MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN |
La respuesta
fue ampulosa, del nivel de quien tiene la piel delgada y evidencia ausencia de
tacto para enfrentar este tipo de, si usted califica, críticas en sentido
incluso propositivo. Y es que, si la burbuja sólo permite pululen adulaciones y
falsas buenas noticias, entonces alguien debe, con conocimiento de causa,
señalar equívocos.
Por
supuesto, aquellos exquisitos cuanto columnistas o analistas de supuesta
beligerancia que reciben la línea junto con la publicidad en espacios
personales, no se atreverán ni se atreven a cuestionar actos de gobierno y
endulzan el oído de los virreyes con sedicentes críticas que bordan en la
recomendación oficiosa. En fin.
En este
tenor, no creo que el vocero presidencial haya pedido ese favor publicado en
una columna de El Universal, en una bravuconada de quien desde el otro lado de
la acera lanza la acusación callejera para ver si es chicle y pega.
“Ya los
vi, cabrones, ustedes me andan criticando porque quieren mi chamba y están
ardidos porque los despidieron”. Así entendí esa ampulosa y cobarde reacción de
algún personaje de las grandes ligas del sector público, que pidió el favor
para publicar las líneas de su línea en la columna de trascendidos de El
Universal.
Quizá el
lector no entienda mucho de esto que es el pan de cada día en la relación
prensa-gobierno donde la batería de los dizque críticos suele pasearse por el
país para hablar bien de los virreyes y encomiar los informes de gobierno y
ponderar, nomás porque sí, al Presidente de la República.
Sí,
perecieron los tiempos de aquella praxis entre periodistas “perro no come perro”,
porque los primeros en romper esa tradición de la palabra de caballeros, fueron
los que se pusieron al servicio del mejor postor para hacer trizas al colega
que pensaba y piensa diferente.
Por eso la
respuesta agresiva a lo que también publicaron otros colegas respecto del
relevo de Eduardo Sánchez en la vocería presidencial y la Coordinación de
Comunicación Social de la Presidencia de la República, donde el manejo de las
redes y los medios digitales está reservado en un área en la que se dicta quién
sí quien no recibe publicidad.
O los
coordinadores de Comunicación Social que deben ceñirse a esas órdenes para
privilegiar páginas digitales que son espacios en los que se pagan servicios
del poder. Por supuesto la inmensa mayoría de los colegas y no colegas que
están al frente de esas oficinas de comunicación social en dependencias
oficiales, se niegan a aceptar esas condiciones que llevarían la máxima de no
te pago para que me pegues. Y la inversa, te pago para que no me pegues.
Entiendo,
incluso, que por ello entresemana no se publique en otros
medios. Y lo entiendo porque se trata de un trabajo de sobrevivencia. Sabemos
en el medio periodístico de qué pie cojea cada cual y quién sirve a quién.
Entre
gitanos no se leen las cartas, pero el cambio de la relación prensa-gobierno
está a la vista. ¿Por qué? Porque en el gobierno federal es urgente una
política de comunicación social que, como advirtió la secretaria General del
CEN del PRI, Carolina Monroy del Mazo, posibilite defender al Presidente y
responder con elementos fundamentados y de peso informativo a la campaña de
denostación y escándalo que ha llevado a Enrique Peña Nieto a niveles de
rechazo popular, en el top ten, no imaginado cuando se instaló en la cresta de
la popularidad.
Es la
simple y llana Ley del Talión. Pero los pescaron, nuevamente, fuera de su
espacio de responsabilidad y el dizque reportaje del plagio en la tesis del
licenciado Enrique Peña Nieto, en la UP, le volvió a pegar en la línea de
flotación. La respuesta fue ñoña y como gasolina a la hoguera.
En este
tenor, la información que tengo de fuentes dignas de crédito refiere que en Los
Pinos se alista el cambio de vocero presidencial y de otros integrantes del
equipo de Comunicación Social; incluso ha llegado un personaje que todos los
días requiere de un informe de tareas de trabajo. Y se ha encontrado con
severas fallas.
Me
platican que alguien de buen nivel en esa área, ordenó recortes en los viáticos
del personal que se encarga de las giras presidenciales, pero cobra el total,
es decir, se queda con una parte para la engorda del cochinito que le permita
sortear los avatares de la banca.
¿Se va
Eduardo Sánchez antes del próximo 1 de septiembre? Me dicen que es alta esa
probabilidad y se dará junto con la remoción de integrantes del gabinete que
hacen su tarea ara quedar bien con el Presidente pero no con los ciudadanos a
los que reparten promesas y despensas y casas que son inhabitables. ¿Habrá otra
respuesta oficiosa a la versión de cambio en la vocería presidencial? Ya les
platicaré. Conste.
MIÉRCOLES. Me comentan que en la Secretaría de
Gobernación sienten frío de abandono de Los Pinos y creen que Luis Videgaray
tiene algo que ver. La madriza por la sucesión presidencial está de pronóstico.
Sólo hay que ver cómo se comportan los presidenciables cuando están juntos en
un acto oficial. ¡Ah!, ¿quién impulsa desde lo alto a la senadora que quiere
ser gobernadora de Coahuila? Digo.
@msanchezlimon
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