ESTE LUNES, EL SECRETARIO
General del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero
(SUSPEG), David Martínez Mastache, entregó oficialmente al Director General de
Operadora de Playas, Sabás de la Rosa Camacho, el Pliego Petitorio que enmarca
diversos puntos colectivos para la base adscrita a este Organismo Público
Descentralizado con sede en el puerto de Acapulco, perteneciente a la Sección
XXXVII del SUSPEG, que representa Pedro
López Bautista, en donde puntualizó que “es importante consolidar la gestión
realizada para el beneficio de los trabajadores agremiados a este Sindicato,
con la finalidad de brindar la certeza sobre las prestaciones y conquistas
sindicales”.
Hay que decir que Martínez
Mastache es reconocido por propios y extraños como un gran dirigente sindical,
en el que personalmente se pone al frente de las demandas de sus compañeros
sindicalizados, de lo cual hay muestra en todas las delegaciones de esa
organización gremial.
EN OTRO ASUNTO. HAY QUIENES NO LO VEN, y mucho menos lo
reconocen. Unos por mezquindad, y otros, por intereses políticos. Y es que está
de frente el 2021, el proceso electoral, pero antes las candidaturas, tanto a
la alcaldía, a las diputaciones, y claro, la de gobernador del estado, en donde
como alcaldesa, también es candidateable.
Me refiero al trabajo de
Adela Román Ocampo, de quien hay que decir que contra los que muchos quieren,
incluso de su propio partido, encabeza un gobierno responsable, comprometido
con los acapulqueños, pero sobre todo, de resultados. Acapulco, lo dicen los
resultados, está mejor que antes.
Claro. Lo que hoy es el
Puerto es el resultado de la coordinación de los tres niveles de gobierno: el
federal, el del estado, y el municipal que encabeza la propia Adela Román,
quien sin tanto rollo está cambiando el rostro de Acapulco.
No es nuevo decir que las
mujeres, también cuando quieren, hacen un buen papel en el trabajo que
realizan. Y es que, además, son más ordenadas, más responsables, y saben, más
que gastar, invertir el dinero en donde se requiere. En el gobierno porteño se ve.
En el primer año, Adela
Román puso orden en la casa, es decir, en el Ayuntamiento, el cual fue dejado,
por su antecesor, en un gran desorden, sobre todo financiero, de tal forma que
tuvo que pagar diversos adeudos que le heredaron. Eso lo sabe Evodio Velázquez,
quien por éstos y otras irregularidades financieras y administrativas, hoy anda
con un Amparo bajo el brazo.
También, en su primer año
de gobierno, no sólo puso orden en los mercados del Puerto, sino también
recuperó espacios de la vía pública. Además, también metió orden en las
gaseras, en negocios de dudosa procedencia, y en los establecimientos
comerciales de la Costera. Antes hacían lo que querían, hoy, no.
En cuanto a obra pública,
es indiscutible que hay una estrecha colaboración con el gobierno del estado,
quien más allá de los colores partidistas a los que pertenecen, trabajan para
hacer de Acapulco un municipio con mayor desarrollo, y progreso. Hoy más que
nunca, el Puerto, también conocido como Paraíso de América, está recobrando su
importancia.
Hay que destacar, por
supuesto, la partida presupuestal que destina este año el gobierno federal para
Acapulco, para obras de gran trascendencia, incluida la remodelación del Parque
Papagayo, ícono de Acapulco, en una mezcla de recursos con el gobierno que
encabeza Héctor Astudillo Flores.
Por supuesto que en
Acapulco persiste el problema de inseguridad, como en todo el estado y el país.
Sin embargo, también hay que decir que los índices delictivos van a la
baja, como lo señalan los números oficiales
del gobierno federal. Claro, no solo en Acapulco, sino en todo el estado de
Guerrero.
Hoy por hoy nos informan
de acciones de limpieza del fondo marino en el malecón, como parte del programa
Acapulco Limpio y Querido. También de la limpieza de los canales pluviales para
combatir las descargas clandestinas de aguas negras al mar. Se previenen los
incendios forestales. Y se restablece el abasto de agua en la ciudad, y se
inauguran obras en todo el municipio.
También, hoy por hoy, el
gobierno de Adela Román lleva a cabo toda una estrategia para recomponer el
tejido social entre la población con el fin de que Acapulco vuelva a ser un
pueblo seguro, tranquilo y en donde la gente pueda vivir sin temor, y en paz.
Sin duda no es nada fácil. No es como comer tamales de chipilín, como dice el
Presidente, aunque en otro momento haya dicho otra cosa, pero en Acapulco se
nota el cambio.
Decía al principio. Hay
quienes no lo ven, y mucho menos lo reconocen. Unos por mezquindad, y otros,
por intereses políticos. Y es que está de frente el 2021, el proceso electoral,
pero antes las candidaturas, tanto a la alcaldía, a las diputaciones, y claro,
la de gobernador del estado, en donde como alcaldesa, también es candidateable.
En efecto, la presidente
municipal de Acapulco es candidateable a la gubernatura del estado.
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