Rogelio Martínez Faz |
Rogelio Martínez Faz/ “Los
inmigrantes necesitamos que nos den todas las facilidades para adaptarnos a
este país. Oportunidades para desarrollarnos en labores del campo y el
comercio. Además, excepciones en el pago de impuestos hasta que nos
estabilicemos económicamente. A cambio, nos comprometemos a traer progreso,
respetar las leyes y aprender el idioma. ¡Si se puede! ¡Yes, we can!
“Una vez que nos arraiguemos
y seamos mayoría, las tierras las hacemos nuestras, y si nos quieren cobrar los
impuestos nos revelamos, hacemos nuestro propio comercio así sea por medio del
contrabando, y seguiremos hablando nuestro idioma les guste o no. Después
acorralamos a los que se dicen nativos de aquí y les pondremos una frontera, y
si quieren quedarse deberán aprender nuestro idioma y jurar lealtad al país que
será nuestro”.
No, no es broma ni
exageración, es en serio. Y no por los paisas que estamos actualmente en
Estados Unidos. Los que salieron con este rollo fueron los gabachos sureños
cuando se establecieron en territorio Mexicano. Hechos que se dieron a partir
de 1819 con el Tratado Adams-Onís. Posteriormente vendría la invasión pasiva
con la autorización de México con la promesa de que cumplirían con las
condiciones que nunca respetaron, después se daría la invasión armada, 1846-48.
Aprovecharon muy bien la
oportunidad que daba el débil gobierno mexicano. Por lo que surgen los primeros
polleros de América, Stephen Austin, siguiendo los pasos de su padre Moses
Austin, que se empeñaron en llevar el mayor número de norteamericanos al Texas
mexicano con el señuelo de traer prosperidad, aprovechando la generosidad o
debilidad primero de la Nueva España y después el incipiente México
“independiente”. Que dicho sea de paso el norte era territorio abandonado a su
suerte por parte de españoles y mexicanos. El documento limítrofe que heredó
México de España con respecto al norte era el Tratado Adams-Onís. Pero una vez
que España perdió potestad sobre esas tierras, los anglosajones dijeron ahora
es cuando.
No paró ahí, después de
apoderase de la república Tejana, que ya era supuestamente independiente, fue
causa de reclamo por parte de México, pero se invirtieron los papeles. La
invasión pasiva se convirtió en agresiva, además de Texas, con la ayuda del
torpe y convenenciero Antonio López de Santa Anna (Tratado de Velasco). Después
se tomaron otras 800 000 millas cuadradas (55% del territorio mexicano) por
costos de guerra –con lo que se cumplía el destino manifiesto- que incluía la
Alta California y Nuevo México (Tratado de Guadalupe Hidalgo), los cuales
comprenden 9 estados actuales entre los que destaca la generosa Arizona.
En la actualidad es probable
que la migración mexicana hacia EU y la que ya estaba establecida por esos
lares en aquellos entonces, no será la realeza europea, pero tampoco lo eran
los bandoleros y esclavistas confederados del sur que la ocuparon con una
invasión pasiva para después pasar a las armas, que irónicamente contaban con
el apoyo de los demócratas que mantenían la esclavitud en territorio mexicano
donde ya se había abolido. Los republicanos en su mayoría se oponían a estas
acciones belicosas y a la misma esclavitud.
Durante la independencia de
Texas el contagio también se dio en otros estados mexicanos: Coahuila, Nuevo
León, Tamaulipas, Zacatecas, Yucatán y Tabasco. Como en Centroamérica donde
después acabaron guerreando entre ellos.
En el caso de México,
preservó el concepto de “La Patria es Primero” de Vicente Guerreo, y el inicio
del México de hoy ¿Independiente?
Aun con todo lo anterior no
nos engañemos. Si esos territorios al sur de EU hubieran seguido siendo
propiedad de México no serían lo que son hoy –sin justificar la acción-, no nos
hubiéramos beneficiado tantos mexicanos que con categoría de ciudadanos de
medio pelo en tierra “ajena” y sin papeles, busca el “sueño americano”. ¡Qué
sátira! Esta semana los mexicanos festejamos en EU la independencia de México.
Emancipación que inicio con el "Cry of Dolores" de Miguel Hidalgo
jurando lealtad al rey Fernando VII de España y a la Virgen de Guadalupe.
¿Independencia?
Festejo con desfiles
patriótico-político-comerciales, donde autoridades norteamericanas saludan a la
multitud jubilosa y orgullosa de su pasado; a esa invasión pasiva (la mayoría
acarreada por polleros modernos) que solo pedimos nos dejen trabajar con
papeles, nuestra única arma. ¡Porque aquí estamos y no nos vamos (?)! ¡Yes, we
can! ¡Y QUE VIVA MÉXICO!
rogeliofaz@yahoo.com