La renuncia de Manlio Fabio Beltrones Rivera a la
dirigencia nacional del PRI –ocurrido el pasado 20 de junio luego de que el
tricolor perdiera 7 de 12 gubernaturas–, les cambió el escenario a algunos
personajes de dicho instituto político, sobre todo, a los de su equipo cercano.
El guerrerense Manuel Añorve Baños,
es uno de ellos.
El ex alcalde de Acapulco
es un soldado leal al político sonorense,
así como en su momento lo fue del ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, con quien rompió políticamente en
2010 por la búsqueda de la gubernatura.
Añorve
ya se sentía en las grandes ligas. Ahora, es un damnificado político más.
En el Comité Ejecutivo Nacional
(CEN) del PRI fungió como secretario de Operación Política, una cartera que le
permitió moverse en todo el país y hacer amistad y amarres con destacados personajes. Pero no contaba que el PRI iba a
sufrir una derrota catastrófica el 5 de junio, una derrota que derrumbó las
aspiraciones presidenciales de su jefe político.
Sus seguidores lo
consideran un excelente operador
político –lo que no demostró en el CEN del PRI– y astuto para tomar
decisiones; y sus adversarios no lo bajan de corrupto y perverso.
La trayectoria política de
Manuel Añorve ha sido muy controvertida, con señalamientos negativos y muchas
derrotas. Lo cierto es que ha sido
inteligente para sobrevivir en un mundo de intrigas y traiciones políticas.
El año 2011 fue una
experiencia que le sirvió para encumbrarse en el PRI guerrerense. Fortaleció a
su equipo político y se reconcilió con uno de sus adversarios políticos: Luis Walton Aburto. Sí, el mismo que lo
acusó en 2012 de heredar una mega deuda al Ayuntamiento de Acapulco.
"Acapulco requiere de
un rescate económico; hoy se encuentra en este desastre financiero. Para enero
no vamos a tener ni para los salarios, ante una nómina tan escandalosa, por eso
necesitamos el rescate porque si no se paraliza el ayuntamiento", sostuvo
Walton en una conferencia de prensa que ofreció en la Ciudad de México. (CNN/13-XI-2012).
La agencia Apro también documentó en esa fecha la
denuncia de Walton hacia su predecesor.
“Por su parte, Luis Walton
calificó como lamentable que Añorve se niegue a reconocer la deuda millonaria
que dejó en Acapulco, y afirmó que tiene en su poder los documentos que
comprueban sus dichos.
“Adelantó que en breve
serán presentadas las denuncias correspondientes ante los órganos
fiscalizadores, como la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la
Auditoría General del Estado (AGE), donde funcionarios del gobierno municipal
presentarán la documentación del adeudo que heredó de la administración
anterior”. ¡Zas!
Y en 2014 reiteró la
acusación.
“El ayuntamiento nosotros
lo recibimos con una deuda de mil 200 millones de pesos, y es prácticamente
imposible que el ayuntamiento pueda hacerle frente a todas estas deudas. Es
lógico que mientras no haya una reestructuración financiera, el ayuntamiento no
va a poder salir adelante”, sentenció el edil. (El Financiero/29-VII-2014).
Pero
ahora son aliados. Añorve y Walton se han unido para atacar
al actual alcalde porteño, el perredista Evodio
Velázquez Aguirre. Lo quieren obstaculizar, pues les preocupa que en 2008
se reelija o busque ser senador de la República.
Los señalamientos por
malos manejos financieros en contra de Añorve no son nuevos.
Zeferino
Torreblanca Galindo lo denunció en la Procuraduría General de la República por
desfalco. Así lo consigna el periódico veracruzano Veraz en la nota titulada “El
priista Añorve deja a Acapulco sin fondos, pero él y su esposa ya son
diputados”. (Ver link: http://www.periodicoveraz.com/nota.php?id=11351).
“En mayo de 2000,
(Zeferino) Torreblanca reveló que la administración de Añorve entregó 2
millones de pesos al año a mil 344 niños de familias priístas, de bajo
rendimiento, quienes no cumplían con los requisitos mínimos para el premio. Un
año después, la alcaldía del puerto demandó ante la Procuraduría General de la
República (PGR) el desfalco de la administración de Manuel Añorve al erario
municipal por 70 millones de pesos. Aparecieron facturas apócrifas y obras
fantasma como la pavimentación de una calle en el poblado de La Sabana por 66
mil 500 pesos, y otra en la colonia 6 de Enero por 20 mil pesos, así como un
andador en la colonia Eligio Romero por 45 mil pesos”.
Y recuerda que a finales
de enero del 2011, el periódico Reforma publicó
que, según revelaciones que el testigo protegido “Mateo” hiciera a la PGR el 26
de noviembre de 2010, el ex diputado federal y ex alcalde de Acapulco “habría
recibido 15 millones de dólares del narcotráfico –específicamente de Héctor y
Arturo Beltrán Leyva– para su precampaña a la gubernatura de Guerrero.
Asimismo, Manuel Añorve habría protegido la instalación de varios antros
propiedad de Édgar Valdez, La Barbie”.
Por cierto, con Zeferino Torreblanca también se
reconcilió años después.
En
los corrillos del PRI se comenta que Manuel Añorve será ungido en las próximas
semanas como dirigente en el estado de Guerrero,
con el único fin de cerrarle el paso al ex alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, quien es uno de los
que han manifestado su interés de encabezar al priismo guerrerense.
Añorve no le perdona a
Moreno que en la elección de gobernador de 2011 haya apoyado a Ángel Aguirre Rivero y no a él. Le está
cobrando factura.
Pero al presidente del CEN
del PRI, Enrique Ochoa Reza, no
parece importarle que Añorve haya heredado una mega deuda millonaria en
Acapulco ni que el pasado 5 de junio fuera parte de la derrota del tricolor en
7 entidades del país.
Otro que lo ha denunciado
por diversas cuestiones es el ex diputado Rubén
Figueroa Smutny, pero esa es otra historia que abordaremos en otra entrega.
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