Hasta 40 por ciento de la población en edad reproductiva padece alteraciones del sueño, motivado por una vida descontrolada en alimentación y ejercicio, explicó el Seguro Social.
El médico internista coordinador de Salud Preventiva, Roberto Valdez Ortiz, indicó que el consumo de café, té y bebidas energetizantes, son también de alta consumo, originando un descontrol en el organismo al momento de tratar de conciliar el sueño.
También es necesario evitar antes de dormir la nicotina, ya que es un estimulante del sistema nervioso (y no, como suele creer quien fuma consuetudinariamente, un tranquilizante) y debe evitarse cerca de la hora de acostarse y en los despertares nocturnos. Además, provoca adicción (dependencia física y psicológica).
El médico explicó que se puede sospechar de padecer insomnio, cuando una persona tarde más de 30 minutos en conciliar el sueño y duerma menos de seis horas; posteriormente si estas sensaciones son inferiores a tres semanas o jun menos, se conoce como insomnio ocasional o transitorio, y cuando es superior a ese tiempo, se denomina crónico.
Expresó que si bien “todos necesitamos dormir”, el periodo de sueño variará de acuerdo a la edad de la persona, por ejemplo: Un recién nacido necesitará entre 16 y 18 horas de sueño; un adolescente, necesita dormir entre 9 y 10 horas diarias. Mientras que los adultos necesitan por lo general entre siete y ocho horas de sueño al día.
Valdez Ortiz detalló no se debe “tomar a la ligera” el dormir, ya que está integrado en las acciones de salud de cada día, es decir, se requiere dormir las horas que nos proporcionen el descanso suficiente para rendir durante el día de forma normal.
Destacó que la automedicación debe descartarse y en caso de que necesite algún tratamiento farmacológico, será el especialista quien lo otorgará de acuerdo a las necesidades del paciente.