Contracciones faciales, principalmente oculares, ansiedad, dolor de cabeza e irritabilidad son las consecuencias del consumo habitual o excesivo de cafeína, afectando la vida cotidiana de los consumidores, indicó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Es a partir del grupo de 25 años en adelante cuando se intensifica este consumo, sobre todo durante la jornada laboral y que al estar varias horas sentados contribuye habituarse a su adicción, explicó el IMSS.
La médica familiar de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) N° 9 del IMSS en Acapulco, María Alvarado Benítez, explicó que la cafeína, al igual que el alcohol, es considerada como una droga estimulante más aceptada socialmente, sin embargo, pertenece al grupo de sustancias llamadas xantinas: estimula el cerebro y provoca una sensación de euforia y de fuerza durante algunas horas.
Destacó que si bien el café genera una sensación para facilitar la actividad intelectual y la creatividad, al mantener despierto y en estado de alerta a su consumidor, también genera los efectos nocivos antes mencionados, razón por lo que reiteró, la necesidad de consumirla en cantidades menores.
La médica Alvarado comentó que en personas con úlceras y trastornos cardiacos, el café es una sustancia contraindicada debido a que su ingesta no sólo acelera el metabolismo de las grasas, sino también aumenta el ritmo cardiaco y desencadena una serie de procesos negativos en su salud.
Reiteró la importancia de evitar ofrecer esta bebida a los menores de edad o productos que estén elaborados con cafeína, para no habituarlos como parte de su alimentación.
Agregó que la recomendación de los especialistas en alimentación es acudir a los módulos PrevenIMSS, para informar sobre las estrategias El Plato del Bien Comer (para una buena alimentación) y de La Jarra del Bien Beber (para saber qué tipo de bebidas consumir y donde el agua natural es primordial), para lograr un estilo de vida saludable.