NORMA ROSAS |
No imagines que pasaría si
un día las mujeres dejaran sus puestos en las escuelas, en los bancos, en las
instituciones gubernamentales, deja de imaginar que ocurriría si nuestro país
se quedara con la mitad de las voces en las calles, en los parques en nuestros
centros comerciales, deja de imaginarlo porque ese día ha llegado, pese a las
descalificaciones, a las críticas y a los insultos, el 9 de marzo ha venido, a
golpear con un mazo la idiosincrasia mexicana.
Seguro hablaras de los
actos de vandalismo y usaras la palabra “radicales” y trataras de quitar
sentido a las manifestaciones o al movimiento mismo, te entiendo, no es
agradable de ver, una ciudad paralizada, pero sabes una cosa es la ira que se
ha alimentado con el paso del tiempo por la impunidad y otros vicios.
No imagines, mejor
reflexiona, sobre las mujeres violentadas en cualquiera de sus formas, piensa
en México, ese país donde, a pesar de que las mujeres componen poco más del 51%
de la población de México, estas tienen un menor acceso a la educación y el
trabajo.
Sal a la calle, observa tu
ciudad, medita sobre ser mujer en una nación como la nuestra donde se cometen 11 delitos sexuales contra mujeres por cada
un delito sexual contra hombres. Claro, podrás afirmar que este movimiento
busca dañar a la economía mexicana, estás en tu derecho de tener un punto de
vista, pero mientras te lamentas del daño a la economía nacional piensa también
que en México la diferencia salarial es
de 16%, es decir, 797 pesos mensuales para ellas. El salario promedio para las
mujeres trabajadoras, con jornada completa, es de 5,029 pesos y un hombre
recibe 5,825 pesos.
Y si en esta económica de
crisis tienes miedo de perder tu empleo, déjame decirte algo terrible: el
desempleo afecta a más del doble en las mujeres, pues el 18% del indicador
corresponde a ellas en comparación con 8% en los varones.
Lava los platos, saca a la
ropa a secar, barre el patio y trapea el piso, hoy te toca a ti y no olvides
que en esta nación las mujeres empleadas dedican además hasta 42.8 horas a la
otra jornada laboral la de las labores
domésticas, mientras los varones sólo destinan 16.5 horas.
Y podría seguir, pero no
quiero interrumpir tus cavilaciones, si de verdad quieres ayudar a cambiar las
cosas piensa en lo que acabas de leer y respeta, ayuda y no te calles...
Fuentes:
Organización Acción
Ciudadana Frente a la Pobreza
Encuesta Nacional de
Seguridad Pública Urbana de 2019
INEGI
Encuesta Nacional sobre
Discriminación 2017afa