*Carlos Reyes, por mayor seguridad para ganaderos de Costa Chica
Se cumplieron 6 años sin que
sus padres sepan dónde se encuentran o a dónde se llevaron a los 43 estudiantes
de Ayotzinapa.
Tampoco el gobierno federal
actual da respuesta convincente a las preguntas que los padres y la sociedad
mexicana enarbolan para saber de ellos.
Salvo que ahora persiguen y
detiene a quienes se encargaron de investigar y dar salida a los hechos, con un
planteamiento que desde entonces y en este espacio se dijo, de alargar las
pesquisas para cansar a los padres.
Nunca imaginaron que éstos
nunca se cansarían y que se volverían un problema para el gobierno de Peña
Nieto y para el actual, que prometió investigar y resolver el caso.
La hipótesis que sigue en el
aire es si el gobierno federal estará dispuesto a investigar a los militares a
quienes voces múltiples señalan de estar involucrados en los hechos, además de
policías federales, sin mencionar a los municipales, quienes compartían papeles
entre sicarios y agentes de la ley.
A estas alturas, la mayoría
de quienes participaron por Guerreros Unidos y policías municipales ya gozan de
libertad, y en una segunda parte, serán encarcelados los funcionarios del
gobierno federal de Enrique Peña Nieto.
Ahora que se cumplieron los
seis años, vale traer a este espacio la demanda que planteo la Asociación
Nacional de Egresados de Ayotzinapa, que no debería quedar en el limbo.
Ellos demandan saber ¿si
estuvo a no metida la mano de cártel de Los Rojos en esos hechos?
Además, exigen que la
directiva del Comité de Alumnos de ese año dé respuesta del por qué enviaron a
los alumnos del primer semestre, siendo los más inexpertos, conociendo que
Iguala era altamente peligrosa para ellos.
Piden debatir acerca de los
hechos en un espacio público para que los demás sepan los motivos que les
llevaron a mandar a ese grupo de jóvenes a Iguala.
Es decir, afortunadamente
hay personas conscientes que rechazan el papel que obligan a jugar a los
jóvenes normalistas.
Por eso y por la dura
experiencia de los padres de familia, y por respeto a quienes mandan a sus
hijos con el deseo de que estudien y puedan salir de la pobreza en que se
encuentran, el gobierno federal debería tomar en sus manos el destino de la
normal de Ayotzinapa.
Bien haría en arrebatar a
los jóvenes de esos grupúsculos atrasados ideológicamente y pseudorevolucionarios,
que los manipula y convierte en carne de cañón para sus negros intereses.
EL PERREDISTA CARLOS REYES
RECIBIÓ QUEJA DE GANADEROS DE LA COSTA CHICA acerca de la inseguridad y de que
no hay mercado para su ganado.
A esto respondió que si no
se atiende este problema no podremos ser productivos ni atractivos para la
inversión.
El dirigente perredista de
Alternativa Democrática Guerrerense (ADG) sostuvo reuniones este fin de semana
con liderazgos de los municipios de Tlacoachistlahuaca, Ometepec y
Xochistlahuaca, con miras a fortalecer sus aspiraciones para la candidatura a
la gubernatura por el PRD.
Y, en rueda de prensa,
señaló que se necesita retomar control de la problemática de violencia que
afecta a esa zona, con humildad y firmeza.
Señaló que para ello se
requiere un gobierno “fortalecido por su pueblo, y que tome las decisiones
acertadas para frenar esta ola de violencia”.
En su opinión, si no se
atiende el problema de la violencia “no
podemos ser productivos, ni atractivos para la inversión.
El expresidente de la Unión
dijo que encontró que los ganaderos de la Costa Chica no pueden vender su
ganado, porque ya no salen como antes.
Refirió que ha recibido la
queja de que existe un retroceso en esta actividad, que se expresa en la falta
de apoyos para adquisición de aretes para el ganado, o la mejora genética, a
pesar de que en la región esta actividad es destacada y puede competir con
otras regiones ganaderas del país.
Carlos Reyes sigue sus
reuniones con sectores productivos para elaborar lo que ha planteado como un
Plan para Guerrero, como uno de los dos bloques existentes en el PRD, para
alcanzar la candidatura a gobernador.