A diferencia de hace
cuatro años, el PRI tiene muy pocos tiradores o aspirantes a la gubernatura del
estado.
En 2015 eran cuatro los
que anhelaban la candidatura. Y nadie olvida que Héctor Apreza Patrón, Manuel
Añorve Baños y Héctor Astudillo Flores se unieron para dejar fuera de la jugada
a Cuauhtémoc Salgado Romero, quien en ese momento fungía como dirigente estatal
y era el gallo del grupo político del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer.
La alianza contra
Cuauhtémoc Salgado funcionó. Y el principal beneficiario fue Héctor Astudillo,
quien se hizo de la candidatura y contó con el apoyo de César Camacho Quiroz,
dirigente nacional del PRI, y de Enrique Peña Nieto.
Héctor Astudillo ganó la
elección constitucional del 7 de junio de 2015. Aprovechó la unidad de su
partido, la división del PRD y de los demás partidos de izquierda que fueron
con candidatos propios, así como el pésimo gobierno de Rogelio Ortega Martínez.
Con la llegada de Morena
al Palacio Nacional en 2018, el tablero político-electoral se alteró, y hay
quienes no ven condiciones de seguir más en las filas del tricolor, ya que no
fueron arropados después de la victoria de 2015.
‘La caballada está flaca y
el riesgo de perder es demasiado’, me comentó recientemente un viejo operador
político del PRI. Y vaya que tiene razón.
En este momento figuran
solamente los nombres de dos personajes.
Se trata del ex alcalde de
Chilpancingo y actual secretario de Desarrollo Social estatal, Mario Moreno
Arcos, y del ex alcalde de Acapulco y vicecoordinador de la fracción
parlamentaria del PRI en el Senado de la República, Manuel Añorve Baños.
Héctor Apreza Patrón, coordinador
de la bancada del PRI en el Congreso local y miembro del grupo político del ex
gobernador René Juárez Cisneros, también aspira ser el candidato de su partido,
pero sus posibilidades son nulas. No gana ni el distrito electoral federal 05
de la Montaña.
Manuel Añorve es un
político hábil y que ha resistido los embates de sus adversarios, tanto
internos como externos, pero es el que más negativos arrastra. Gente cercana a
él tiene la esperanza que el gobernador Héctor Astudillo Flores cumpla su palabra
en apoyarlo en 2021, ya que –indican– el ‘chaparrito cabrón' no se rajó en
apoyarlo en las elecciones de 2005 y 2015.
Mario Moreno se mueve
discretamente. Está metido de lleno en atender la política social del gobierno
astudillista.
Es probable que el próximo
año deje el cargo para moverse libremente en busca de la candidatura de su
partido. De hecho, es el secretario más activo del gabinete, lo que genera
envidia e incomodidad de algunos personajillos que ‘no lo tragan’.
Mario Moreno es un
político popular y con buenas relaciones políticas al interior y exterior del
PRI. Tiene experiencia en el servicio público y en materia legislativa, ya que
ha sido síndico procurador y dos veces alcalde de Chilpancingo, así como
legislador en tres ocasiones. Es más, nunca ha perdido una elección en las
urnas.
Veremos si el tricolor es
capaz de salir unido en 2021 o se dividen como en 2011, cuando Añorve fue
impuesto por la cúpula y generó la salida de Ángel Aguirre Rivero y su grupo
del PRI.
Las consecuencias, como todos
sabemos, fueron catastróficas para el viejo partido emanado de la Revolución
Mexicana. Perdieron y les costó mucho trabajo regresar al poder.
INQUIETUD EN MORENA
El candidato de Morena en
Guerrero para gobernador, será elegido vía dedazo y disfrazado de encuesta.
Así ocurrió en 2018 en la
Ciudad de México, en donde los que creían tener asegurada la candidatura
(Ricardo Monreal y Martí Batres) se llevaron semejante sorpresota. Andrés
Manuel López Obrador eligió a Claudia Sheimbaum. Y ganó.
AMLO ya se dio cuenta que
su gallo inicial en Guerrero (Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros) nomás no
levanta en las preferencias ciudadanas. Es por eso que algunos partidarios del
'gallo fallido' reaccionaron con rabia cuando se enteraron que el ex senador y
alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, se reunió en Palacio Nacional con su
amigo el presidente de la República y que renunciará a las filas de Movimiento
Ciudadano.
En política lo que más
pesa son los intereses, no la amistad. Los amigos son sacrificables, los negocios
no.
Solo los ingenuos creen
que la ideología y los años de militancia son definitivos para ungir a un
candidato.
El que entendió, entendió.
ENTRE OTRAS COSAS… Se
espera que el próximo gobernador de la entidad, sea del color o ideología que
sea, no le tiemble la mano para ponerle un 'estate quieto' a la UPOEG y a otros
grupos de autodefensa que operan al margen de la ley, y combatir de fondo y sin
distingo a los cárteles y/o bandas delictivas que generan zozobra en las siete
regiones de la entidad.
Los guerrerenses exigen
paz, progreso y seguridad para transitar libremente por las carreteras del
estado.
Comentarios: @efiglesias