A mi amigo José Manuel del
Río Virgen
Ayer miércoles hubo
manteles largos en Palacio.
Primer aniversario de eso
que divierte a Su Alteza Serenísima y se denomina “Quién es quién en las
mentiras de la semana”, top ten que él encabeza pero la bachiller Ana Elizabeth
García Vilchis no menciona porque su jefe, ¡caray!, es la pura verdad. ¿A poco
no?
Por eso, señoras y
señores, el licenciado presidente, el mismo que vive bajo austeridad
franciscana en su Palacio y come gratis todos los días, con cargo al erario, y
viste humildes trajes bien cortados pero mal portados, se alza dueño de la
verdad Santo Patrono de los otros datos, insulta y acusa, sin pruebas de por
medio, a sus críticos y opositores.
Miente como respira y se
solaza con el calificativo impunemente endilgado contra quien le viene en gana.
¿Quién le agria el sueño y
provoca despertares de maledicencia contra críticos y opositores?
Así trae la conciencia que
se le descompone en la mirada y agolpa en adjetivos con la mentira como sello
del discurso cotidiano.
Sí, la bachiller García
Vilchis debe mencionarlo como ejemplo de la mentira que no mancha pero tizna,
aunque ella da pauta como ocurrió en la mañanera de este miércoles cuando
aludió al programa Atypical TV que, vía You Tube, transmite Carlos Alazraki.
Y le dio cuerda al
licenciado presidente. Lea usted.
“Y en el caso del señor
(Carlos) Alazraki, pues ya tenemos también tiempo con muchas diferencias. Él es
en extremo conservador, es como hitleriano. A veces, creo que una vez lo
comenté, se piensa que porque ya no existe Hitler o ya no existe Stalin o ya no
existe Franco o Mussolini, ya desapareció el pensamiento nazista, fascista, el
estalinismo, la derecha rancia española. No, eso existe”, dijo Andrés Manuel I
con el coraje que le brota de su pecho que no es bodega.
Alazraki respondió al
licenciado presidente, en adelanto de su columna Cartas de Alazraki que se
publica este jueves en El Universal:
“(…) No soy Hitler, soy
judío igual que la Sheinbaum”.
Carlos, quien se defiende
solo, dio una amplia respuesta a Su Alteza Serenísima respecto de los insultos
que le aplicó.
“Lo perdono por sus
insultos y sus ofensas, porque usted no sabe lo que hace. Dios lo bendiga, pero
primero que bendiga a México”, rubricó Alazraki.
¿Qué le parece? Carlos
tiene razón.
El tema que provocó la ira
del licenciado presidente fue acerca del comentario que hicieron Beatriz Pagés,
Javier Lozano y Carlos Alazraki, sustentado en un artículo que se publicó en El
Financiero y alude al avión iraní que aterrizó en el AIFA y que habría traído
venezolanos a México, en el que no hubo referencias racistas o xenofóbicas,
como mintió la bachiller García Vilchis:
“Por supuesto que todo lo
que dice tanto la señora Pagés y el señor Lozano es falso, aunque también
muestran su profundo racismo y xenofobia”, puntualizó la cumpleañera que,
arropada por el Duce, despacha en Palacio.
Así la impunidad con la
que Andrés Manuel insulta y acusa a sus críticos y adversarios. Exige, por
ejemplo, pruebas de que su gobierno esté infiltrado por el crimen organizado y
que él tiene vínculos con este poder fáctico.
Pero olvida las imágenes
que, desde el gobierno, su gobierno, se han divulgado cuando militares dejan
libre al hijo del señor Joaquín Guzmán Loera, a quien no se atreve a llamar El
Chapo. Igual esa imagen y sonido de su encuentro con la madre del, pese a estar
en prisión, jefe del Cártel de Sinaloa.
Olvida, ¿olvida?, las
acusaciones documentadas de la participación del crimen organizado en las
elecciones intermedias de 2021 y las recientes de junio de 2022 en estados como
Sinaloa, Nayarit, Sonora, Michoacán, Estado de México, Guerrero y Oaxaca.
¿Y qué ha pasado?
