EFRAIN GLORES IGLESIAS |
No arranca formalmente la sucesión presidencial, pero sus adversarios
internos y externos ya le temen y están orquestando campañas de lodo
(denostación) en las redes sociales y en algunos medios de comunicación. Saben
que va bien en las encuestas y que puede ganarle al PRI y a Andrés Manuel López Obrador, el eterno
candidato y jefe absoluto de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Por su puesto, me refiero a Margarita
Zavala Gómez del Campo, hija de fundadores del Partido Acción Nacional
(PAN) y ex primera dama de México.
A pesar de no ostentar ningún cargo público en este momento, es más
popular que Ricardo Anaya Cortés y Rafael Moreno Valle, líder nacional del
PAN y gobernador del estado de Puebla, respectivamente, quienes han manifestado
su interés de abanderar al blanquiazul en la elección de 2018.
Claro, Margarita Zavala no se confronta con ellos porque sabe
perfectamente que necesita un partido unido para poder contender en óptimas
condiciones –en caso de ser la elegida–y de esa manera hacer posible el regreso
del PAN a Los Pinos y ser la primera
mujer en gobernar al país.
El pasado 3 de agosto aseguró que puede y cómo derrotar en las urnas a
Andrés Manuel López Obrador.
“No lo veo como un peligro (López Obrador).
Le podemos ganar, le vamos a ganar. Sé cómo ganarle”, aseguró en entrevista al periodista Ciro
Gómez Leyva para Grupo Fórmula.
También señaló que el PAN tiene las condiciones para recuperar la
Presidencia de la República “si el proceso de selección de su candidato es
democrático y parejo”. Y agregó que el PRI no es adversario para el 2018, sino
el dueño de Morena. ¡Zas!
La también esposa del expresidente Felipe
Calderón Hinojosa basa su postura en torno a los pésimos resultados que
obtuvo el tricolor en la elección del pasado 5 de junio, día en que el PAN se
alzó con el triunfo en 7 gubernaturas (de 12 que se disputaron), tres de ellas
en alianza con el PRD.
El PRI tuvo una mala racha. Pagó caro en proteger a los gobernadores
corruptos de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo, Javier Duarte de Ochoa, César
Duarte Jáquez y Roberto Borge Angulo,
respectivamente. También perdió Durango, Tamaulipas, Aguascalientes y Puebla.
Desde luego que los desaciertos del gobierno
de Enrique Peña Nieto en materia económica, educativa y seguridad pública,
también influyeron para que los electores castigaran en las urnas al tricolor.
El PAN supo aprovechar muy bien el despeñadero
del PRI. Y, ¡aguas! El año próximo tratará de quitarle al grupo Atlacomulco (al que pertenece Peña
Nieto) la gubernatura del Estado de México.
El periódico El Universal
publicó este lunes una encuesta al respecto, en la cual señala que si en este
momento fuera la elección gana el PRI, pero si en un escenario el PAN y PRD van
juntos con Josefina Vázquez Mota
como su abanderada, le ganan al PRI.
Morena no es competencia en el Estado de
México. Sería un error del
PRD coaligarse con el partido de AMLO. Mejor dicho, un suicidio político.
La pregunta es: ¿cuál es la
estrategia que utilizará Margarita Zavala para derrotar a AMLO en 2018, si es
favorecida con la candidatura del PAN?
Aunque tampoco hay que subestimar
al PRI. No olvidemos que el dinosaurio
ha resurgido de las cenizas. Con lo poco que tiene puede inclinar la
balanza en 2018, tal como ocurrió en 2006 cuando Roberto Madrazo perdió la
elección presidencial y el PAN ganó con Felipe Calderón.
El gran error de López Obrador, no hay que olvidarlo,
es cantar victoria antes de tiempo. Eso de que vaya arriba en las encuestas, no es de ahora. Desde el 2006
va arriba en las encuestas, pero nunca gana. Alega fraude y que los integrantes
de la mafia del poder (así le llama a los que no están a favor de su causa)
siempre se unen para frenarlo.
El dueño de Morena no ha ganado ninguna
elección presidencial por una sencilla razón: no tiene estructura en el país. Su presencia política radica solamente en
los estados del sur-sureste. En el norte
del país ni huele ni hiede.
Y en 2018 le van a cobrar factura cientos de ciudadanos del sur-sureste
por andar apoyando las movilizaciones violentas de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación (CNTE), que solamente han ocasionado serias
afectaciones a grandes empresas y pequeños comercios.
Pero queda claro que la imagen de Margarita
Zavala ha provocado nervosismo en muchos que ya se sentían sucesores de Enrique
Peña Nieto en Los Pinos.
ENTRE OTRAS COSAS… El que de plano ya se pronunció abiertamente
en defender a la repudiada alcaldesa de Mártir de Cuilapan (Apango), Felícitas Muñiz Gómez, es el dirigente
de Movimiento Ciudadano (MC), Luis
Walton Aburto, quien a través de un boletín exigió a los opositores de su
compañera de partido “respetar la ley”.
El pronunciamiento no es malo, pero el también empresario gasolinero
debe ya sacar las manos en el Congreso local para que su protegida enfrente a
la voz de ya un juicio político por los actos de corrupción que ha cometido en
los dos periodos que ha gobernado Mártir de Cuilapan.
Se supone que MC defendía las causas sociales
y no la corrupción. Pero se entiende que Felícitas Muñiz es el símbolo
representativo de dicho instituto político.
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