
tiene posibilidades de sesionar la Comisión Permanente en el Senado de la
República, siempre se ha establecido como sede alterna la propia Cámara de los
Diputados, el salón de plenos o el Salón Verde. Yo hago un llamado desde acá
para que, siendo consecuentes, se vengan para acá y acá puedan sesionar”.
La Comisión Permanente
sesionará este jueves, adelantó la cita de la semana entrante y seguramente
dará fecha del extraordinario para viernes y sábado, es decir, mañana y pasado
mañana, días en los que se desahogará la agenda acordada y cada quien con su
cada cual.
La resultante, dígame si me
equivoco, es como los pleitos de vecindad cuyo personaje principal es el dueño
del perro. Digo.
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