Absolutamente nada. Municipios y estados infiltrados por el crimen organizado y
Su Alteza Serenísima rechaza cualquier recomendación, propuesta o demanda de
líderes de opinión como el senador Ricardo Monreal y dirigentes de la Iglesia
Católica mexicana para cambiar su Plan Nacional de Seguridad porque ha
fracasado.
¡Ah!, pero ¿Andrés Manuel,
tienes pruebas de lo que acusas? ¿Por qué no instruyes a tu amigazo Alejandro
Gertz Manero que, en su calidad de Fiscal General de la República, pida a un
juez federal gire orden de aprehensión contra Felipe Calderón y Enrique Peña
Nieto y aquellos gobernadores y alcaldes y políticos vinculados al narcotráfico
y el crimen organizado?
Y es que, en la mañanera
de este miércoles libre e insolente, Su Alteza Serenísima Andrés Manuel I acusa
de hechos del pasado reciente que incluyen a su
administración y lo admite. ¿Por qué no procede en consecuencia?
“Y acerca de lo que estás
planteando, pues sí, hay todavía asociación delictuosa, cada vez menos, porque
no se tolera la impunidad. Muchos de los casos que todavía tenemos, como tú lo
estás señalando, tiene que ver con la tolerancia y con la impunidad que se da
en algunas regiones, algunos estados del país, pero se va a avanzando porque no
se permite la impunidad arriba”, respondió Andrés Manuel I a María Luis Estrada
“del canal La Grillotina Política”.
Y blofeo:
“En el gobierno federal es
cero impunidad, y cada vez es más evidente de cuando hay corrupción y hay impunidad
en autoridades locales. Esto se manifiesta, como tú lo planteas, cuando no hay
resultados en una fiscalía estatal, cuando en vez de disminuir los delitos,
aumentan”.
Incluso, sin pregunta de
por medio, dijo que “de los asesinatos de los sacerdotes en Chihuahua merece
una explicación de las autoridades locales, a fondo, porque ¿cómo es posible
que con orden de aprehensión esta persona se moviera con toda libertad, que
fuese patrocinador de un equipo de béisbol y que todo mundo supiera a que se
dedicaba y no lo tocaran?, ¿por qué?, ¿cuál era su estatus? Tenía que haber ahí
contubernio con autoridades”.
Y no dice que ésta
impunidad se da en su administración, porque además, el caso supuestamente
habría sido atendida por el entonces gobernador Javier Corral, declarado amigo
y simpatizante de él y enemigo de Maru Campos Galván, actual gobernadora de
Chihuahua.
Pero, ¿qué cree usted?
¡Confesión de parte!, de lo ocurrido en los procesos electorales de 2021 y 2022
que le comenté líneas arriba.
Mire usted, el licenciado
presidente declaró que, en la mañanera “hemos hablado del tema, muchas veces
esta convivencia perversa o ese contubernio surge de los apoyos que se dan en
campañas políticas, estados que se descompusieron por completo porque para
imponerse y hacer fraude hicieron acuerdos con grupos dedicados a la
delincuencia, y crearon monstruos y toda una red de complicidades, de
componendas.
“Entonces –dice a María
Luisa Estrada--, sí, tienes mucha razón, pero hay que también tener confianza
porque se va avanzando. Puede haber campañas de gente sin escrúpulos, cínicos,
cretinos, que dicen que es lo mismo de antes; no, no, y se prueba con hechos y
con datos. No va a ser lo mismo ahora que cuando Calderón”.
¿Y por qué no procede
penalmente contra Felipe Calderón? ¿Por qué? Lo suyo es blofear, mentir,
insultar. Todos los días se despierta aguijoneado por la maledicencia,
--¿Se haría una
investigación, presidente?—le preguntaron al licenciado Andrés Manuel I.
--Aquí hay investigación,
pero se tiene que esperar a que resuelvan en Estados Unidos—respondió Su Alteza
Serenísima y se fue por la tangente. Puro rollo, el circo sexenal. ¿No lo cree
usted? Lea la conclusión del licenciado presidente:
“Pero son buenos temas, o
sea, no nos podemos quejar, estamos viviendo tiempos interesantes”. ¡Sopas! ¿Y
la ley? ¿Dónde las pruebas, Andrés Manuel? Pura politiquería, ¿A poco no? Digo.
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