* Son tiempos de
solidaridad, cooperación y coordinación: Adela Román
Roberto Santos
Sabotaje político es como
se puede definir la acción que desconocidos hayan sometido a los vigilantes del
sistema de rebombeo en la planta de Las Cruces de Acapulco y cortado el sistema
de alimentación del fluido eléctrico durante la madrugada del martes.
La intención está muy
anunciada, pues pretende dejar sin servicio a varias colonias del puerto y
crear irritación social en contra de las autoridades del puerto.
El diccionario de la Real
Academia Española define al sabotaje como el “daño o deterioro que se hace en
instalaciones, productos, etc., como procedimiento de lucha contra los
patronos, contra el Estado o contra las fuerzas de ocupación o contra
políticos”.
Jamás una acción que
pretenda afectar a la población debe ser el medio para dañar la imagen de una
autoridad, pero es más criticable cuando se realiza en un momento como el
actual, cuando se avecina una crisis de salud para el país.
Esto resulta en extremo
perverso para quien lo haya planeado y quienes lo hayan realizado.
Mantener la salud y evitar
los contagios por el Covid-19 depende de lavarse las manos constantemente. Por
eso, dejar sin agua a cientos de hogares buscado afectar políticamente a la
presidenta Adela Román, es un acto criminal que debe ser investigado.
Con ese daño se dejaron sin
operar 4 subsistemas de abasto medular en la ciudad, lo que se traduce en un
déficit de 640 litros por segundo que dejaron de llegar a colonias de la parte
media y alta del puerto, así como la zona poniente, afectando de manera
colateral a un 40 por ciento de colonias del área conurbada.
Es cierto que el servicio
está restablecido, pero esta acción no es fortuita, porque se cree que las
manifestaciones y bloqueos de comerciantes se están generando por cuestiones
meramente políticas aprovechando la reducción de ventas porque han llegado
menos turistas al puerto.
Aunque Adela Román insiste
en que se debe priorizar la salud de los acapulqueños y de los turistas, y que
ha anunciado un apoyo a los grupos más vulnerables “no es porque tenga el
recurso en las manos”, dijo, sino que van a suprimir algunos proyectos que ya
estaban programados para este año.
Así que les pide paciencia
y confianza, porque la idea es evitar la transmisión del Coronavirus, por eso
les pide que se actúe con responsabilidad, pensando en los hijos, los adultos
mayores y quienes tienen problemas de salud.
Habrá que recordar el
evento realizado por Salgado Macedonio, donde pide a la gente que siga
trabajando e invita a los turistas a que lleguen al puerto, contradiciendo con
ello las indicaciones de Salud federal, pero satisfaciendo con ello sus
motivaciones político¬-electorales en sus deseos de ser candidato a gobernador.
Por cierto, esa acción fue
duramente criticada por otros actores políticos y la misma población.
Sabemos que en política
existen tiempos de orden y desorden, y cuando existen crisis es más fácil crear
acciones que pretenden destruir para sustituir lo que otros han creado como
gobierno.
En este caso, el gobierno
de Adela Román está sufriendo el ataque de sus enemigos aprovechando el momento
de miedo e incertidumbre que provoca el Coronavirus para crear descomposición
social, mientras su gobierno aplica los protocolos de seguridad para evitar los
contagios de este virus.
Habrá que insistir en que
son momentos de solidaridad, de cooperación y de coordinación fuera de posturas
partidistas e ideológicas para sumar los esfuerzos necesarios y juntos hacer
frente al avance del Covid-19.
Por el momento, la lucha
electoral puede esperar.