Luces multicolores debieran iluminar el cielo guerrerense y fanfarrias sonar por las siete regiones del estado para aplaudir todos el grandioso triunfo de los diputados locales de Morena que hicieron valer su mayoría legislativa para modificar ¡el 0.54 por ciento del Presupuesto de Egresos 2019!
La lucha fue feroz. La estrategia consistió en irse a dormir plácidamente la noche del 30 de diciembre mientras sus colegas de los demás partidos pernoctaban en el recinto esperando su llegada para iniciar la sesión en la que el presupuesto habría de aprobarse.
Luego vinieron agotadoras reuniones con el superdelegado federal Pablo Amìlcar Sandoval quien dice no haberse entrometido en el asunto… ¡pero ahí estuvo! Ah, y una guerra de dimes y diretes en medios de comunicación y las redes sociales.
Siempre prometieron analizar con lupa el presupuesto en lo que llamaron un hecho inédito en la historia de Guerrero, pero acabaron confesando que se trataba únicamente de beneficiar a municipios donde ganaron las pasadas elecciones y son gobierno, en un objetivo muy común y corriente en la vida de todos los partidos políticos desde sus posiciones de poder: llevar agua para la milpa, se dice coloquialmente.
El caso es que la ardua “revisión” y el profundo “análisis”, tuvieron por conclusión que no se modificara ni siquiera el 1 por ciento al presupuesto que les presentó el gobierno de Héctor Astudillo Flores de 59 mil 875 millones 40 mil pesos.
Quedaron contentos con apenas 325 millones de pesos de los mil 200 millones que querían para sus parcelas políticas, y hasta se dieron un tiempo de anteponer a la sesión una partida de rosca cortesía de la diputada perredista Perla Edith Martínez, quien les convidó las que sobraron un par de días antes a su esposo el ex alcalde Evodio Velázquez en un evento al que apenas llegaron unos 50 miembros de su corriente Nueva Mayoría.
Ad hoc. Festejaron las sobras del presupuesto, con las sobras de la rosca. Es cuanto señores diputados.