miércoles, 18 de septiembre de 2019

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Adela: informe y circunstancias


El pasado 14 de septiembre, la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, rindió su primer informe de labores. Y lo hizo de cara al pueblo, llamando a sus gobernados a una gran unidad, y “no permitir que intereses ajenos al objetivo superior del bienestar y el progreso de Acapulco y Guerrero nos dividan”.
El evento se llevó a cabo en el auditorio conglomerado en la explanada del antiguo Ayuntamiento, y ante distintas personalidades que se dieron cita para escuchar el mensaje de la primera edil porteña, destacando la presencia del secretario del Trabajo estatal, Óscar Rangel Miravetecomo representante del gobernador Héctor Astudillo Flores; del diputado Alberto Catalán Bastida, presidente de la Mesa Directiva del Congreso del estado, y del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alberto López Celis.

“No nos pidan milagros, no nos pidan que en unos meses arreglemos lo que no hicieron los que se fueron”, dijo, y precisó que en la revisión de estos temas “estamos tomando acciones y vamos a dar resultados”, y señaló que en el caso de Capama, la paramunicipal funcionó como la caja chica de gobiernos estatales y después municipales. Su deuda, es consecuencia de algunas administraciones, pero en particular de la anterior.
El mensaje tuvo especial dedicatoria: el ex alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, quien desde hace varios meses se mueve desesperadamente en las distintas regiones de la entidad, ya que aspira ser candidato del PRD a la gubernatura en 2021.
Los asistentes del primer informe de gobierno de la alcaldesa de Morena, escucharon atentos el mensaje.

El informe, a diferencia de otros alcaldes, fue austero y cercano a la gente. El pueblo fue testigo de la rendición de cuentas de su gobernante. Por cierto, la primera mujer en ganar la Alcaldía de Acapulco en las urnas.

Román Ocampo indicó que, devolver la gobernabilidad y seguridad en Acapulco, comenzó con tres acciones: el ordenamiento de negocios que funcionaban al margen de la ley, la regularización de empresas gaseras que operaban poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos y el recorte de personal que cobraba sin trabajar en el municipio, los llamados “aviadores”. ¡Zas!

Gobernar no es una tarea sencilla. Y son muy pocos los gobernantes los que logran sortear los obstáculos que se atraviesan en el camino.
Algo que distingue a la alcaldesa de Acapulco es su buena relación con los gobiernos estatal y federal, ya que no es una mujer de pleitos. Lo más importante para ella es que a Acapulco le vaya bien y que no sea centro de confrontaciones políticas estériles.

Cuando se trata de denunciar irregularidades, lo hace con conocimiento de causa. Tampoco se intimida ante sus adversarios, porque los tiene. Ella no responde con descalificaciones, sino con argumentos y respeto absoluto.

Su nombre también suena para el 2021, pero ha sido muy clara al señalar que en este momento está enfocada en atender los problemas que enfrenta Acapulco.

El presidente Andrés Manuel López Obrador sabe del trabajo que ha realizado Adela Román a favor de Acapulco. Incluso, la ha reconocido públicamente, como ocurrió el pasado 22 de marzo, durante la puesta en marcha del Programa de Mejoramiento Urbano para 26 colonias del municipio, en Ciudad Renacimiento.
En ese evento, el presidente de la República le expresó un amplio reconocimiento a su trabajo, al igual que al gobernador Héctor Astudillo, a quienes les levantó la mano en señal de aprobación.
“¡Adela, Adela!”, coreó López Obrador, y que fue seguido por los miles de acapulqueños ahí reunidos.

Hay quienes la subestiman políticamente. Lo que no entienden es que Adela Román será uno de los actores importantes de la elección de 2021.

Si no es candidata al gobierno del estado, puede buscar la reelección o contender por otra importante responsabilidad. Y, ¿por qué no? Ocupar una responsabilidad en el gobierno federal.
Lo más importante de todo es que está ocupada en resolver los graves problemas financieros que le fueron heredados por su predecesor y en realizar gestiones ante la federación.

ENTRE OTRAS COSAS… Trascendió que tres personajes ligados al magistrado presidente del Tribunal Electoral del Estado (TEE), Ramón Ramos Piedra, estudian una Maestría en Derecho Electoral en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
El problema –de acuerdo a las fuentes consultadas del órgano jurisdiccional en mención– no es que “los recomendados” sigan superándose profesionalmente, mucho menos que sea en la máxima casa de estudios, sino que lo hagan con recursos del TEEG.
Ojalá no sea así. Pero es claro que la mayoría de los magistrados electorales y que son comandados por Ramón Ramos Piedra, han incurrido en una serie de irregularidades y que son enemigos de la transparencia.

Comentarios: 
E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com; 
Facebook: Efraín Flores Iglesias; 
Twitter: @efiglesias